Son tiempos de las Kellys (las camareras de piso, en una inspiradora lucha tras ver rebajada su categoría y sueldos), de las trabajadoras de la dependencia o del telemarketing, en la que a la precariedad de salarios se suma la de derechos: mientras se agudizan las rentas más altas y las más bajas, se suceden los retrocesos en derechos laborales, como vienen demostrando Las 9 de Aon, que empezamos a conocer mejor.

Escena de ‘La mano invisible’

La asociación cinéfila La Llave Azul proyecta este jueves ‘La mano invisible’, adaptación de la novela del mismo título del escritor Isaac Rosa, cronista de la precariedad de una (desencantada) generación.

En ella David Macián adapta la historia, que junta en una nave industrial a profesionales de diferentes ámbitos contratados para realizar su trabajo frente a un público y que no saben el porqué.

Son once personas: un albañil, un carnicero, una costurera, una teleoperadora, un camarero, un mozo, un mecánico, un informático y una limpiadora, implicados en un tapiz que se mueve entre la obra de arte, el reality show o el experimento macabro.

Los protagonistas no saben ante lo que se hallan, ni quien es la mano que mueve los hilos en ese perverso teatrillo que evoca en su título a la máxima de Adam Smith invocada para hablar de la autorregulación del mercado.

Con su debut en la dirección de largometraje tras su experiencia como cortometrajista, el director murciano ha recorrido diferentes festivales como el Festival de Cine Europeo de Sevilla, el Festival Internacional de Cinema de Tarragona, el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián o los Premios Feroz.

La Mano Invisible se estrena en Santander este jueves, 14 de junio en el Casyc Up a las 20 horas, con precio de la entrada a 4 euros, y entradas a la venta en Internet, Red de cajeros Liberbank . 902 10 66 01 (24 horas) y en la taquilla.

Tras la proyección se contará con la presencia del director por videoconferencia.