Otro barco con armas atraca en el Puerto de Santander
Un nuevo barco con armamento ha atracado en el Puerto de Santander, según han confirmado a EL FARADIO fuentes portuarias.
En concreto, se trata del buque Panthera J, una embarcación con bandera de Liberia, con Monrovia como puerto base.
Y que llega procedente de Bilbao, con más de 40 contenedores con armas.
Atracó en el muelle 3 de Raos, con Pérez y Cía como consignatario, y la siguiente etapa de su viaje es el puerto de Ploce, en Croacia, adonde partió ayer sábado. Tiene un calado de 7 metros y unas dimensiones de 117,94 x 19,61 de eslora por total por manga máxima, según información portuaria recabada por EL FARADIO.
Ya hace dos semanas activistas de Pasaje Seguro protestaron contra la presencia en el Puerto de Santander, del Bahri Hufuf, un barco cargado de armamento y explosivos para Arabia Saudí que llegó también desde Bilbao.
Estuvo atracado en el Fondeadero de los Mártires de Santander, con destino a Arabía Saudí, en guerra con Yemen.
El Bahri Hufuf desconectó las señales de localización marítima durante aproximadamente 24 horas y cuando conectaron de nuevo el sistema ya estaba atracado en Santander.
Además, los activistas denunciaron que el navío no lleva la señal que deben tener los barcos que transportan mercancías peligrosas y que su nombre ha sido tachado.
Las protestas por este tipo de tráficos, legales en el Puerto, llegarán al Parlamento de Cantabria este mismo lunes:
Podemos ha presentado una interpelación al Gobierno de Cantabria sobre las medidas que piensa tomar en el seno del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria para garantizar que ningún barco pueda cargar en Santander armas con destino a guerras que masacran a la población civil.
Y, además, el PSOE de Cantabria ha registrado en el Parlamento de Cantabria una Proposición No de Ley (PNL) en la que “se insta al Gobierno de España a que se denieguen, suspendan o revoquen todas las autorizaciones para el tráfico de material bélico a países donde se violan los derechos humanos, o a terceros estados que contribuyan a mantener latente o recrudezcan conflictos donde se cometen atrocidades”.
Al margen de las consideraciones éticas sobre la contribución de infraestructuras e instituciones cántabras a la guerra, partidos y movimientos llaman la atención sobre el riesgo por la presencia de explosivos en nuestras costas.
FelicianoPalacios
Es curioso que traficar con armas, no solo es legal, sino protegido por el Estado, y vender marihuana sea un delito perseguido.