Los datos del paro han subido también en agosto, algo que en cualquier caso no es nuevo, ya que hace tres años también hubo descensos en el mes más álgido del verano. Pero entonces estábamos en plena crisis y ahora el discurso dominante es el de la recuperación. Y en septiembre ya no se contará ni siquiera con el estímulo del (ahora revelado como insuficiente) verano.

(Foto: Carlos Atienza)

En concreto, los datos indican que agosto de 2018 ha registrado un aumento de 241 personas en las listas del desempleo en Cantabria para situar el total de personas en paro en 32.830, aunque si se comparan con el mismo mes del año anterior, el interanual arroja una subida de un 7,3%. Es decir: agosto ha sido peor que julio (tanto en paro como en contrataciones, se contrató menos en agosto que en julio), pero mejor que el último agosto, aunque malo como el agosto de hace tres veranos. Y ha sido peor que los cinco últimos meses, en los que estaba bajando el paro.

De los casi 77.000 contratos firmados entre junio y agosto, el 93,9% han sido temporales. Cantabria tiene, de hecho, la cuarta mayor tasa de temporalidad en contratos durante esos tres meses. De esos contratos, el 76% han sido del sector servicios.

Para los sindicatos, estas cifras confirman el problema de calidad del empleo en Cantabria, temporal y precario al estar asociado a los puestos de trabajo ligados al verano, es decir, el sector servicios.

Según precisó el secretario general de UGT en Cantabria, «el problema del mercado laboral de Cantabria es tanto de cantidad como de calidad del empleo». “Éste no es el camino a seguir porque Cantabria no puede depender de que lleguen más o menos turistas para que se firmen más o menos contratos de trabajo temporales que nos permitan reducir el desempleo pero sólo durante una breve temporada», añadía tras recordar que «por desgracia, el gran problema de la hegemonía de empleos muy eventuales y precarios ya no es exclusivo en los servicios y en el turismo».

“Es un drama que ya ni el sol empuje a este mercado laboral exhausto”, se lamentaba por su parte Laura Lombilla, secretaria de Empleo de Comisiones Obreras de Cantabria, quien apuntaba que “seguimos en la montaña rusa de la estacionalidad y esperando un milagro, porque ante la ausencia de una política de cambio del modelo productivo en Cantabria dependemos de eso… de un milagro”.

CEOE ORGANIZARÁ UN ACTO PARA ANALIZAR EL MERCADO LABORAL CÁNTABRO

Para CEOE, la situaciónes preocupante hasta el punto de que ha anunciado que reunirá en las próximas semanas en un acto abierto a expertos y representantes de la sociedad para analizar la situación y recoger propuestas de medidas correctoras.

La patronal ve unas cifras que dejan a Cantabria “al borde de un cambio de tendencia peligroso para para la actividad económica y el empleo”. A su juicio, “Cantabria no ha aprovechado la oportunidad para sumarse al crecimiento económico experimentado en el resto del país lo que queda de manifiesto en datos como la reducción en cerca del 25% de los contratos firmados en un solo mes”.

Su presidente, Lorenzo Vidal de la Peña, llamaba la atención sobre que “si en enero de 2018, la Comunidad celebraba contar con 4.694 parados menos que el año anterior, hoy lamenta que 2.000 de ellos hayan regresado al desempleo a fecha de agosto”.

En el plano político, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota, se remitía a las altas en la Seguridad Social:  644 nuevas altas, lo que hace que Cantabria sea la comunidad «que más empleó creó» en todo el país.

En cuanto a la tasa de paro, Sota ha sostenido que Cantabria ha alcanzado las mejores cifras para un mes de agosto desde 2009 y actualmente se sitúa en el 12,11%, frente al 12,91% de hace un año. Por su parte, la tasa de cobertura de prestaciones correspondiente al mes de julio es del 54,43 %, por lo que mejora el 52,29% de junio.

Respecto a los contratos, los indefinidos han representado este mes el 6,35%, por encima del 6,12% obtenido en julio. Así, ha valorado que entre 2015 y 2018 la contratación indefinida durante los ocho primeros meses del año ha aumentado el 45,45%.

En el Partido Popular, su secretaria autonómica María José González Revuelta mostraba su preocupación porque  Cantabria “sigue rezagada y se crea empleo a un ritmo menor que la media nacional» y llamaba la atención sobre que la bajada del paro en términos interanuales es a costa del sector de la construcción, por las contrataciones del Ministerio de Fomento y de los ayuntamientos: «sin el paraguas de la economía española, que parece perder fuelle, y con un Gobierno de Cantabria ausente durante toda la legislatura, el horizonte no es nada halagüeño para el mercado de trabajo cántabro».

Para Podemos, esta subida es «una muestra más del fracaso estrepitoso del proyecto para Cantabria» de PRC y PSOE, con una apuesta por el modelo de sol y plata que en el Norte «ha resultado ser un tremendo fiasco porque Cantabria no es el Mediterráneo».

Para Blanco, la falta de un plan industrial para Cantabria, que aglutine a todos los sectores productivos, es la razón que explica el desastre de los datos del paro en agosto, un  mes que tradicionalmente ha sido positivo en cuanto a contratación laboral.

Desde Izquierda Unida, su portavoz Miguel Saro lamentaba que las cifras de la recuperación y beneficios empresariales no se están traduciendo en una mejora de las condiciones de los trabajadores, y lamentaba la «falta de rumbo» del Gobierno cántabro frente a la «precariedad, temporalidad y estacionalidad del mercado laboral cántabro».

Por su parte, el portavoz autonómico de Ciudadanos ,Félix Álvarez, vaticinaba que estas cifras «muestran la antesala de lo que está por venir a lo largo de los próximos meses», porque el bipartito PRC-PSOE «ya ha demostrado que no es capaz de implementar políticas de empleo que garanticen el trabajo estable para los cántabros que demandan ocupación».

En este sentido, Álvarez ha apostado por la creación de un nuevo contrato indefinido, que «proteja a los trabajadores y ayude a acabar con la precariedad laboral» que «está lastrando» el mercado de trabajo en la comunidad autónoma, además de «premiar a las empresas que despidan menos bonificando las cotizaciones, penalizando a aquellas que abusen del despido».