El PP cántabro llama a la unidad tras el revés de la victoria de Casado para De la Serna e Igual
El Partido Popular ha resuelto su Congreso Nacional a la cántabra: el candidato de los militantes que se inscribieron no ha sido el candidato de los compromisarios elegidos. Lo que le sucedió a Nacho Diego y a María José Sáenz de Buruaga le ha pasado a Soraya Sáenz de Santamaría y a Pablo Casado.
Finalmente, será este último el nuevo presidente del Partido Popular, en una decisión que supone una nueva pérdida de poder para el círculo de De la Serna: tras perder con la moción de censura la visibilidad y presupuesto que le suponía el Ministerio de Fomento, se aleja también la posibilidad de un cargo importante en la dirección del partido que ya había anunciado la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tanto para De la Serna como para Gema Igual, alcaldesa de Santander. De la Serna venía no sólo de perder el Ministerio, sino también la mayoría absoluta en Santander, que parece difícil que pueda recuperar su sucesora, enfrentada a crisis no cerradas como la del MetroTus.
Sí que estará en la nueva dirección (el Comité Ejecutivo) del PP nacional un cántabro, Diego Movellán, exalcalde de Camargo y diputado en el Congreso.
Paradójicamente, Movellán fue un apoyo a Sáenz de Buruaga en su congreso regional, y ha coincidido en estas primarias en los apoyos a Casado con los críticos con la presidenta, nucleados esta vez en torno a la candidatura perdedora de Cospedal.
Y no es el único caso: de otro de los órganos de dirección, la Junta Directiva, de menor peso que el Comité, forma parte otra cántabra, Ana Urrestarazu, portavoz del PP en Castro Urdiales y Coordinadora de Comunicación en la dirección de Sáenz de Buruaga.
Es decir, con Casado numéricamente se mantiene la presencia del PP cántabro (dos cargos en el Comité, uno de los cuales es la presidenta del PP, Sáenz de Buruaga, en su condición de presidenta, es decir, es miembro nata), pero se reduce respecto a lo que hubiera supuesto la victoria de Sáenz de Santamaría, que planeaba contar con De la Serna e Igual, y una tercera persona en la Junta Directiva.
Fuera como fuera, del equipo formará parte en calidad de su cargo (lo que se conoce como nato) la presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, quien remarcaba que “todo el partido en Cantabria se pone ya detrás del presidente nacional Pablo Casado para trabajar desde la lealtad más absoluta y ayudar al partido a sumar y a crecer para volver a gobernar cuánto antes”.
Para ella, “el Partido Popular acaba de vivir un momento histórico y abre una nueva etapa cargada de ilusión, de confianza en el futuro y espera que de unidad porque ese y no otro es el principal mandato que ha recibido de este Congreso el nuevo presidente, Pablo Casado”.
“Ha ganado el mejor porque le hemos elegido entre todos. Ha ganado el Partido Popular y con el España y los españoles”, ha apostillado, incidiendo en que “el presidente nos necesita a todos y nos tendrá a todos a su lado”.
El discurso de Casado ha incluido referencias a Cantabria: ha asegurado que la comunidad “de Gerardo Diego” quiere “un buen presidente” y no “un tertuliano que nunca ha ganado unas elecciones”. También ha tratado de referirse al cántabro Marcelino Menéndez Pelayo, referente conservador y tradicionalista, pero se equivocó y citó al gallego Menéndez Pidal.
Casado, sobre el que se mantiene abierta una investigación judicial por las circunstancias que rodean a su Máster y que ha recibido entre otros apoyos el de Esperanza Aguirre –fue asesor de miembros de su Gobierno–, procede de Nuevas Generaciones y ha sido el candidato al que ha señalado la organización ultracatólica Hazteoir.
En su discurso, ha negado el papel del género como determinante a la hora de aspirar a cargos, ha defendido el recurso del PP contra la Ley del Aborto y ha avanzado el rechazo a la Ley de Eutanasia, en línea con su rechazo a lo que denomina «ideología de género» (sic).
En el pasado cuestionó la memoria histórica (acabó disculpándose por unas declaraciones en las que decía que la izquierda «todo el día de la fosa de no sé quien» y ha definido el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer (calificando de tema «semántico» el matrimonio entre personas del mismo sexo), además de mostrarse en contra de las adopciones en estos matrimonios.