El Cabildo de Arriba suma nuevas cicatrices
El Cabildo de Arriba va a sumar un nuevo solar y la pérdida de dos edificios históricos, a pocos metros del bloque que se cayó en la Cuesta del Hospital y enfrente de otro solar tapiado en el que se agolpa la maleza. Son el número 1 de la calle San Pedro, y el 26 de la Cuesta del Hospital, colindantes entre sí, en mal estado y desocupados. En la calle San Pedro,a su vez, hay pisos y antiguos locales tapiados. Los trabajos durarán cuatro días.
Para proceder a ese derribo, se ha cortado el tráfico en el tramo inicial de la calle Alta.
El corte de tráfico de la calle Alta, que se llevará a cabo por motivos de seguridad durante el desarrollo de los trabajos de derribo, se producirá en la intersección con la Cuesta del Hospital, de manera que el tráfico proveniente de Cuatro Caminos deberá desviarse por la calle Garmendia hasta Calvo Sotelo.
Por su parte, los vehículos que accedan desde la calle Ruamayor tendrán dos opciones de desvío: por la calle Limón y Garmendia hacia Calvo Sotelo; o por la Rampa Sotileza hasta la calle Cádiz. Únicamente se permitirá el paso por la zona cortada al tráfico de los autobuses municipales.
La propiedad ha solicitado la licencia para el derribo tanto del número 1 de la calle San Pedro, que había sido declarado en ruina, como de Cuesta del Hospital, 26, un inmueble que se encuentra en situación de abandono y que, aunque no está declarado en ruina, presenta graves deficiencias. En ambos casos, se trata de edificios deshabitados.
No sólo desaparecen edificios en el Cabildo de Arriba: recientemente desaparecía hasta la asociación de vecinos, que votaba disolverse, exhausta de años de trámites, sinsabores, siglas y una pérdida de socios que corre pareja a la pérdida de habitantes en el único barrio que quedaba con cierta esencia previa al incendio del 41, y en el que hace más de una década se produjo un mortal derrumbe que causó la muerte a tres vecinos.
Todo en un proceso que ha sido casi paralelo a la reaparición de un clásico: ANJOCA, la constructora que acumula varios solares en el barrio, una vez superada la crisis del sector, mostraba recientemente su interés en desarrollar proyectos en sus propiedades, entre los que apuntó la posibilidad de levantar un hotel, que estaría pendiente sólo de las autorizaciones municipales.
De momento, para dar cabida a los proyectos en el barrio hace falta modificar el Plan General de Ordenación Urbana. Lo pidieron hace años los vecinos, pero ha tenido que llegar la anulación por el Supremo para que desde el Ayuntamiento se cede por ahí. En este caso, la carga de trabajo en urbanismo ha motivado que se recurra para ello a la Sociedad de Vivienda y Suelo, empresa pública municipal.