Los diseños costeros deben cambiar si queremos evitar catástrofes
No es ningún secreto que la costa están cambiando en muchos puntos de nuestro planeta, ya no solo por el cambio climático. Miriam García, conocida arquitecta, la autora del POL de Cantabria, entre otros proyectos, ha estudiado durante años las causas y efectos de la transformación de nuestras costas. Recientemente abordaba, en una intervención en TEDx Madrid, las posibilidades de crear y diseñar paisaje a la vez que se mantiene un equilibrio entre ecosistemas naturales y sociales.
Hace 30 años había diversas playas con una determinada forma o composición. Ahora, muchas de ellas han cambiado, otras han sobrevivido como han podido por la acción humana, y algunas incluso han llegado a desaparecer. Paseos marítimos, casas o negocios construidos a metros del mar se han visto obligados a cerrar y trasladarse.
Más allá de los propios cambios climáticos que la acción del ser humano haya podido causar a lo largo de los años, la erosión es una acción normal de la propia naturaleza, y esto también hace mella en todas las costas con el paso del tiempo.
“Estamos acostumbrados a que este tipo de catástrofes naturales ocurran en países pobres o incluso en vías de desarrollo pero no en países ricos y con tecnología suficiente.” Esto comentaba Miriam García al hablar acerca del huracán Katrina que azotó Estados Unidos en 2005. “Sólo unos días mas tarde la sociedad parecía reconocer que la culpa no había sido enteramente de Katrina, que había habido un fallo en el sistema de canalización del agua del rio Misisipi», exponía.
Aunque esto pasase de manera agravada en el extranjero, nuestra país tiene situaciones muy similares en diferentes puntos costeros. Cada año tenemos diferentes temporales ordinarios que generan daños en nuestro litoral, esto sucede porque la planificación y el diseño ha estado -y sigue estandolo- en dos supuestos que son falsos; el primero es que la naturaleza es algo ajeno a nosotros, eso no es así, convivimos con ellos, formamos parte de la trama de la vida de la naturaleza y no es algo que podamos obviar; el segundo supuesto es el de que podemos predecir el futuro, y lo cierto es que no, no podemos.
«Decía el sociólogo alemán Ulrich Beck, que son los momentos en los que el riesgo se siente como algo global, los momentos en los que sentimos el riesgo como propio, los momentos capaces de alumbrar nuevos ordenes» comenta de nuevo Miriam García refiriéndose de nuevo al ejemplo de Katrina y el río Misisipi,a raíz de ello la sociedad estadounidense abrió los ojos y comenzó un proceso por intentar recuperar el funcionamiento de su río, lo hizo entre otras cosas creando meandros, todo ello siguiendo técnicas de la naturaleza.
La creación de espacios de luminación, espacios donde contener el agua de lluvia también favorece la creación de zonas verdes junto a parques y espacios de ocio. Y como estas hay otras tantas técnicas basadas en la naturaleza.
Mientras continuaban estos años de mala planificación en estos aspectos, el mundo era golpeado además por el calentamiento global, lo cual también afecta a las masas de agua del planeta, ya sea en la subida gradual del nivel del mar o en la intensidad de sus temporales. «No se trata de que haya o no haya playas, eso es tan solo la punta del iceberg de un problema muchísimo mas amplio que esta llamado a tener proporciones catastróficas si no cambiamos nuestra manera de diseñar» afirma Miriam García.
Puedes ver la charla completa en el siguiente vídeo