Emerita Resources comienza en enero las prospecciones en la mina de zinc del Besaya
La empresa Cantábrica de Zinc, filial de la canadiense Emerita Resources, iniciará a comienzos de año las prospecciones en la mina de zinc de Reocín, tras la obtención de los permisos necesarios, paso previo para la explotación posterior del yacimiento, cuya construcción prevé iniciar en 2020.
El proyecto industrial planteado en la comarca del Besaya contempla una inversión superior a los 500 millones de euros y la creación de unos 2.500 empleos cuando se ponga en marcha la explotación minera, en función de las prospecciones que comenzarán en enero o febrero y que supondrán la contratación de 75 personas y un desembolso inicial de 17 millones de euros por parte de la empresa de origen canadiense.
El anuncio lo han hecho este martes el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, junto al consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, el máximo responsable de Emerita Resources, David Gower, y el representante en España de esta empresa y de Cantábrica de Zinc, Joaquín Merino.
El Gobierno de Cantabria ha adelantado también hoy que el segundo permiso de investigación minera en la comarca del Besaya será concedido a la empresa australiana Slipstream Resources antes de que finalice el año.
De confirmarse los sondeos, Revilla ha afirmado que el proyecto industrial será «uno de los más importantes» que han llegado a Cantabria y «cambiará» la comarca del Besaya. Por ello ha lamentado que el Gobierno se encontrara «solo» en un tema de «tanta claridad» y no contara con el apoyo necesario del Partido Popular para acometer la modificación de la Ley de Minas que ha sido necesaria para facilitar la iniciativa empresarial.
«He puesto muchísima ilusión y desde el Gobierno estamos ansiosos de confirmar las expectativas», ha dicho Revilla, quien ha valorado además la contribución del proyecto a la actividad del puerto de Santander, que se va a ver «muy beneficiado» de esta actividad, junto a otros sectores de Cantabria.
El presidente ha resaltado la competencia entre empresas y las garantías de la iniciativa de Reocín, que suscitan importantes inversiones iniciales. Esto demuestra, a su juicio, que «estamos por el buen camino y que esto va a salir bien».
David Gower ha agradecido la atención del Gobierno cántabro para sacar este proyecto adelante. «Es muy importante como inversores extranjeros que el gobierno te facilite los apoyos necesarios para emprender», ha declarado el máximo responsable de la empresa canadiense, quien ha asegurado que están «listos» para iniciar el proyecto y comenzar con la inversión comprometida en la Comunidad Autónoma.
PRIMEROS SONDEOS
El presidente de Cantábrica de Zinc ha concretado que los sondeos comenzarán en unos 6.000 metros, unos trabajos que se desarrollarán durante unos dos o tres meses para obtener en este momento los primeros resultados. De confirmarse las previsiones de mineral, se aumentarán los recursos para pasar al desarrollo y construcción de la mina en 2020.
La empresa estima la existencia de dos masas de mineral, cada una de 10 millones de toneladas, lo que conllevará para su extracción la construcción de una mina subterránea y las correspondientes instalaciones para hacer efectivo todo el proceso industrial, lo que requerirá una parte «importante» de mano de obra directa e indirecta, de unas 2.500 personas, ha dicho Joaquín Merino.
Por su parte, el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio se ha referido a la relevancia del proyecto con respecto a la inversión y a la generación de empleos que supone. «Tenemos que ser conscientes de su importancia porque hablar de más de 2.000 empleos y un volumen de inversión de 500 millones de euros en un solo proceso es algo nunca visto en Cantabria», añadiendo que por ese motivo es necesario que los procedimientos realizados tengan la máxima seguridad jurídica.
Ha señalado que ahora la cuestión es cuánto y dónde, algo que se sabrá en seis meses, y que el hecho de que el viernes se haya concedido el permiso de exploración y que hoy estén aquí los responsables de la empresa para confirmar el compromiso es algo que hay que agradecerles.
Con respecto a los plazos, Martín ha justificado el tiempo empleado en la necesidad de garantizar los trámites y la circunstancia de que cuanto más grandes son los proyectos, mayores son los «enemigos» y «tropiezos», añadiendo que el Gobierno está en disposición de tramitar los futuros permisos de extracción y salvar los obstáculos que se presenten con «solvencia jurídica administrativa».