Podemos Cantabria aparta ‘salomónicamente’ a José Ramón Blanco y Verónica Ordóñez
El Consejo de Coordinación de Podemos, que es el órgano de dirección de la formación en Cantabria, ha decidido este sábado suspender de militancia de forma cautelar a los diputados José Ramón Blanco y Verónica Ordóñez, hasta que haya un proceso de investigación “en condiciones, serio, objetivo y con todas las garantías jurídicas propias del mismo”,
Así lo ha subrayado la secretaria general, Rosana Alonso, en un comunicado que explica que la decisión salomónica se ha adoptado «a la espera de resolución de los procesos de investigación, tanto internos como judiciales, que se están llevando a cabo en la organización morada».
La reunión del Consejo de Coordinación se había planteado con el objetivo suspender de militancia a Blanco, denunciado en agosto – aunque no trascendió hasta octubre, cuando pretendió dar el paso de presentarse a las primarias- por un supuesto acoso laboral hacia la diputada y otras dos personas, una extrabajadora de prensa y la secretaria general de Santander, Lydia Alegría.
Esas denuncias contra Blanco se filtraron a la prensa y sirvieron, en primer lugar, para que renunciara a las primarias y dimitiera como diputado -aunque nunca llegó a entregar el acta-.
La renuncia de Blanco propició que se presentara a las primarias la también diputada nacional, Rosana Alonso, afín a Blanco en Cantabria. Pero la investigación del Comité de Seguridad y Salud Laboral – un órgano estatal que interviene en denuncias de este tipo- responsabilizó de la situación también a Alonso, su secretaria de Feminismos, Belén Milán, y su secretario de Organización, David González. Y ese informe «negativo» sirvió para anular sus candidaturas, lo que denunciaron en los tribunales, que resolvieron a su favor con la suspensión judicial del proceso al entender que se estaban pudiendo vulnerar sus derechos fundamentales de participación.
LA ESTRATEGIA DEL GRUPO DE ORDÓÑEZ
Los afines a Ordóñez habían puesto en aprietos a Alonso con la convocatoria de este Consejo de Coordinación. Al pedir la suspensión cautelar de José Ramón Blanco, esperaban dos salidas de la secretaria general: si votaba a favor de la salida del diputado, perdía la mayoría en el Consejo Ciudadanos; pero si votaba en contra habría quedado retratada como protectora del diputado denunciado por acoso laboral (y por amenazas en los juzgados, e incluso públicamente de «maltratador que violenta a las mujeres», como ha dicho Ordóñez esta misma semana).
El propio partido en Cantabria le había pedido a Blanco, días atrás, que entregara el acta de diputado. Lo hizo al ver que se reincorporaba a su asiento en el Parlamento, después de trascender que tenía el alta médica desde noviembre y que había seguido ausentándose.
Pero sobre todo, ese comunicado fue el lunes 17 de diciembre, un día antes de la reunión que estaba convocada en Madrid, en la que Pablo Iglesias iba a recibir a la secretaria general de Cantabria para abordar la situación.
Muchos en el partido lo habían entendido como el último gesto de Rosana Alonso para facilitar la negociación, la mediación estatal en el conflicto y el restablecimiento de la normalidad en Cantabria. Pero ese encuentro finalmente quedó suspendido, sin que se conozca una nueva fecha para abordar la situación que atraviesa Podemos en Cantabria.
Los afines a Ordóñez pretendían ahondar en ese flanco. Con la suspensión de militancia de Blanco podían llegar a tener mayoría en el Consejo de Coordinación – después de varias dimisiones-. Y además Alonso no se podía negar, ya que la secretaria general, a mayores, le ha pedido a Blanco que entregue el acta de diputado.
Pero Rosana Alonso también ha encontrado motivos para suspender de militancia a su adversaria, Verónica Ordóñez. La decisión de la mayoría que respalda a Alonso de suspender a Blanco pero también a Ordóñez ha permitido a la secretaria general salvar este último envite de sus adversarios internos, que se han quedado sorprendidos por la maniobra.
