Este jueves la Audiencia de Navarra ha decretado la libertad provisional para los cinco hombres conocidos como La Manada, que fueron condenados hace dos meses por violar a una chica de 18 años en los San Fermines de Pamplona de 2016.

Ahora, a dos semanas de cumplirse el segundo aniversario de estos hechos y de celebrarse una nueva edición de fiestas que el Ayuntamiento de Pamplona y la Comunidad Foral querían distinguir como tolerancia cero a las agresiones… viene el capote final.

Es el último mensaje que se nos deja a las mujeres tras las masivas manifestaciones que se han protagonizado este año el 8 de Marzo.

No es un abuso, es una VIOLACIÓN

Con esto, nos vienen a decir que la agresión y profanación de nuestro cuerpo no es un problema público, pese a que datos del Gobierno de España cifren que cada 8 horas se viola a una mujer en este país.

Al igual que los asesinatos machistas, se sigue sin ver que las agresiones contra las mujeres, ya sean físicas, sexuales o psicológicas, forman parte de una cultura de la que todos y todas somos hijos e hijas. Una cultura patriarcal que debemos superar y erradicar.

ESTOS CASOS REVICTIMIZAN A LAS VÍCTIMAS

El camino para lograr la igualdad real es que las mujeres no debamos tener miedo cuando vamos solas por la calle de noche, o nos preguntemos cuando nos quedemos a solas con un hombre si debemos temer por nuestra seguridad.

Porque en este tipo de casos, y el mayor problema del caso de La Manada es ese, es que se revictimiza a las víctimas. Vivimos en una época en la que hay más concienciación que nunca, cierto, pero también hay más cuestionamiento.

Si vestimos de una forma, si nos mostramos coquetas, si vamos solas, si aceptamos la compañía de desconocidos, si guiñamos un ojo o sonreímos… Parece que cualquier cosa vale para justificar que “nos lo buscamos”.

Así que no es de extrañar que este caso haya calado tan hondo en la ciudadanía. Porque ha despertado más apoyos que nunca pero la víctima ha sido más atacada y cuestionada que nunca.

Ha habido páginas web en las que se han publicado los datos de esa chica con el fin de localizarla y señalarla públicamente. En tertulias de televisión se ha llegado a cuestionar que incluso podría haber disfrutado de haber sido violada por cinco elementos.Incluso un juez emitió un voto particular en la sentencia que en los hechos podría estar ajustado a derecho pero donde incluyó opiniones personales que han provocado las arcadas de miles de mujeres y también hombres.

¿QUÉ HACE FALTA PARA DETERMINEN QUE NOS HAN VIOLENTADO?

Cabecera de la manifestación contra la sentencia del caso de la Manada en Santander || Foto: El Faradio

Hace dos meses las calles se llenaron espontáneamente para condenar que la sentencia, condenatoria por un 2 a 1, rebajara las penas de agresión sexual –que supone violación con violencia- a abuso sexual continuado porque consideraban que la superioridad numérica bastó para colocarse en una situación de superioridad manifiesta que coartó la libertad de la víctima.

¿Es que acaso eso no es violencia? se aclamó desde las calles, preguntando si es necesario que te destrocen la cara o directamente te maten como a Nagore Laffale para que consideren que han ejercido violencia contra ti.

Este viernes los movimientos feministas de toda España han convocado concentraciones de repulsa por la orden de dejarlos en libertad provisional, también por un 2 a 1; y han abierto una recogida de firmas para reclamar que los condenados sigan en prisión provisional. Ya van más de 70.000 firmas.

Las protestas se han adelantado a este jueves de forma espontánea en Pamplona, el lugar donde sucedieron los hechos, y que ha tenido que cortar la programación en la plaza mayor para acoger la concentración. También en otras ciudades como Madrid, Bilbao, Palma, Vitoria o Pontevedra han salido espontáneamente para protestar contra esta medida

La mayor indignación es que el Tribunal entiende que ya no hay riesgo de destrucción de pruebas, tampoco riesgo de fuga ni de reiteración delictiva. No hay riesgo de reiteración en un grupo que en pocos meses tiene otro juicio previsto en Pozoblanco por otra violación que se destapó durante la instrucción del caso de Pamplona, ya que aprovecharon que la víctima estaba inconsciente cuando la agredieron. Es decir, no hay riesgo para reincidir cuando la propia agresión de Pamplona ya era una reincidencia en sí misma.

También se dice con esta puesta en libertad que no les consideran un peligro social. A hombres que, según los hechos probados en la sentencia, metieron a la fuerza a una mujer en un portal, la violaron, se rieron, la robaron, la amedrentaron y después se burlaron de ello difundiendo los vídeos. Sabiendo que no es la primera vez que lo hacen

Cuando uno de ellos, siendo policía –donde, para mayor gravedad, se había dedicado a atender a mujeres víctimas de violencia de género- se ha permitido escribir una carta pública donde degrada a la víctima y se da golpes en el pecho por lo que hicieron. Porque consideran que está bien lo que hicieron.

Eso manda un mensaje a todos los que piensan como ellos. Porque ellos son solo cinco y ojalá fueran los únicos depredadores sexuales en este país, pero por desgracia no es así. Mandan un mensaje que quita importancia a que, entre cinco, abusen sexualmente de una mujer. «Es normal diez contra una», llegó a decir hace poco un amigo de esta pandilla.

Y luego se extrañan de la alarma social que generan estas decisiones donde nos trasladan un mensaje tan preocupante… Las feministas hemos captado el mensaje. Con hombres como esos libres, nosotras lo somos un poco menos. La respuesta en Cantabria la daremos esta tarde, a las siete, en la Delegación de Gobierno.