Good Bye, Liébana!
||por CARLOS M. MORENO ALLES,
candidato de VECINOS POR LIÉBANA a la alcaldía de Potes||
Hay una película de esas que todos deberíamos ver que se llama “Good Bye, Lenin!”, que trata de cómo un hijo esconde a su madre soviética la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo. La familia considera que la madre que acaba de despertar de un coma, no podría soportar la realidad del nuevo mundo y eso acabaría con ella.
Liébana año 2017. El INE confirma las peores previsiones y el Valle vuelve a perder población, tras diez años consecutivos de caída constante. En la última década Liébana ha pasado de tener 6.282 habitantes a tener 5.692; es decir, ha perdido el 9,4% de su población total. La joya de la corona del turismo en Cantabria se desangra lenta pero irremediablemente y no hay ni una sola autoridad política dispuesta a poner freno a esta inercia.
Haber perdido tantos habitantes en un espacio tan reducido de tiempo es algo que se nota en la economía lebaniega. No hay ni un solo comercio local que no vea reflejado en sus cuentas esta despoblación, que afecta a todos los ámbitos. Así, cada vez hay menos explotaciones ganaderas activas, el monte se va abandonando, hay cientos de casas vacías, la feria de los lunes en Potes agoniza y las que se celebran anualmente de ganado ya no pueden llevar ese título porque no hay cabezas en el ferial.
La clase política lebaniega, sin importar su color, se ha convertido en esa suerte de hijo que tapa la realidad a su madre para que no se lleve un disgusto que pueda acabar con ella. Vale más que los lebaniegos piensen que todo está bien y que lo que pasa con su economía son los coletazos de la crisis, a explicarles los datos y que se enfrenten con la realidad. Y la realidad es que 5.600 personas no pueden mantener sobre sus hombros 8 ayuntamientos, 8 alcaldes, 54 concejales, una mancomunidad, un presidente de mancomunidad y 24 vocales. Es tal la crisis, sí, crisis de población que vivimos en Liébana, que corremos el riesgo de ser el primer territorio de España habitado únicamente por políticos.
No tiene sentido mantener esta macroestructura política para los cuatro gatos que quedamos. Es irresponsable e inmoral. Liébana pierde 600.000 euros cada legislatura en gastos corrientes para políticos, que se podría ahorrar si acabara este despropósito. Pero no es solo por el ahorro, es por la lógica y la coherencia de que divididos en 9 equipos tomando decisiones, es imposible hacerle frente a una crisis de este calibre.
Solo Camaleño ha intentado con una serie de medidas aprobadas en pleno, hacer un plan de choque contra esta crisis demográfica. La triste realidad es que Camaleño ha pasado de tener en las últimas elecciones municipales 1.008 habitantes, a tener hoy 970. Y el dato no es gratuito; la ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, dice en su artículo 75 bis y cito textualmente “Los miembros de Corporaciones locales de población inferior a 1.000 habitantes no tendrán dedicación exclusiva. Excepcionalmente, podrán desempeñar sus cargos con dedicación parcial” y solo lo harán cuando el Estado tenga presupuesto para ello. Es decir; con menos de 1.000 habitantes el alcalde de Camaleño no puede cobrar salario a menos que el Estado tenga presupuesto, porque es ilegal.
Es tal la red de relaciones clientelares y caciquismo que hay instaurada en Liébana, que en toda la legislatura los alcaldes no se han sentado ni una sola vez a decir; oye, tenemos este problema; ¿cómo lo resolvemos juntos? No tienden puentes, no fijan puntos de encuentro y no lo hacen porque cada uno vive feliz en su reino de taifa, esperando a que lo resuelva otro.
Cuando llevamos hace meses a pleno la fusión de Potes con Cillorigo de Liébana, el alcalde de Potes votó en contra alegando que de hacerse no podríamos acceder a subvenciones, que se dan por estar básicamente en el tercer mundo de las Corporaciones Locales. Ese es el nivel de caciquismo; preferir mantener en la ruina a tu municipio, capital de Liébana y a tus vecinos fritos a impuestos, antes de que te desmonten el chiringuito. ¡Qué ejemplo daríamos al resto de los lebaniegos si la iniciativa de acabar con este galimatías político saliera del corazón del Valle!; Potes debe ser el actor principal del cambio para la Liébana del futuro.
Solo Vecinos por Liébana defiende la fusión de los 8 ayuntamientos en uno solo y la eliminación de la Mancomunidad cuando exista un único ayuntamiento. Solo nosotros hemos conseguido ponerles a todos de acuerdo en algo; VxL es peligroso para mantener la red de intereses de la que viven. Pero cada vez somos más luchando por cambiar esta realidad y la estructura de Liébana, porque hemos entendido que los intereses de unos, no pueden hipotecar el futuro de
todos.
Es hora de que el Parlamento de Cantabria incorpore en el orden del día la crisis demográfica de Liébana. Es hora de que se observe si es viable mantener 102 municipios para una población de medio millón de personas. Es hora de que se analice la realidad rural de nuestra autonomía, más allá de la costa y se desmonte el sistema caciquil, con leyes que impidan realizar contratos menores sin concurso público y con funcionarios que fiscalicen las cuentas de todos esos municipios pequeños donde los alcaldes entienden que el común es suyo y está ahí para servir a sus intereses. Está en nuestras manos dignificar la política y acabar con esta inercia. ¿Sumamos?