ARGUMENTOS PARA SUSPENDER TAMBIÉN A VERÓNICA ORDÓÑEZ
«Las diferentes disputas en los últimos meses y las actuaciones particulares de ambos diputados están contribuyendo a degenerar la imagen del partido y a disminuir la credibilidad de su valor político, al empujar el Grupo Parlamentario a una situación insostenible, indigna para una fuerza cuya prioridad ha de ser ofrecer soluciones y garantías a la ciudadanía», explica en un comunicado.
De hecho, Blanco ha tenido que intervenir, repartiendo tiempos con el otro diputado, Alberto Bolado, para defender la posición de Podemos en el debate de Presupuestos, el jueves, por la ausencia de la portavoz en el debate.
Ordóñez solicitó el lunes un cambio de escaño para no coincidir con Blanco, algo que fue admitido y proporcionó las fotografías de la desunión del Grupo Parlamentario – la diputada se trasladó a la bancada del PRC-. Después solicitó el voto telemático, de cara al Pleno de Presupuestos, pero la Mesa del Parlamento no se lo concedió.
Entonces la diputada comunicó que no asistiría al Pleno, primero con un justificante de un médico privado y después con una baja médica, que llevo en persona el mismo día que se estaban debatiendo los presupuestos.
Y no era la primera vez que Ordóñez se ausentaba, porque tampoco hizo acto de presencia en la Comisión de Economía que debatió y votó las enmiendas a la totalidad al Presupuesto. Entonces esgrimió sobrecarga de trabajo y, una vez más, su situación de salud. Pero en el partido le reprocharon que no avisara para haber podido enviar a Alberto Bolado a representar a Podemos.
Ante estos hechos, el Consejo de Coordinación, donde tiene mayoría Rosana Alonso, ha decidido salomónicamente.
ALONSO PIDE UNA INVESTIGACIÓN «EN CONDICIONES»
Rosana Alonso solicitará al Comité de Garantías Democráticas del partido – estatal- el inicio de un proceso de investigación “en condiciones, serio, objetivo y con todas las garantías jurídicas propias del mismo”, porque considera que «en ningún momento se ha realizado» en esos términos, lo que ha impedido aportar una «solución real a los problemas presentados».
Tal y como recuerda la secretaria general, la única propuesta de resolución es la elaborada por el Comité de Salud y Seguridad laboral, cuya intervención se ha dado de forma «muy desafortunada y arbitraria». Alonso subraya además las palabras del secretario de Organización estatal, Pablo Echenique, que consideraba al citado comité «un órgano independiente del partido y sin ninguna capacidad sancionadora».
La dirección autonómica, con Alonso a la cabeza, considera que «es hora de que se dé solución urgente a los problemas internos sin enquistamientos», para dedicar los esfuerzos a «la única tarea para la que tendríamos que generar portadas», que es «la mejora del bienestar de la ciudadanía de Cantabria”.
CÁBALAS SOBRE EL FUTURO DEL GRUPO PARLAMENTARIO
No queda mucho para terminar el periodo de sesiones en el Parlamento. Tras las vacaciones de Navidad, enero será un mes sin actividad legislativa, para afrontar en febrero y marzo el sprint final de las leyes que están en la cola para su aprobación antes de que concluya la legislatura, en abril, con la convocatoria de las elecciones de mayo.
En la actualidad Verónica Ordóñez es la portavoz. Se mantiene en esa posición a pesar de su derrota en las primarias de abril ante Rosana Alonso y a pesar de estar en clara minoría, porque tiene las relaciones rotas con los otros dos diputados, Blanco y Bolado, que, al contrario, sí se llevan entre ellos.
En el actual contexto, no es fácil salvar el Grupo Parlamentario si no media una tregua entre las partes. Si persiste el conflicto lo más probable es que los diputados de Podemos terminen engrosando el Grupo Mixto, donde ya están el diputado de Ciudadanos, Rubén Gómez, y el tránsfuga de ese partido Juan Ramón Carrancio.
Federico García
Una secretaria general que decide ¿salomónicamente? castigar por igual a maltratador y a víctima, en partido que se dice feminista, sólo tiene una salida honrosa: LA DIMISIÓN. Salvo esos intereses inconfesables que la aferran a un escaño en el Congreso en lugar de una vacante en un CIEP.
