Generación Faradio: cinco años del periodismo que cuenta

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El tiempo es muy relativo. Tan pronto podemos pensar que, como dice la canción, veinte años no son nada, que se pasan con solo pestañear, como que un segundo dure una eternidad.

La auténtica bola de cristal

La auténtica bola de cristal, en casa de Lolo Rico

En el proyecto de El Faradio podemos tener el mismo concepto. Parece que han sido dos pestañeos desde comenzó y, desde entonces, han pasado ya cinco años. Este sábado, 17 de noviembre, nuestro periódico digital cumple la ‘manita’ desde que comenzó su andadura.

En este lustro, hemos visto grandes cambios, a mejor y a peor. Hemos visto crecer movimientos e iniciativas y hemos apreciado la lucha de aquellos que buscaban hacer algo diferente para que eso triunfe en un mundo de voluntad algo inmovilista.

En estos cinco años, hemos tratado de dar voz a proyectos con los que nos sentíamos identificados, que buscaban un punto diferencial a lo ya existente y, sobre todo, que han actuado con la valentía de los innovadores.

Algo pasó en este tiempo, y ya antes de nacer la Web, cuando sólo teníamos la radio, pudimos contar el nacimiento de dos iniciativas sin las que hoy no nos imaginamos todo esto, como son la PAH o La Vorágine. Nos ceñimos a todo lo que pasó después de lanzar el periódico digital para mirar las caras que se asoman a esa bola de cristal que inspiró nuestro proyecto. Es la Generación Faradio.

COME, BEBE, BAILA

Casi al mismo tiempo que nosotros, por ejemplo, renacía el restaurante UMMA, en la calle del Sol de Santander, bien cerquita de Tetuán y Puertochico. Este negocio familiar fue reinventado (anteriormente fue la Sixtina) por el chef Miguel Ángel Rodríguez, Miki, un joven cocinero cántabro que se ha formado en los mejores restaurantes del mundo.

Miki, del UMMA

Miky no quería perder la autenticidad de la cocina “bien hecha” y “creativa” que representan las croquetas de su madre, valoradas, por cierto, a nivel nacional. Pero ha buscado dar un paso más al negocio. “La idea era que la comida no solo estuviera rica sino que esté bajo unos parámetros de trabajo, de un producto que sea local, con respeto, frescura y la máxima creatividad que podamos darle”, nos cuenta cinco años después de esta vuelta de tuerca.

El objetivo del UMMA, además, era añadir un condimento especial a las comidas y cenas, “un contenido más cultural y variado”, creando así “un espacio más vivo con artes como música, pintura o charlas sobre cocinas de diferentes regiones o nacionalidades».

Aunque sabe que Santander y Cantabria no son lugares fáciles para innovar, no se ha rendido nunca, como tampoco hacemos en El Faradio. Y ahí encuentra Miky similitudes con nuestro proyecto: “Son propuestas jóvenes y vosotros tratáis de mover el estilo informativo de esta región, intentáis cambiar un poco la fórmula de dar información y eco a las cosas que pasan aquí”. Un trabajo, el del UMMA, que se ha ensanchado gracias a la colaboración con el regreso del Roots, con La Lupe, surgidos después de estos años, responsables de Los Dopingos y de la revitalización del Pasaje Zorrilla.

EL APOYO A LOS CREADORES

En estos cinco años hemos apreciado que, en cuestión cultural, Cantabria tiene muchísimo que ofrecer y grandes artistas de los que presumir. Ya sea por cine, música, teatro o artes plásticas… Es que Cantabria tiene talento.

Las tres de Sala Tres

Y, por ello, durante este tiempo hemos introducido una sección dedicada nuestros creadores. Algunos nacieron casi al mismo tiempo que nosotros, como El Principal, ese teatro cercano que dirige el galardonado Edy Asenjo y que, posteriormente, ha creado proyectos tan únicos como Santander en la Sangre, en el que se evocan crímenes históricos de la ciudad apoyados en rutas y tecnología..

Porque, si algo caracteriza a ese proyecto, es lo mismo que destacan ellos de nosotros, que aprovechamos un espacio que estaba vacío y lo llenamos con nuestro estilo. En abril de 2014, surgió El Principal para traer a Cantabria algo que antes no había, un teatro de cerca. “Es un lugar al que nadie puede pasar porque es clandestino, privado y doméstico y están todos en primera fila”, resume su creador.

Asenjo nos cuenta cómo lo arriesgaron todo en esa apertura. “No sabríamos si iba a venir alguien y ahora llevamos casi 10.000 espectadores en un aforo que es de 33 personas. Echadle cuentas”. Y nosotros somos más de letras, pero lo cierto es que diez estrenos y unas 350 funciones hablan del proyecto por sí mismo.

Y por si mismos hablan más proyectos como la innovadora forma de ofrecer teatro de la Sala de Tres, un teatro cercano, basado en historias íntimas, muy volcado a la experimentación, a las nuevas corrientes y a la formación escénica.

María Soler con Jesús Choya, de La Llave Azul.

O, también, en La Llave Azul, una asociación cultural surgida en 2014 para defender la cultura cinematográfica en Cantabria, y que se expandió desde un blog de análisis de cine de un adolescente con luz propia como es Jesús Choya.

Choya, actualmente estudiando cine en Madrid, ya con premios por su primer cortometraje y presentador del programa de radio del mismo nombre en Arco FM, reconoce que estos cinco años están llenos de “recuerdos compartidos” entre ambos proyectos.

