La Ortiga expone en un foro estatal su apuesta: descentralización y cambio
El proyecto cultural de pensamiento crítico La Ortiga defendía la semana pasada en un foro organizado por el Gobierno central su apuesta por la cultura local, descentralizada y concebida como un motor de cambio social.
El escenario era el “II Foro Cultura y Medio Rural. Miradas desde lo contemporáneo” en Segura de la Sierra (Jaén), organizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, dentro de las propuestas de su espacio Cultura y Ciudadanía, y asistieron una veintena de propuestas culturales de todo el país.
El objetivo de esta puesta en común entre grupos de distintos territorios era redactar un manual que sirva como itinerario estratégico para mejorar la calidad de las políticas culturales en el medio rural.
La Ortiga fue la única representante de Cantabria, con la ponencia ‘El obrador de sueños: imaginarios de lo posible desde la cultura glocal’, a cargo de María Montesino.
La Ortiga, proyecto cultural que nace en Santander en el año 1996 como revista de arte, literatura y pensamiento, lleva desde el año 2005 deslocalizando sus distintas propuestas culturales.
Por esta razón, se presentaron en el foro todas las actividades diseñadas y desarrolladas por La Ortiga con una mirada glocal: sus talleres itinerantes de poesía visual, ciencias sociales, pensamiento crítico y gastronomía, las colecciones de revistas “La Lunazul”, “Los Qdernos de La Casa de Fresno”, “Antropológicas”, “Pharresia” y “El velo del paladar”, sus exposiciones, recitales y encuentros con escritores, filósofos, artistas y poetas.
En su intervención la socióloga María Montesino (muy implicada también en el medio rural con apuestas como la cooperativa ganadera Siete Valles de Montaña) explicaba como sus actividades se acercan más a las comunidades de pensamiento electivas que a las tradicionalmente adscritas a un origen determinado.
Ellos conciben la cultura, “las culturas”, como un “espacio para la resistencia y la lucha por un cambio social que nos ofrezca herramientas de libertad, soberanía y visión crítica, independientemente del medio que habitemos”, con una perspectiva política en su sentido más amplio, el de la participación ciudadana que debe fomentarse .
En la misma línea, defienden la educación como “pilar” de ese “cambio futuro”, y en la que deberían tener más peso las humanidades.
Montesinos reivindicaba la libertad de expresión y creación como “fundamentales” en un Estado de Derecho, por lo que su defensa desde la cultura se ve como una “prioridad”.
Desde su perspectiva, creen que la cultura debe tener un acceso libre y gratuito, que ayude a “todas las periferias” ((urbano-rurales, riesgo de exclusión, discapacidad…), y atender a valores como la sostenibilidad ambiental, el feminismo, la diversidad cultural y la justicia social.
Se trata, en suma, de “recuperar” espacios para el debate y generar nuevas dialécticas al considerarse “imprescindible” para tener una sociedad “emancipada”, para lo que también es necesario “detectar las huellas del caciquismo y las prácticas clientelares” como forma de ayudar a mejorar la calidad y variedad de la oferta cultural en medios tradicionalmente movidos por “estas estructuras premodernas de presión social y coacción”.
Las conclusiones de todos los grupos se podrán consultar próximamente en la página del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.