Habitante de la cueva del soplao
Estimado Federico Garcia (supongo que no Lorca por sus versos). ¿Dónde ha leído usted lo del maltrato? Ni siquiera en las denuncias hay nada de eso. ¿Es que acaso es la línea editorial de su ínclita caudilla castreña, que por cierto no ha presentado ninguna denuncia ante la justicia? Porque si fuera yo es lo que hubiese hecho primero. De los 3 diputados, 4 con Alonso, su lideresa es la única que no tiene donde volver. ¿No huele eso mal? Ha estado metida en todos los conflictos desde el inicio. ¿No habrá que plantearse ya que ella es el problema? ¿O es que siempre tienen la culpa los demás? Argumento excesivamente pueril para mi gusto. Quizás lo mejor es que ninguno de los actuales 3 diputados sean candidatos
Maria
Patético machista
Ramón Qu
Lamentable crónica: tendenciosa, mixtificadora e inexacta. Os estáis cubriendo de gloria, El Faradio. Vuestros lectores, colaboradores – y vosotros mismos – nos merecemos otra cosa.
Roberto Ruisánchez
Ramón,
Tú tienes facilidad para escribir, y algún oficio, y en El Faradio has publicado más de una vez ¿Podrías explicar por qué Oscar y Guillem son menos imparciales que tú al informar sobre la crisis de Podemos? Descalificar «a secas» no me parece propio de tu altura.
Ramón Qu
No descalifico a secas. Basta un repaso de las crónicas publicadas en El Faradio sobre la «crisis» de Podemos para observar la parcialidad de este medio en este problema. Compárese por favor con las crónicas sobre la misma cuestión en otros medios: Diario Montañes, El Diario.es Cantabria o el diariocantabria.es. en donde la información ha sido más objetiva y sobre todo contrastada. Todo el epígrafe de esta crónica titulado «La estrategia del Grupo Ordóñez» es la pura y dura versión de una de las partes, plagada por cierto de tergiversaciones e inexactitudes. Por añadidura, el relato de la situación del grupo parlamentario («De hecho, Blanco ha tenido que intervenir, repartiendo tiempos con el otro diputado, Alberto Bolado, para defender la posición de Podemos en el debate de Presupuestos, el jueves, por la ausencia de la portavoz en el debate»)es poco acorde a lo verdaderamente sucedido. Las actitudes de Blanco y Bolado en esta sesión y en anteriores no se corresponden con lo que da a entender este fragmento. Hay más cosas, pero valgan estas….
Roberto Ruisánchez
Ramón, estás alineado en ese conflicto y es legítimo, pero sigues sin explicar qué diferencias sustanciales has encontrado en el tratamiento de la «crisis» de Podemos en Cantabria entre eldiario.es/Cantabria, el DM y el Faradio. No suelo leer el otro. Y un paso más me atrevo a dar ¿Es muy diferente la crisis de Podemos en Cantabria de la de Galicia, la Rioja, Andalucía, Madrid…? Porque se ha destrozado un proyecto que ilusionó a millones en toda España y la culpa no puede ser de tres de Cantabria… Decepcionante que alguien como tu se limite a matar al mensajero.
Ramón Qu
Para hacer lo que me pides debería escribir un texto de al menos la misma extensión que el aquí expuesto a debate. Esa no es la función de los comentarios. Vayamos por partes. Yo estoy alineado en este y en otros muchos conflictos. Pero estoy alineado, no alienado por razones familiares.
