El barco saudí Bahri Jazan abandona el Puerto de Santander rumbo a Motril
El buque Bahri Jazan, que transporta contenedores con material armamentístico en dirección a Arabia Saudí, ha abandonado el Puerto de Raos de Santander entorno a las 15.30 horas de la tarde de este jueves, según ha informado la Autoridad Portuaria.
El barco había llegado sobre las 06.00 de la mañana y ha partido ya, tras varias horas cargando en el muelle 3 de Raos, rumbo a Motril donde se espera su llegada el próximo 26 de junio.
Su visita, como ya ha ocurrido anteriormente en el pasado, previsiblemente tiene el objetivo final de exportar un nuevo cargamento de armas hacia Arabia Saudí para utilizar en su guerra contra Yemen. Un conflicto que ya ha causado 12.000 muertos, 21.000 heridos y dos millones de desplazados.
El barco, que se construyó en el año 2013, proviene del puerto de Le Havre, una ciudad del noroeste de Francia, en la región de Normandía. Fue el mismo puerto del que partió la última vez que recaló en Santander, el pasado mes de abril, donde el Bahri Jazan cargó 40 contenedores con armamento.
Esta primavera, este barco y su hermano de la misma naviera saudí, el Bahri Hofuf, han levantado contestación por parte de grupos activistas en Bilbao, como Greenpeace y Ongi Etorri Errefuxiatuak, que consiguieron que se les denegara el atraque en el puerto vasco.
Todo comenzó en Bilbao a raíz de la negativa de un bombero a asistir este barco, que ha provocado la creación de la comisión La Guerra Empieza Aquí. Este movimiento social está impulsando un documental para explicar en detalle todo lo que se está haciendo en su puerto y las empresas que fabrican armas.
Entonces el tráfico de armas se desvió hasta Cantabria, donde fuentes portuarias afirman que cada semana atracan y salen buques con material armamentístico. Además, el Bahri Hofuf desconectó las señales de localización marítima durante aproximadamente 24 horas y cuando conectaron de nuevo el sistema ya estaba atracado en Santander, en lugar de en Bilbao, el que iba a ser su destino inicial.
LA CIUDADANÍA CLAMA CONTRA LAS GUERRAS QUE CREAN REFUGIADOS
Este miércoles, con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, se ha celebrado la inauguración del Pasaje de las Personas Refugiadas en Santander para conmemorar a estas personas que deben salir de sus hogares huyendo de los conflictos, el hambre, la violencia y el terrorismo.
En el acto se ha desarrollado una performance participativa y se ha leído un manifiesto donde se ha reclamado que se deje de enfocar la mirada “en lo económico” porque “la persona tiene que ocupar el punto central de las políticas”.
“Hay políticas económicas que favorecen el consumo excesivo por parte de los países desarrollados y que dejan excluidos con lo más básicos a muchos países”, han criticado, comprendiendo que “debe existir un orden en los movimientos migratorios pero siempre atendiendo a la legalidad y procurando que las migraciones “sean fruto de una decisión libre y no nacidas de la necesidad más absoluta”.
En el manifiesto han cargado contra el comercio de armas que “conlleva las guerras y los desplazamientos”, al mismo tiempo que han recordado que “tenemos unas leyes que nos obligan a garantizar el amparo de las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares”.
RECHAZO SOCIAL Y POLÍTICO
Tras las primeras denuncias de colectivos como Pasaje Seguro, que están abanderando la protesta por estos tráficos con recogidas de 18.000 firmas en Change.org y protestas, los partidos políticos han tomado también la palabra.
Hasta el momento, el Parlamento de Cantabria y el Gobierno autonómico se han pronunciado contra este tipo de tráficos en el Puerto de Santander, que también se abordará en el Congreso de los Diputados.
En el Ayuntamiento de Santander no prosperó la moción en contra y en la dirección del Puerto de Santander también se ha debatido el tema, aunque se ha mantenido que no se puede prohibir este tipo de compra-ventas.
Sin embargo, los colectivos sociales esgrimen que se trata de tráficos irregulares: las normas internacionales prohíben la venta de armas a países en guerra o que violen derechos humanos.
En este caso, es una compañía saudí, donde acaban las armas, en un país implicado en la guerra de Yemen, donde ha protagonizado bombardeos a objetivos civiles como colegios u hospitales.
Arabia Saudí mantiene acuerdos comerciales con España ligados a las armas pese a que el Gobierno central ha admitido que no puede conocer si el material que le vende acabará siendo usado en Yemen.