El macabro flujo que no cesa
Se dice que el comercio, dentro de una estructura económica básica, debe mantener un flujo/tránsito de bienes y mercancías; para ser viable. Queda claro que, para los “suministradores de equipamiento de defensa” (un tecnicismo, para denominar a los actuales traficantes de armas), este principio; se debe cumplir a rajatabla. Máxime, cuando mañana (como indica El Faradio en su artículo “EL BAHRI HOFUF CARGARÁ 40 CONTENEDORES DE ARMAMENTO EN EL PUERTO DE SANTANDER”), dicho navío -tristemente conocido por parte de la población santanderina-, volverá a cargar su interior de armamento de combate.
Con destino más que probable al Reino de la Casa de Salud y posteriormente; con destino al “Vietnam Árabe” (Yemen). La tensión aumenta a fecha actual, habida cuenta que de modo subrepticio no pocos analistas consideran que Riyadh está organizando un ataque relámpago; sobre su enemigo regional por antonomasia (la República Islámica de Irán).
¿Como es posible que buques cuyo destino y cargamento, son de sobra conocidos, puedan seguir fondeado embarcaderos españoles, o de otros países de la UE? David Kilcullen (entre otros), historiador australiano y ex analista de inteligencia del Departamento de Estado de EEUU durante la época de la 1ª Guerra Civil Iraquí (2006-2009), lo dejó claro: “EEUU y Reino Unido deben de dejar de financiar la brutal guerra saudí en Yemen”.
También tiene que ver mucho el acuerdo de 110.000 millones de dólares, suscrito entre Washington y el Príncipe Heredero Saudí, Mohammed Bin Salman, para adquirir armamento desde Washington.
No pocas ocasiones, como indicó Arnold Toynbee, la historia tiende a repetirse -para mal-. Los sucesos de esta mercadería de armas y distribución sin control alguno, recuerdan al fin de un escándalo acaecido hace exactamente, tres décadas atrás. No es otro que el caso “Irangate” o “Irán-Contra”. Suceso por el cual Ronald Reagan, incapaz de financiar a la guerrilla de la Contra nicaragüense, por un veto de la Cámara Alta Estadounidense, optó por vender armamento pesado al Irán de los ayatolá y con ese dinero negro obtenido, armar a los opositores armados al gobierno Sandinista.
Curioso que también, un país que hoy habla de la amenaza nuclear iraní (Israel), fuese intermediario en este trato sangriento, dado que “Irán era su enemigo, pero el Irak de Saddam Hussein era 1000 veces más peligroso”, en palabras del ex director de los servicios secretos israelíes en aquella época, Efraim Halevy. Ahora, tras el caos en Irak desde 2003, con un país casi balcanizado por los sucesos ocurridos entre 204 y 2017; durante el auge del autoproclamado “Estado Islámico”, la teocracia persa es el nuevo Satán. Nada se dice de los (nulos) derechos humanos en Arabia Saudí, el cuasi régimen de apartheid usado por Binyamin Netanyahu frente a los territorios ocupados palestinos y su brutal respuesta a las huelgas de las últimas semanas, etc.
Para finalizar, con otro factor deplorable: El nulo interés de la Comisión Europea por establecer unos controles básicos relativos a la entrada y salida de buques de gran tonelaje en puertos del viejo continente, junto a la vigilancia del tipo de mercancías que contienen, amén de su destino final. Desgraciadamente, si bien la iniciativa ciudadana, ha dado una respuesta ejemplar (mismamente en el caso de los últimos navíos atracados en el puerto de Santander y anteriormente, el de Bilbao, donde se empezó a conocer el macabro historial de estos contenedores marítimos), el poderío del lobby industrial y de defensa, deja poco espacio para una denuncia contundente y definitiva; de las autoridades nacionales.
Unido a ello, la descentralización de los muelles unido a varios vacíos legales (no pocas veces, se pasan la “patata caliente”, entre autonomías, gobiernos locales y administración central, para evitar inmiscuirse en negocios de miles de millones de euros), impide que sucesos tan deplorables y execrables, como los mencionados desde principios de marzo de este año sigan ocurriendo sin respuestas en el horizonte más cercano.
El 19 de enero de 1961, en su discurso de despedida, tras terminar su mandato, el presidente Dwight David Eisenhower, pronunció la siguiente alocución; donde advertía de los peligros del conocido como “Complejo Industrial-Militar”. Siendo mañana 15 de Marzo, y cuando se cumplen 8 años del inicio del movimiento de “Los Indignados”, bueno sería tenerlo en cuenta:
“Nuestro trabajo, los recursos y los medios de subsistencia son todo lo que tenemos; así es la estructura misma de nuestra sociedad. En los consejos de gobierno, debemos evitar la compra de influencias injustificadas, ya sea buscadas o no, por el complejo industrial-militar. Existe el riesgo de un desastroso desarrollo de un poder usurpado y [ese riesgo] se mantendrá. No Ydebemos permitir nunca que el peso de esta conjunción ponga en peligro nuestras libertades o los procesos democráticos.”