La diferencia fundamental entre el tratamiento de El Faradio y otros medios es doble: uno, en la forma, un texto que se pretende una información está tratado con estilo de opinión; dos, en el contenido, donde se aprecia con claridad la parcialidad de El Faradio en el tratamiento de este asunto. Un análisis narrativo y semántico daría resultados esclarecedores. Obsérvese por ejemplo, el reparto de papeles y funciones que se da en el texto y que se plasma en el uso de diferentes verbos y adjetivos cuando se trata de uno u otro bando. El campo semántico “bueno” “democrático” y conciliador” abunda cuando se habla de Blanco y Alonso; el campos semántico “malo”, conspirador” y antidemocrático es utilizado con mucha mayor frecuencia cuando se refiere al otro bando Ordóñez y grupo de Castro. Esto, si cabe en un artículo de opinión, debe ser evitado en una información. Por otro lado, la selección de datos, informaciones y hechos, y sobre todo los silencios, es claramente parcial. Desde luego en esto tiene mucho que ver las gargantas profundas, pero para combatir tal cosa existe algo que se llama contrastar informaciones. En las crónicas de El Faradio en este tema, dicho contraste es insuficiente, lo cual es grave sobre todo cuando la garganta profunda miente, oculta y conspira.
Desde luego nada de esto es un algoritmo y la demostración “matemática” es imposible. Siempre se podrá poner en solfa datos, hechos, categorías o interpretaciones. Pero ya digo: no me pidas que haga aquí el análisis semántico/narrativo de las crónicas de El Faradio sobre este tema. Ahora en otro lugar podría hacerlo.
Desde un punto de vista político el mayor problema de las crónicas sobre este tema de El Faradio es que han cooperado, consciente o inconscientemente, a la técnica del ventilador orquestada por el grupo Blanco/Alonso: esto es la ocultación de la cuestión principal – acoso laboral a compañeras de partido por parte de Blanco y permisibilidad por arte de la secretaria – por una teoría conspirativa: el asalto al poder de forma artera por el grupo de Castro en contra de los demócratas de Alonso y Blanco. Pero aún en el caso de que admitiéramos esta pérfida conspiración castreña, tal hecho no quitaría importancia al acoso laboral de Blanco y a la permisibilidad de Alonso.
Pero de lo que habría que hablar es de las denuncias por acoso, de la admisión de los hechos por parte de Blanco, del ponerse de perfil de Alonso, del informe del comité laboral, de la dimisión diferida, del absentismo parlamentario de Blanco, del reparto de tareas dentro del grupo parlamentario, en definitiva del quid de la cuestión: un partido progresista no puede admitir en su seno un parlamentario que amenace y veje a tres compañeras de organización y que, no contento con eso y con la colaboración de la secretaria general, ponga en duda el testimonio de las víctimas desprestigiándolas con acusaciones conspiranoicas. ¿Dónde queda el “hermana yo te creo”. El Faradio, siento mucho decirlo, ha cooperado en esta igualación de víctimas y victimarios.
Por supuesto todo esto es discutible, pero lo que no te voy a admitir es eso de matar al mensajero. Y por varias razones.
Una, yo siempre he defendido y defiendo a El Faradio como una necesaria y gran propuesta informativa en la región.
Dos, tengo cariño a El Faradio tanto por haber colaborado en él, como por el magnífico tratamiento que siempre ha tenido con la compañía teatral a la que pertenezco.
Tres, me ha dolido observar la parcialidad de El Faradio en este tema y no ha sido plato de gusto para mí criticar sus textos
Cuarto, entre criticar un tratamiento informativo y matar al mensajero hay mucho trecho: el que hay entre un derecho – la crítica – y un liberticidio – matar al mensajero – El derecho de crítica a los medios de comunicación es irrenunciable e imprescindible.
Quinto, no me he “limitado a”, he opinado por extenso sobre el tema en otros ámbitos y colaborado desde mi posición a evitar que un grupo de impresentables se queden con los restos del naufragio de Podemos en Cantabria.
Concluir que, aun no siendo muy amigo de la dirección actual de Podemos y de su línea política, afirmo que la decisión de Madrid de crear una gestora es lo mejor que le ha podido pasar a los pecios de Podemos en la región.
Salud, Roberto, Guillen y Óscar.
Guillem Ruisánchez
Hola Ramón:
Aunque no lo creas estamos encantados de que nos critiquéis. Nosotros reivindicamos el espíritu crítico y no podemos más que recibirlo cuando se dirige a nosotros.
