‘El emocionómetro’ de Susanna Isern sube…a las tablas
Recién graduada en Psicología y después de estudiar el máster, Susanna Isern aprendió en su primera consulta que su trabajo no iba a ser sencillo.
Relata que se encontró con una “barrera” que le hacía imposible comunicarse con el primer niño al que atendía. Fue entonces cuando decidió escribir un cuento en el que el protagonista tenía los mismos problemas que su paciente. Al día siguiente le leyó la historia y la sesión fue «perfecta». Tras ese cuento, Isern ha publicado cerca de 50 historias.
Una de ellas, “El emocionómetro del Inspector Drilo” (NubeOcho ediciones, 2016), incluso ha llegado al teatro. El estreno de la obra fue el pasado mes de febrero en el Teatro Cervantes (Málaga) y la compañía Acuario Teatro fue la encargada de adaptarla.
El libro de la psicóloga y escritora cántabra, que cuenta con las ilustraciones de Mónica Carretero, se representó como un musical.
La obra trata de Drilo, un cocodrilo experto en las emociones y que ayuda a otros animales a identificarlas mediante el emocionómetro. Tras agotar las entradas para la primera representación, la obra ha iniciado una campaña escolar en Huelva. Además, la compañía, que celebra sus 40 años de trayectoria con esta obra, planea una gira que podría llevar a Drilo y las emociones por toda España.
“Nos encantaría ir a Cantabria”, admite Diego Guzmán, director de la representación teatral, a EL FARADIO. “Estoy seguro de que en Cantabria el público estará interesado”.
Las obras de Isern, que además de psicóloga y escritora es profesora de Psicología del Aprendizaje en la Universidad Europea del Atlántico, se han traducido a doce idiomas. Además, la psicóloga cántabra ha recibido premios en España y Estados Unidos por varias de sus obras. Para ella la literatura es un método que usar en la psicología, y trata de trasladar esta herramienta a sus alumnos.
La adaptación de “El emocionómetro del Inspector Drilo” al teatro ha sido fruto de la sinergia entre la editorial, la autora y la compañía de teatro.
El editor del libro, Luis Amavisca, se reunió con Guzmán, de Acuario Teatro, y decidieron transformar la obra de Isern en una representación teatral. Guzmán, que cuenta con 40 años de experiencia en el teatro, define la obra como “un reto y una delicia”. La elaboración del guion de la obra contó con la supervisión de la escritora cántabra.
Guzmán cuenta que la adaptación fue un reto porque el libro contiene métodos y expresiones que ayudan a los niños. El director trató de mantener esas herramientas en la obra de teatro. “Susanna lleva todos sus conocimientos a la literatura”, describe Amavisca a EL FARADIO.
El éxito de ‘El emocionómetro’ no ha sido una sorpresa. Tanto el editor como la autora explican que el libro es original y que siempre confiaron en sus posibilidades. El inspector Drilo cuenta con el emocionómetro, un artilugio que le permite identificar, medir y regular las emociones. Isern comenta que los niños gestionan correctamente las emociones mediante impulsos que “suelen ser los correctos”. Aun así, cree que necesitan ayuda para entenderlas y regularlas.
Los adultos también pueden extraer aprendizajes de la obra de la escritora cántabra. Ella opina que carecemos de herramientas para gestionar las emociones, tanto los niños como los adultos. Guzmán, cuya compañía teatral está dirigida a los más pequeños, añade que toda obra infantil tiene enseñanzas “para quien se deja enseñar”.
“’El “emocionómetro’ es una obra para tener en casa”, cree Isern. De hecho, sus obras se basan en la observación que hace de sus pacientes y de sus hijos. Todo lo que hacen, explica, le da muchas ideas. “Son como mis conejillos de indias”, bromea.
Isern, que ha vendido 10.000 ejemplares de su obra del inspector Drilo, admite que tiene ganas de explorar. Su editor explica que otras de sus obras, como “Daniela Pirata” (NubeOcho ediciones, 2017), han tenido gran éxito y que, además, transmiten un mensaje. Respecto a futuros proyectos, Amavisca avanza que habrá “grandes sorpresas”.
De momento la escritora y psicóloga disfruta del éxito de “El emocionómetro del Inspector Drilo” y de su adaptación al teatro. Tras la representación de la obra en Málaga, Isern tratará de acercarla a su tierra. “Me gustaría traer la obra a Cantabria”, dice.