El Gobierno central “revisará” la venta de armas tras bombardeos en Yemen
Los últimos bombardeos en (Sa’ada) Yemen, con víctimas civiles incluidos niños, han puesto el conflicto en el foco y han llevado al Gobierno central a anunciar que “revisará” su política de venta de armas.
Una política que ha causado rechazo en puertos como el de Bilbao, donde la negativa de un bombero a dar soporte a un barco desató un movimiento que canalizó en la comisión La guerra empieza aquí; y en Motril (Granada) se han llevado a la Fiscalía, mientras en Cantabria Pasaje Seguro está canalizando el rechazo a estos tráficos.
En un comunicado, el Gobierno central señala que las ventas de material militar a estos países están sujetas a “estrictas condiciones”, entre las que se encuentra la “garantía” del Gobierno de destino de que no serán utilizadas fuera del territorio de cada país (una medida concebida con el fin de evitar que acabaran llegando a países en guerra, y recogida en el Código de Conducta de la Unión Europea en materia de comercio de armas, si bien recientemente, a finales de la pasada legislatura, el Ejecutiva admitía que ese control era difícil de realizar). Es lo que sucede con tráficos como el de Santander: formalmente las armas las transporta una naviera saudí, Bahri, que está inmersa en la guerra en Yemen.
En el comunicado, el Gobierno central asegura que “revisará” las condiciones de venta de material militar para “asegurar su efectividad”.
El Ejecutivo se refería a la “gigantesca tragedia humanitaria” que se está dando en Yemen y abogaba por una “solución política”, que implica el apoyo a la figura de un enviado especial de la ONU y a una reunión convocada por este en septiembre en Ginebra.
El bombero de Bilbao que se opuso a la carga de armas en el Puerto matizaba el anuncio, incidiendo en que las normas existentes ya prohíben estos tráficos.
Habréis oído la noticia:
El gobierno revisará las «estrictas condiciones» de venta de 🇪🇸armas🇪🇸 a Arabia Saudí, incluida la «garantía de su gobierno de no usarlas fuera de su territorio»
No hay que revisar nada, lo que tienen que hacer es dejar ya de prevaricar (Hilo) pic.twitter.com/atfUHhEBg2
— inarobles (@inarobles13) 14 de agosto de 2018
LA GUERRA DE YEMEN
El resumen de lo que está pasando allí lo hacía para EL FARADIO Mariano de Miguel, historiador experto en el mundo árabe: Yemen era ya el país más pobre de la península arábiga, y fue uno de los últimos en unificarse.
La guerra en Yemen comienza hace tres años, en marzo de 2015, como una guerra civil en la que no sólo está implicado el propio país, sino otras potencias: Arabia Saudí formó una coalición con el apoyo de Estados Unidos y países de la zona ante la sospecha de que los denominados rebeldes de Yemen estuvieran financiados por Irán, a quien Arabia Saudí ve como una amenaza.
Antes de la guerra había conflictos, pero el panorama desde hace tres años deja un país dividido en tres partes, “con los señores de la guerra y las milicias campando a sus anchas”, una economía “destrozada” y una pandemia de cólera, acrecentada por el embargo al país por parte de Arabia Saudí que impide la llegada de víveres o medicamentos.
Según describía Mariano de Miguel, es una guerra en la que confluyen los motivos religiosos por la presencia de Irán, los económicos debido a que Yemen se constituye como la salida natural al mar Rojo y al Cuerno de África, y también los políticos, como forma de dar “un toque de atención” a las potencias, además de suponer un “campo de pruebas para probar máquinas de destrucción”.
En ese conflicto bélico se manejan cifras de víctimas mortales que oscilan entre 10.000 y 12.000, así como 21.000 heridos en un escenario de bombardeos contra objetivos civiles como colegios, hospitales y mercados o epidemias de cólera y difteria que están provocando el éxodo de la población y flujos de refugiados.
LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ
En Cantabria, la alarma por la presencia de barcos con armas en el Puerto de Santander se suscitó cuando el 8 de Marzo, al final de la multitudinaria manifestación por el Día Internacional de la Mujer se conoció públicamente la presencia de uno de esos barcos.
Desde entonces se han producido varias visitas, del Bahri Hofuf o del Bahri Hazan, además del Panthera (en este caso una posible subcontrata), con las consiguientes acciones de protesta, como recogidas de firmas o concentraciones. Y finalmente se ha confirmado que en realidad, aunque haya empezado a trascender ahora, el Puerto de Santander recibe prácticamente cada semana tráficos de armas o explosivos.