De la Serna agiliza la A-73 (Aguilar-Burgos) con el modelo del ‘peaje en la sombra’
El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, ha anunciado este viernes su plan para agilizar la construcción de la A-73 entre Aguilar de Campoo y Burgos, que una vez finalizada se estima que acortará en 35 minutos el tiempo de viaje desde Santander a Madrid.
En la subdelegación del Gobierno de la capital burgalesa, como ha adelantado la Agencia EFE, De la Serna ha explicado la puesta en marcha de un concurso de concesión de obra y mantenimiento a 30 años con una inversión de 534 millones de euros, de los cuales 358 millones serán para la licitación de la obra y 167 para la conservación y el mantenimiento.
Así, el proyecto contempla la construcción de los cuatro tramos (61,4 kilómetros de los 71 totales) que aún están en fase de redacción, el mantenimiento del que está en fase de construcción (Ferrovial), una vez sea finalizado, y la también conservación de los dos que están construidos, que sirven de enlace entre Burgos y Quintanilla de Vivar.
Fuentes consultadas por EL FARADIO han explicado que la concesión de obra y mantenimiento no incluye necesariamente un peaje a los usuarios; es el Estado el que abonará un canon a la empresa adjudicataria a partir del momento en que la infraestructura entre en servicio.
EL PEAJE EN LA SOMBRA
Se conoce como peaje en la sombra. Es una fórmula de financiación que consiste en que el Estado no paga la obra hasta que está disponible y lo hace aplazado con el abono de un canon de 30 años a la adjudicataria, con lo que elude el cómputo del déficit.
Los peajes en la sombra se financian con los impuestos de todos, usuarios y no usuarios. Es un modelo que se empezó a utilizar en el Reino Unido aunque comporta riesgos de sobrecostes y mayor endeudamiento a medio y largo plazo. Se calcula en base a la inversión, la duración de la concesión y el tránsito de vehículos. Otra opción en Europa es la ‘viñeta’, abonos por días, semanas o meses que pagan sólo los usuarios.
La idea del ministro es, si los plazos se van cumpliendo, que las obras empiecen «aproximadamente en un año» – coincidiendo con las elecciones municipales y autonómicas de 2019.
Aunque no arranquen las obras para las próximas elecciones, el cambio de modelo en la A-73 permitirá ‘vender’ algunos avances al ministro de Fomento antes de la cita electoral.
De hecho, De la Serna ha anunciado esta actuación concreta en Burgos pero la finalización de la A-73 se enmarca en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) que presentó Mariano Rajoy en junio de 2017, por un montante de 5.000 millones de euros para toda España.
Ahora tiene que salir a información pública el estudio de viabilidad, con un mes de plazo para alegaciones. Posteriormente se dará luz verde al concurso, que durará cuatro o cinco meses en los que las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas. Y una vez se resuelva el adjudicatario, tendrá otros cuatro o cinco meses para presentar el proyecto de ejecución y comenzar las obras.
El ministro ha destacado que si no hubiera sido por esta fórmula el Gobierno «habría sido incapaz de hacerlo en un contrato único y habríamos tardado más años utilizando los presupuestos ordinarios» – el mismo argumento que se ha utilizado en colaboraciones público-privadas como la de la finalización del Hospital Valdecilla-.
Las empresas cubren un 20% de la inversión inicial, tendrán hasta un 40% del Banco Europeo de Inversiones y deberán encontrar la financiación restante.
La obra se pagará por vía extrapresupuestaria, fuera de los Presupuestos Generales del Estado, después de «un estudio de viabilidad y análisis coste-beneficio» realizado en los últimos meses, sobre un proyecto que ha sido analizado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que incluye «beneficiarse de unas extraordinarias condiciones de liquidez del Plan Juncker«.
35 MINUTOS DE AHORRO
La A-73 es una reivindicación histórica de Cantabria. La ruta de Aguilar a Burgos es la más directa para enlazar con la A-1 y seguir hacia Madrid, pero actualmente no es necesariamente la más rápida ni la más cómoda, porque además de obras suele haber mucho tráfico de camiones y vehículos pesados.
Desde que se finalizó la A-67 se puede hacer todo el recorrido Santander-Madrid por autovía, dejando atrás Aguilar de Campoo y enlazando en Osorno con la A-231 (León-Burgos).
Sin embargo, en tiempos apenas hay diferencias entre ambas alternativas y de ser más rápido alguna de las dos, esta sería por la actual carretera N-627, mientras que por autovía, por Osorno, y respetando los límites de velocidad, el trayecto puede ser más cómodo o más seguro pero no más rápido, porque supera las dos horas para completar el Santander-Burgos.
Con la A-73 finalizada se estima que los conductores ahorrarían hasta 35 minutos entre Santander y Burgos. Según otras fuentes sólo se recortarían 20 minutos en tiempo de viaje.
MÁS DE UNA DÉCADA EN OBRAS
La Autovía de Aguilar (A-73) es una reivindicación histórica de Cantabria, una comunidad autónoma dependiente del transporte por carretera en sus conexiones con la meseta y la capital de España.
El PP, en la oposición en Cantabria y en España, de 2004 a 2011, incluyó la infraestructura constantemente entre las reclamaciones al Ejecutivo de Zapatero, que puso en marcha en proyecto pero lo tuvo que paralizar con la crisis de 2010.
En las dos legislaturas de la administración Rajoy tampoco se ha podido terminar. Se han concluido dos tramos, los más cercanos a Burgos y los más sencillos técnica y económicamente. 10 kilómetros que suponen un 15% del total.
Pero restan cinco tramos que se han visto afectados por la quiebra de alguna de las empresas adjudicatarias y los retrasos e incumplimientos en otros casos, como contaba el 18 de febrero Daniel Martínez en El Diario Montañés, sobre el largo invierno de la A-73.
En marzo, a iniciativa de Ciudadanos, el Congreso pidió a Fomento que agilizara los trámites para finalizar la autovía, para que fuera una realidad «lo antes posible».