El acusado de la agresión a la reportera de Europa Press se reconoce en el vídeo
Manuel Santiago A.L, acusado de la agresión a la reportera de Europa Press TV el pasado 27 de octubre a la salida de un acto de Podemos al que asistía Pablo Iglesias, se ha reconocido en el vídeo que recoge los incidentes y en el que se le ve clavándole el palo de la bandera a la víctima.
No obstante, en el juicio celebrado este martes en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santander, ha negado que agrediera a la reportera que había acudido a Santander a grabar el acto, asegurando que fue ella la que tenía una actitud “desafiante” y sosteniendo su abogado que “provocó” a los participantes en los incidentes al grabarles.
El acusado, que pide la libre absolución, no ha presentado ninguna prueba en su defensa más allá de su testimonio, y ha renunciado a su derecho a la última palabra. En los juicios, mientras que los testigos tienen la obligación de decir la verdad, los acusados tienen derecho a mentir.
En su relato, él acudió a una “protesta” en el Palacio de Festivales en la que su actitud fue “en todo momento normal”.
Pero su testimonio y el visionado de las imágenes no han convencido al Ministerio Fiscal, la parte pública en todos los procesos judiciales, que ha pedido para el multa e indemnización por un delito leve de agresión.
En concreto, el Ministerio Fiscal ha pedido una multa de 150 euros y una indemnización de 120 euros por un delito de agresiones leve contra Manuel Santiago A.L., pena que la acusación de la propia reportera eleva a multa de 600 euros e indemnización de 400 euros, atendiendo a que los incidentes se produjeron mientras ella trataba de desempeñar su trabajo.
EL ACUSADO DICE QUE LA REPORTERA “PROVOCÓ” AL GRABAR LOS INCIDENTES
El acusado también ha admitido que sí llevaba la bandera, con el correspondiente palo, pero ha negado que lo utilizara para golpear a la reportera, sino que, ha dicho, en realidad estaba intentado apartar a gente.
Es más, ha dicho que fue ella quien tuvo una actitud “desafiante” ante las banderas y que “mete la cámara” delante de personas, en lo que su defensa ha calificado de “provocación”.
Manuel Santiago A.L. ha añadido que fue ella quien agredió a una señora. La reportera replicaba que desde su ángulo le era imposible ver nada, remitiéndose a las imágenes grabadas desde su cámara en las que se ve que tiene la visión tapada ante las continuas injerencias de los protagonistas del tumulto, que le tapan el objetivo con las banderas mientras la zarandean.
Para la acusación, el visionado del vídeo es lo suficientemente “contundente” para que no quede “ninguna duda” de que Manuel Santiago A.L. es el agresor. En las imágenes se ve además como la víctima “se toca el costado” por el dolor, por el que requirió asistencia sanitaria documentada.
De hecho, ella ha contado que fueron los dos golpes que recibió: como el primero no fue suficiente, el segundo lo hizo con “más fuerza”, y después de “tomarse tiempo en retirar la bandera para poder usar sólo el mástil. La víctima ha reconocido su agresor, no sólo por las imágenes, sino porque le había visto a lo largo de la tarde mientras ella trabajaba.
La defensa de Manuel Santiago A.L. ha cuestionado el propio vídeo, dudando de su “veracidad” y apuntando que “puede haber tenido alteraciones” posteriores y que no procede de una grabación de la cámara de la propia víctima, por lo que no le ve “validez”. La agresión, tal y como se ve en el vídeo, fue por la espalda, por lo que difícilmente pudo grabarla la reportera desde su cámara, pero sí constan otros vídeos, como el que se ha aportado como prueba, que recogen los hechos.
En cualquier caso, de ser aceptado, insiste en que “no se infiere ninguna agresión”, sin que fue ella quien “provocó” a los manifestantes al grabarles por lo que “cualquiera pudo ser el agresor”, de modo que esta parte sostiene que sin vídeo el proceso se limita a un cruce de versoones distintas.
