Revuelta señala a Verónica Ordóñez como factor de inestabilidad en Podemos
El exsecretario general de la formación explica los motivos que le llevaron a dimitir en el verano de 2017. Acusa a la diputada Verónica Ordóñez de estar detrás de los movimientos que llevan a la inestabilidad permanente de Podemos en Cantabria. Y señala las autocontrataciones como motivo principal de las disputas.
En una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, el exdirigente se sincera sobre los motivos que llevaron a su dimisión y señala al grupo de Ordóñez como responsable de empujar más que otros sectores, en unas disputas internas que tampoco simplifica en «buenos y malos», pero que relaciona con la gravísima crisis en la que está sumida la formación una vez más, de nuevo en periodo abierto para las elecciones primarias que resolverán las listas a las próximas Autonómicas.
Y ha relacionado los desencuentros en el seno de la formación con las contrataciones de consejeros del Consejo Ciudadano Autonómico, una práctica que únicamente fue desechada durante el mandato de Revuelta pero que se recuperó a los dos meses de funcionamiento de la gestora (comisión permanente cuyo coordinador fue Alberto Gavín, afín también a Ordóñez) que le sustituyó tras su dimisión.
Asimismo, Revuelta ha imputado a Ordóñez una posición al respecto de confluencias con otros partidos por la que Podemos debería detentar los tres primeros puestos de la lista, en un contexto actual de negociaciones con otras formaciones políticas como Izquierda Unida o Equo.
BOLADO RESPONSABILIZA A ‘ESTATAL’ DEL «GOLPE DE ESTADO»
Por su parte, el diputado Alberto Bolado ha denunciado en la TERTULIA del mismo programa que lo que se está produciendo en Podemos es un «golpe de estado», con un «procedimiento más propio de la dictadura de Corea del Norte que de un partido que vino a cambiar la política».
Bolado ha incidido en la falta de garantías del proceso llevado desde el Comité de Seguridad y Salud Laboral de Podemos, que ha situado «al servicio» del gerente del partido, que a su vez, en su opinión, tiene «bastante poder en el núcleo interno de Pablo Iglesias».
En este sentido, ha considerado «autoritario» e «impropio de un partido democrático» que al secretario de Organización, Pablo Echenique, le sentara tan mal que respondiera con «amenazas» a la secretaria general cántabra Rosana Alonso, después de pedir esta explicaciones por la investigación en Cantabria, (según informaciones de medios nacionales como la Cadena SER, con valoraciones al respecto como que Alonso «está cavando su tumba política»).
Una «conspiración clarísima» desde Madrid, donde «han ido percibiendo que han ido perdiendo las listas que apoyaban en todos los territorios». «No sé si se atreverán a auspiciar este golpe», ha advertido, contra la secretaria general del partido, elegida en primarias por los inscritos «hace unos poquitos meses».
En este sentido, ha apuntado que «las bases, en menos de 24 horas, han avalado a Rosana Alonso», logro que ha contrapuesto con que «hace muchos días que se abrió el proceso sin que ninguno de los otros candidatos lo haya conseguido».
El diputado de Podemos, que renunció a presentarse a ninguna elección interna al dimitir Revuelta y más de una decena de consejero en 2017, ha valorado que es «fundamental que se respete la voluntad de los inscritos» y que haya «primarias limpias y democráticas», pese a que «ya están manchadas y ensuciadas por este tipo de actuaciones inaceptables».
«NO SERÉ YO QUIEN LE JUZGUE» (A JOSÉ RAMÓN BLANCO)
Como se ha publicado en prensa este fin de semana, el diputado José Ramón Blanco no ha formalizado su renuncia al acta de diputado parlamentario (que había anunciado el 8 de octubre, después de las filtraciones de las denuncias de acoso laboral presentadas contra él), porque tiene una baja médica.
Según ha contado la Cadena SER en Cantabria, Blanco ha estado este lunes en la cámara regional a llevar la baja porque la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga (PSOE) había empezado a barajar una sanción laboral por las ausencias del diputado desde que estalló el conflicto en Podemos.
Bolado ha señalado al respecto que «la justificación le corresponde a quien toma las decisiones», si bien ha opinado que «cuando se hace un anuncio de estas características (la dimisión), de alguna manera obliga».
Sin embargo se ha mostrado comprensivo con «la situación de presión y estrés clarísima en la que se tiene que encontrar», al estar acusado públicamente de delitos muy graves «pero sin ir al juzgado donde evidentemente va a haber un procedimiento contradictorio con todas las garantías».
«No seré yo quien lo juzgue ni me meta a valorar la situación en la que se encuentra y si tiene una baja médica es que un médico ha valorado su presión y su estrés debe ser grave, como tiene también alguna de las denunciantes».
Sin embargo, Bolado ha sentenciado que «es imposible separar las denuncias de las primarias».
FelicianoPalacios
No la conozco personalmente, pero V. Ordoñez me recuerda a Susana Díez. Mediocre y reptiliana.
EspejitoMagico
Vaya, el ex secretario general diciendo que los tres secretarios generales de podemos Cantabria no tienen responsabilidad en la debacle de la organización, un poco de humildad y de reconocer errores no vendría mal.
Cantabria Reguelta
Es triste mentir Sr Revuelta. Usted y los suyos contrataron a dos consejeros, el Sr Macho y el Sr Gavin.
Cristina
Menuda campaña está haciendo El faradio en contra de Verónica Ordóñez. Estáis siendo poco objetivos. Qué decepción
Marisa
Me da vergüenza el trato k estáis haciendo de esta noticia sin silueta contrastar faradio verguenza
Marisa del Campo Larramendi
Resulta sorprendente y triste ver como se reproducen en un partido que se supone progresista los tópicos de la derecha más rancia. El primero, claro, la teoría de la conspiración: es «Madrid», la maquiavélica Verónica o el tenebroso grupo de Castro quien desde la oscuridad maniobra para sus pérfidos intereses. El segundo es el ventilador: se empiezan a sacar trapos sucios, medios sucios o simplemente inventados para embarrar el terreno y que, al final, entre tanto ruido, tanto lodo y tanta mierda, nadie sepa de qué se está hablando, pero todo el proceso quede manchado. Y tercero y más penoso: la puesta en cuestión de la credibilidad de las víctimas. ¿No habíamos quedado en que «yo sí te creo, hermana»? ¿No defendíamos que en los casos de violencia de género y acoso laboral se debía creer a la víctima? ¿Qué es eso de dudar de la versión de las víctimas, utilizar con ellas argumentos ad hominen o realizar procesos de intenciones que socaven la realidad de sus denuncias? ¿No era Podemos feminista? ¿Cómo entonces un sector de la organización reproduce el tópico de yo no las creo? Yo si os creo, hermanas: el acoso laboral es inaceptable y nadie, absolutamente nadie que lo realice, lo ampare, lo disimule o lo justifique debe estar en una organización que se supone progresista como Podemos y mucho menos ocupar un puesto en su cúpula.