«Los inmigrantes no son nuestros enemigos»
La Asamblea contra el Racismo y la Discriminación de Cantabria está haciendo un llamamiento a defender la libertad y la convivencia en las calles frente al racismo, la xenofobia y el fascismo.
Bajo esa premisa han convocado una manifestación este sábado 29, que partirá a las 17.00 horas desde Cuatro Caminos para llegar a la Plaza del Ayuntamiento de Santander, bajo el lema ‘Cantabria para todas. Marejada antifascistas contra el racismo y la discriminación’.
Desde este colectivo temen que la aparición de grupos con mensajes contra ciudadanos extranjeros sea “la punta del iceberg de un fenómeno mucho más amplio y peligroso que afecta a gran parte de Europa y otros países como Estados Unidos”, citando casos como Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido, Italia, Austria, Polonia, Hungría, Dinamarca o Suiza.
La última estadística de delitos de odio del Ministerio de Interior (aún no actualizada) recogía que en 2016 se duplicaron los delitos de odio en 2016 respecto al año anterior, con 17 casos, De ellos, 5, la mayor cifra, fueron por casos de discapacidad; otros cinco por racismo o xenofobia, tres por orientación sexual; tres por discriminación de género y uno por ideología. Crecieron respecto al año previo los casos de racismo (pasan de dos a tres), y también los que tuvieron que ver con orientación sexual (también de dos a tres). Ninguno de estos casos se tradujo en investigaciones o detenciones, según reflejaba la estadística.
“Se está produciendo un alarmante crecimiento de la ultraderecha, mientras partidos de la derecha tradicional van asumiendo el discurso xenófobo”, advierten,
Y aseveran que ese tipo de mensajes “no son patriotas”, sino “hipócritas y cobardes” que se “hacen pasar por patriotas solidarios” con acciones como la recogida de alimentos que dirigen sólo a españoles –como la entidad que promueve una jornada y una manifestación en ese sentido este fin de semana–, con un discurso que “culpa” a los inmigrantes del paro, la precariedad, la pobreza o los recortes.
«Ningún trabajador es nuestro enemigo. No son los trabajadores inmigrantes quienes nos bajan el sueldo, nos obligan a trabajar sin asegurar o con jornadas de 10 horas; quienes recortan o privatizan la Sanidad y la Educación; quienes aprueban reformas laborales y retrasan la edad de jubilación; quienes suben el IVA y rescatan a los bancos o constructoras con dinero público, quienes se enriquecen con la corrupción o quienes nos involucran en guerras”, aseveran.
Al contrario, “nuestros enemigos son los grandes poderes económicos y sus lacayos políticos y contra ellos necesitamos estar unidos todos los trabajadores por encima de nuestra nacionalidad, nuestra etnia o nuestra religión”.
El llamamiento de la Asamblea se extiende no sólo a la propia cita de la manifestación, sino también a “actuar” en el día a día en “en cada empresa, en cada barrio, en cada centro de estudios, en cada ámbito de la vida”.