Una joven trans, insultada y perseguida por 20 personas en Torrelavega
Una joven transexual ha denunciado ante la Policía Nacional un ataque transfóbico sufrido este fin de semana en Torrelavega por un grupo de adolescentes.
Jóvenes cántabros con mensajes contra la transfobia
Los hechos, según describe la denuncia, consultada por EL FARADIO, sucedieron en la madrugada del sábado en la zona de ocio de Torrelavega, cuando fue insultada y perseguida por un grupo de adolescentes (alguno de ellos era compañero suyo de instituto).
La siguieron e insultaron, gritándole términos despectivos como “travelo” y “maricón”, o refiriéndose a lo que se conoce como su ‘deadname’, es decir, el que le pusieron al nacer y algo que se usa siempre como insulto contra las personas trans.
En un principio eran menos de diez, pero acabaron siendo una veintena, que la persiguieron y se acercaron a ella, que salió corriendo para evitar ser agredida y como consecuencia de la situación sufrió un ataque de ansiedad.
ALEGA RECLAMA LA APROBACIÓN DE LA LEY LGTBI
Rebeca, mujer transexual, en la protesta de apoyo al colectivo ante la visita del bus con mensajes en contra de los menores transexuales
Además de la denuncia presentada ante la Policía Nacional, la víctima ha contactado con ALEGA, la asociación que representa a lesbianas, gays, transexuales, bisexuales y todos aquellos que abanderan la diversidad sexual.
ALEGA advierte en sus redes de este caso de transfobia y misoginia (el colectivo trans es uno de los más atacados dentro de todo el mundo LGTBI), y alerta de la “desprotección” que sufren, por lo que apela a los grupos parlamentarios para que aprueben de forma ”urgente” la ley LGTBI.
Un texto con medidas contra el acoso y los ataques, así como de protección al colectivo trans, que acaba de ser aprobado por el Gobierno de Cantabria y que corre el riesgo de no ser aprobado por el Parlamento antes de que acabe la legislatura dado lo apurado de los plazos, a menos que se decida optar por una tramitación urgente.
Es un fenómeno que corre paralelo a una mayor sensibilidad contra el colectivo trans, como se evidenció con la respuesta multitudinaria de apoyo ante la llegada de mensajes contra los menores transexuales que portaba el autobús de Hazte Oír (que ha emprendido nueva gira) o la inclusión en los últimos Monólogos de la Vagina de un monólogo protagonizado por una mujer transexual.
EL INFORME ANUAL DE DELITOS DE ODIO SE RETRASA
El caso de Alan, menor transexual que se suicidó en Barcelona tras sufrir situaciones de acoso, evidenció el problema del bullying y acoso transfóbico en las aulas
El informe anual de delitos de odio que, en línea con las recomendaciones internacionales, elabora cada año el Ministerio de Interior sigue sin actualizarse.
La estadística de 2015 se conoció en marzo de 2016, y la de 2016 en junio de 2017 (ese año se duplicaron, con un crecimiento de los delitos de odio por orientación sexual, y pese a ello no constaban investigaciones abiertas), pero sólo queda un mes para que acabe de 2018 y no hay ni rastro de los datos del año pasado que permitan conocer si el fenómeno crece, se reduce o si hay algún colectivo que los sufra de manera especial.
En general, entidades como el Observatorio contra la LGTBIfobia vienen advirtiendo de que los jueces se muestran reacios a considerar agresiones por motivos de raza, género, sexualidad u otro tipo como delitos de odio.
Una visión ajena al activismo, como es la de la Fiscalía Superior de Cantabria, coincidía en su memoria anual con este diagnóstico de las reticencias judiciales a estas calificaciones en un primer momento (si bien luego se dan casos de rectificaciones, como la Audiencia Provincial, que sí consideró, al contrario que un juzgado de Torrelavega, delito de odio una agresión a una pareja de hombres que se cometió entre gritos de “maricones”).
En cualquier caso, y a pesar de que sólo se denuncian entre el 10 y el 16% de los casos, se recomienda siempre denunciar, como pedía expresamente Jaime Ferreiro, joven que fue víctima de una agresión cuando se encontraban con su pareja.
Teléfonos delitos de odio