En este lustro, La Llave Azul ha organizado proyecciones, estrenos que no llegarían a nuestra región de otro modo y más iniciativas como “ciclos temáticos con una clara vocación social o encuentros para dinamizar la pequeña pero muy rica y creativa industria de Cantabria”. “El Faradio siempre ha estado ahí apoyando a los creadores y movimientos como el nuestro”, valora Choya, asegurando que “compartimos el objetivo de dar voz a los creadores artísticos y a otras realidades”.

DAR ALTAVOZ A LOS ‘SIN VOZ’

Pasaje Seguro reclama cambios en las políticas migratorias

Y de otras realidades saben mucho los activistas solidarios que han crecido en esta comunidad, como es el caso de Fátima Figuero, de Cantabria Actúa Solidaria, que hace un par de años viajó hasta los campos de refugiados en Grecia y sigue ayudando a los pocos que han llegado a Cantabria y tienen que enfrentarse a una nueva vida junto a los traumas que les ha dejado la anterior.

Y también los activistas de Pasaje Seguro (movimiento que podemos decir que surgió también de esa onda expansiva que activó La Vorágine, que podría estar en este listado pero que en realidad nació un poquito antes que la Web de EL FARADIO), a quienes hemos visto crecer desde esa movilización europea que hubo en febrero de 2016 contra las muertes masivas en el Mediterráneo, tras la publicación de la tristemente famosa fotografía del pequeño Aylan Kurdi.

Esta asociación solidaria se formó entonces, tras unas movilizaciones que, en España, fueron masivas en más de 50 ciudades. Algo que conviene recordar en una época en la que las iniciativas solidarias como esta se reconocen “preocupadas” por “el auge de los partidos fascistas y xenófobos en Europa y su llegada a las instituciones”. Así, como por “el aumento de la militarización de las fronteras que cada vez ocasionan más muertes y provocan que aumenten las personas que se ponen en manos de las mafias” y porque se “criminalice la solidaridad con los migrantes”.

Integrantes de IJANAS, asociación de jóvenes feministas, en la Porticada en un acto de aniversario del 15M

Pasaje Seguro, en estos casi tres años de vida, ha denunciado también el tráfico de armas que se desarrolla desde nuestro Puerto desde hace unos meses, al cual están acudiendo de forma periódica barcos oficiales de Arabia Saudí. “Un país que no respeta los derechos humanos y que lidera una coalición internacional que participa en la guerra de Yemen, que ha ocasionado más de 10.000 muertes desde 2015 y que ha organizado un bloqueo naval que ha llevado a que la mitad de la población de Yemen esté en situación de extrema hambruna”, tal y como recuerda Aurora Otero, una de sus activistas que ha participado también en las caravanas europeas para dar visibilidad a las personas refugiadas.

Porque Pasaje Seguro se destaca por exigir que se abran “vías seguras migratorias” y que “se cumpla la legislación vigente que protege los derechos de las personas migrantes y que buscan refugio”.  “Si no mostramos nuestra oposición a las políticas migratorias que están provocando tantas muertes nos convertiremos en cómplices”, destaca, por lo que cree que “la historia nos juzgará”.

Otero incide en que su iniciativa comparte con El Faradio el que ambos proyectos “trabajamos en construir espacios de encuentro y de lucha buscando una sociedad más justa”.

Una sociedad, también, igualitaria, como la que buscan los movimientos feministas como Ijana, Comisión 8 de Marzo o la Asamblea Feminista Abierta, formada el pasado año para aglutinar todas las voces para hacer más amplio que nunca el pasado (y ya histórico) 8 de marzo.

Las Ijanas son las más jóvenes, las activistas que surgen de los institutos y las universidades. Han llegado desde el Colectivo de Estudiantes pero apreciando que hacía falta reivindicar una educación feminista. “Queríamos conseguir poner el feminismo en las voces de las más jóvenes, estudiantes de instituto y crear un 8 de Marzo como el del año pasado”, asegura una de sus portavoces, Yolanda Ceballos.

“El Faradio, desde el principio, creyó en nosotras, en nuestros principios, ideales y argumentos y siempre han estado abiertos a cubrirnos, porque compartimos la mismo lucha de crítica social”, explican.

LA ETAPA EN ARCO FM

Y, también en 2016, El Faradio se embarcó en una nueva aventura con un interesante proyecto en el que estamos inmersos desde su nacimiento y que ahora son cómplices y colegas en esta locura de las ondas radiofónicas.

Jesús García-Bermejo y Nano Teja de Juana, impulsores de Arco FM

Dos cántabros, Nano Teja y Jesús García-Bermejo, se lanzaron a llenar otro vacío que hacía falta en Cantabria: radio hecha en Cantabria, que habla para cántabros y sobre contenido e iniciativas puramente cántabras.

Lo que surgió de un “embrión” como un programa deportivo, que ahora está establecido en su parrilla de 14 a 16h., ‘Tiro al Arco’, se convirtió enseguida en una emisora que buscó que El Faradio fuese “una de las patas importantes”.

“Muchos dijeron que era una locura”, apunta Jesús. “Pero es que hubo más locos que nos siguieron”, añade Nano. Ambos confiesan que, dentro de los medios de comunicación, consideraban a El Faradio como una iniciativa «en la que mirarse a la idea de crear un proyecto de dos trabajadores que deciden montárselo por su cuenta y riesgo”.

A pesar de la complejidad, el trabajo duro, las horas extra incontables y los madrugones, ambos proyectos siguen creciendo en paralelo. De hecho, el próximo domingo 25, a las 12.30 horas, tienen su fiesta de aniversario. “Esperamos que la relación siga durante mucho tiempo”, nos confiesan. Nano solo tiene una petición: “Si algún día queréis cambiar de hora y emitir algo más tarde, os estaré eternamente agradecido”. Pero, de momento, El Faradio de la Mañana sigue a las 08.00 horas, la hora de la radio.

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