De todos modos, tengo que rebatir algunas de las cosas que dices (alguna ya lo he hecho en ocasiones anteriores, en medio de un ataque de parte furibundo):
1. Las denunciantes han vetado de facto a este periodista y a este medio de comunicación, parapetadas tras la supuesta confidencialidad de la investigación interna. Es supongo que parte de una estrategia en la que cuando tienen algo que decir lo filtran a otros medios, que no a este. Desde luego que ha sido un reto y un handicap respecto a otros medios informativos.
2. Te cito: «¿Dónde queda el ‘hermana yo sí te creo?». En mi opinión queda para las denuncias de violencia de género real, las que son de verdad, porque se ponen ante la policía o ante los juzgados. O porque se sufren en silencio. No se puede banalizar con este tema ni mucho menos usarlo deliberadamente para obtener réditos políticos. Si fuera otro tipo de terrorismo ya desaparecido estaríamos de acuerdo en considerar la utilización política de ello como nauseabunda. De fondo, queda para la eternidad una acusación pública que es muy grave, sin pruebas de ningún tipo. Sin denuncias siquiera. El juego semántico con un tema tan delicado por intereses personales me parece contraproducente y nocivo para el feminismo, que es el que enarbola la cita con la que inicio el párrafo. En esta historia hay tres denuncias, por la vía del partido político, y ninguna por violencia de género. La denunciante que podía haber confirmado o desmentido esta acusación se ha negado a ello, a petición de este medio. Entiendo que porque es más rentable mantener viva una acusación pública contra el denunciado.
3. Por otra parte, para que haya acoso laboral tiene que quedar acreditada una actitud de acoso continuada (además de una relación de subordinación). La trabajadora que denunció acoso ya no está en el partido. Es la extrabajadora. No hemos podido contrastar el tipo de extinción de la relación laboral y por lo tanto no revelaré aquí a qué apuntan todos los indicios. Esto es lo riguroso.
4. De las investigaciones que hemos realizado no podemos concluir que haya habido acoso laboral. En su día contamos los hechos tal y como se habían denunciado. Efectivamente el acusado admitió los insultos que se habían publicado. Pero eso, hasta donde sabemos, no es acoso laboral. Por no hablar del contexto en que se realizaron esos insultos, que todavía no se ha aclarado. Por supuesto, no puede haber acoso laboral hacia una superior (de Blanco a la portavoz parlamentaria, que no se hablan hace dos años). Ni de Blanco hacia otra superior, la secretaria general de Santander. No hay relación laboral, no puede haber acoso laboral (y no de otro tipo como se ha insinuado).
5. Sabemos también que el proceso ha estado marcado por la indefensión de los denunciados. Lo admiten los investigadores y hasta un juzgado lo ha visto con unas pocas pruebas. Además, ni siquiera lo ha resuelto la dirección estatal del partido (están pendientes los recursos y me atrevería a pronosticar que no se resolverán).
Entiendo que no te guste el tratamiento informativo pero es mucho más racional que la mayoría de las críticas pasionales que leo. Entre otras, de personas directamente involucradas y con intereses en uno de los frentes. Cuando no de personas anónimas que buscan desprestigiar el trabajo que hacemos.
A todos, en cualquier caso, gracias por comentar, porque con ello nos permitís también dar más explicaciones.
Y perdón si en algún momento hemos podido fallar, que no somos infalibles, porque somos humanos.
Roberto Ruisánchez
Gracias por tomarte todo ese tiempo. No me convences en absoluto y por mi parte acabo aquí. No entro a discutir tu afirmación «(…)Pero estoy alineado, no alienado por razones familiares.(…)» Mi hijo es parte de ese proyecto que sigues pensando es necesario en esta región y estoy orgulloso de él y del proyecto. Alienación familiar…todos tenemos familia.
Ana
Madre mía donde llega la mala baba de esa mujer , se ha visto tan obligada a retirar a blanco , ke hace lo mismo con la acosada amenazada , justo lo ke necesita este mundo con la violencia machista y casualmente son tres mujeres , ,ya te puedes ir para casa Rosana alonso ke destro
zas la razón, el feminismo y el mundo con
Habitante de la cueva del soplao
«Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez» aunque en su caso tengo dudas de si son ambas. ¿Sabía usted que una cosa es el acoso laboral y otro el acoso sexual? En el primero de ellos el sexo o el género no interviene.
