No hace tanto, una generación de españoles se tuvo que ir (ida y vuelta en el día) a Francia para poder ver en cines ‘El último tango en París’.

Fariña en Portugal

Ahora que las toallas ya están en todas partes (sí, vamos tópico tras tópico), otro de los motivos para ir a Portugal puede ser también la posibilidad de hacerse con ‘Fariña’, el libro prohibido en España, secuestrado judicialmente de forma cautelar (es decir, ni siquiera hay sentencia sobre el fondo del asunto, es un por si acaso) ante la denuncia por derecho al honor de un exalcalde que sale mencionado en las páginas haciéndose eco de los hechos probados de una sentencia judicial (y que también tratará de prohibir la difusión de Fariña en tierras lusas, según ha anunciado ya).

El libro está escrito por el periodista Nacho Carretero (EL PAÍS) y editado por Libros del KO, editorial muy volcada hacia los reportajes novelados y dos de cuyos socios son cántabros.

A Portugal llega de la mano de Desassossego, en la que es la primera traducción fuera de nuestro país, que se vende con la pegatina de «prohibido en España»

Cuenta una historia muy cercana geográficamente a Portugal (de hecho hay escenas de la serie ambientadas allí, en una especie de exilio al que tuvieron que irse los narcos gallegos), la de cómo se pasó del contrabando de tabaco y otros productos al de la droga, aprovechando la red de distribución ya existente, en un tráfico que cambió Galicia e infiltró a toda la sociedad.

Es una más de las paradojas que rodean a la historia de Fariña: prohibida por tres líneas en España (en cualquiera de sus versiones, incluida la originalísima Web que permitía leerla dentro de El Quijote), pero no la serie de televisión, sin saber siquiera si ese contenido cuestionado tendría reflejo en la pequeña pantalla).

Y mientras al hilo de la serie, ya concluida en Antena 3, personajes que han recobrado notoriedad ante su emisión han anunciado sus propias memorias, caso de Laureano Oubiña.

El secuestro judicial de ‘Fariña’ ha perjudicado a lo que no deja de ser una editorial pequeñita que tenía mucha expectativa en un producto tan mediático: no han podido venderlo durante la emisión (que hubiera supuesto un efecto arrastre), pero tampoco en el que es uno de los eventos editoriales más seguidos por el público en términos de ventas, la Feria del Libro de Madrid, recién concluida.

“Es una sensación de injusticia constante”, recordaba el periodista y editor Emilio Sánchez Mediavilla en conversación con EL FARADIO DE LA MAÑANA, un cartel ha recordado a los lectores que se preocupan por el futuro del libro que en ese caseta no se podía vender ‘Fariña’.
Sánchez Mediavilla ha vivido con “sensaciones muy encontradas” el éxito de la adaptación televisiva, por una parte, todo un logro para la editorial, pero, por otro, con la frustración de todo lo que ha rodeado al secuestro del libro.

De momento mantienen “una pequeña esperanza”, pendientes de la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, sobre si se mantiene o no el secuestro.