VARIOS INCIDENTES A LA SALIDA DE UN ACTO
La reportera grabó las imágenes porque a la salida del acto se produjeron varios incidentes: el que afectó al director de EL FARADIO, Oscar Allende; insultos a varias mujeres (“pero que feas sois”, “sois horrorosas”) o a una menor de edad de padre cántabro y madre sudamericana a la que los participantes en los incidentes instaron a “iros del país”
Los hechos sucedieron el pasado 27 de octubre, el mismo día de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) en Cataluña: con motivo de la presencia de Pablo Iglesias en un acto de Podemos Cantabria en el Palacio de Festivales se convocó a través de whatsapp una protesta a cuyo término se produjeron incidentes que afectaron a miembros de la prensa y del público, que tuvieron repercusión nacional y que provocaron múltiples mensajes de rechazo y condena.
La convocatoria se hizo a través de un grupo de Whatsapp en el que se lanzaron mensajes como «rojos de uno en uno al paredón”, se animó a “llevar bates” o a “pisarles la cabeza” a los “perroflautas” y “putos progremitas”, sin que ni el Ministerio Fiscal ni el juzgado hayan considerado que se trate de un delito de odio.
Los incidentes han sido denunciados por Podemos ya que no se había comunicado la convocatoria a Delegación de Gobierno, que finalmente ha impuesto sanciones por incumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana, que establece que las concentraciones deben comunicarse previamente, a cinco de sus organizadores.
Uno de ellos ha recurrido la sanción, es uno de lo que está acusado por el director de EL FARADIO Oscar Allende, en el segundo proceso judicial abierto.
El otro es el conocido como ‘Paco Micro’, conocido speaker en carreras deportivas organizadas por la Peña De Fondo Cantabria, que recibe dinero público y que organizan eventos como la San Silvestre santanderina en la que se recurre como locutor a él, a quien además le consta ya previamente una condena firme por amenazas.
La última ha sido este mismo fin de semana, en una marcha organizada dentro de los actos del Año Lebaniego con el apoyo del Ayuntamiento de Santander o el patrocinio de Liberbank.
María
No entiendo que se ponga el nombre de alguien que aún no ha sido imputado. Alucino que se grabé y se saquen imágenes del imputado dentro de una sala de justicia.
Oscar Allende
Se ha puesto el nombre y los apellidos con siglas, es la práctica habitual en medios de comunicación en información de tribunales. Y claro que está imputado. Lo que no está es condenado. Sacar imágenes de alguien dentro de un juzgado también es habitual desde hace años. Lo vemos a diario (hoy mismo, el juicio de los EREs) en los medios. Lo que se ha hecho con esta información es la práctica habitual en la información de tribunales durante años, de acuerdo a lo que autoriza el propio poder judicial.
María
Por equivocación he puesto imputado cuando debe ser acusado. Figura Manuel Santiago
María
Y que le pueda grabar sin consentimiento judicial … se lo podrían explicar varios letrados lo que se puede y no puede hacer
Oscar Allende
Ambas prácticas son frecuentes, insisto. Autorizadas por el Poder Judicial, por tanto, por el juez correspondiente.
María
Figura el nombre y no estoy de acuerdo en la grabación. Lo sabía el juzgado o se hizo sin exhibir la cámara?
Oscar Allende
Es siempre así: por sistema los medios gráficos pueden hacer fotos durante el juicio siempre y cuando no estorben (es decir, por los laterales, no de frente=. En cambio, está prohibido hacerlo en los pasillos. Grabaciones de vídeo se permiten, pero no en directo, sino para emitir fragmentos en televisiones. La foto está hecha con el móvil, pero se vio claramente que la hice –al ser práctica habitual, no tuve necesidad de esconderme–, y, pese a ser la práctica habitual, consulté al gabinete de prensa del Poder Judicial en Cantabria su uso, trasladándome, tras hablar con el Juzgado en cuestión, que, como siempre, ningún problema. Entiendo que sorprenda, pero es lo habitual.
María
No tengo más interés que la extrañeza que me ha provocado la noticia.