Ahora bien, ¿alguna de las denuncias presentadas ante el comité de marras es por acoso sexual? No. La única denuncia presentada en magistratura ha sido la de la trabajadora de prensa, que por cierto no fue admitida a trámite. ¿Por qué denunció? Por amenazas. Ni por acoso laboral, ni sexual ni nada parecido.
Entonces, ¿de dónde saca usted y los voceros de la sra. Ordoñez el tema de género y demás? ¿No será que una vez más estamos ante las triquiñuelas de esta diputada para aferrarse al cargo? porque ésta si que no tiene donde volver.
Lo más repugnante es que haya usado la violencia contra las mujeres para justificar sus patrañas y ansias de poder.
Me parece un acierto haber suspendido a los dos porque esto ya era un circo. A ver si ahora nos consiguen convencer de que les votemos otra vez
Ana
Se muy buen distinguir entre acosos y amenazas y todas son igual de askerosas y repugnantes , esto me suena a ….va si solo te ha empujado….i insultado o te ha dado un sopapo…..va eso ….patético muy patéticos sois. Toda la camarilla
Isabel
Y te va a pedir a ti ke la des de comer , tonto….tu preocúpate de tu vida…..
Federico García
Estimado habitante de las cuevas. Ya que le gustan los versos bien construidos y las citas con cierta retranca, acudamos citando a su autor (está muy feo citar sin hacerlo), en nuestro caso Carlo Maria Cipolla (pronunciese en italiano por favor), quien venía a decir que no discutas con un estúpido, que está más entrenado que tú y además siempre gana. Pues eso, me aplico la cita. Suyo afectuosísimo.
Ramón Qu
Gracias por la explicación Guillem. Tu teoría peca del mismo juego semántico que dices combatir. Si en este caso es inexacto – por extensión – hablar de acoso/violencia de género, es también incorrecto – por reducción – borrar el «acoso» con el recurso al sentido estricto/jurídico del término acoso laboral. Dejémoslo pues en acoso personal: insultos, amenazas y vejaciones de un compañero de partido a otro. Algo inadmisible en un partido progresista – y en el fondo en cualquier partido – Y en este campo de acoso personal el «sí te creo» a las víctimas es perfectamente aplicable. En cualquier caso, sin ninguna acritud, con espíritu constructivo y como simpatizante de El Faradio, sigo pensando que os estáis equivocando, por parciales, en vuestro tratamiento del tema y que estáis perdiendo credibilidad en sectores importantes de vuestros lectores. El tiempo dirá y repartirá razones. Un abrazo y salud, Ramón
Guillem Ruisánchez
Efectivamente, el tiempo (no mucho, espero) dirá y repartirá razones. Y tú siempre tendrás la suerte que no tengo yo de que no vives de tu credibilidad. Así que entenderás que mida mis palabras en público y me reserve mi opinión sobre tus apreciaciones al trabajo que hacemos. Pero sí tengo clara una cosa: que el periodismo es una actividad incómoda para el poder. Y que en Podemos el poder está en Madrid, con los Pablos, con las denunciantes, con la gestora, etc. Así que sin juzgar el lugar en el que se posiciona cada cual, por aquí creemos que como medio crítico vamos muy bien.
P.D. Nuestros lectores son adultos y les gusta que les traten como tal. Les conocemos bastante mejor y la mejor manera de respetarlos es haciendo periodismo.
Ramón Qu
«Cuando llueve las calles se mojan; las calles están mojadas; luego ha llovido» Este silogismo falso es el mismo que tú utilizas en torno al periodismo como actividad incómoda para el poder; el poder residente en Madrid y la conclusión de «vamos muy bien» por incomodar a Madrid. Ambos silogismo olvidan que las calles pueden estar mojadas por otras razones – regadas por el ayuntamiento- y que el poder también existe en Cantabria -la actual y revocada dirección de Podemos Cantabria – Por último: yo si vivo de mi credibilidad, porque todo el mundo vive de su credibilidad. Y yo también mido y mucho mis palabras sobre el trabajo que hacéis sobre este tema. Y dejo aquí el intercambio de comentarios porque observo que te estás enfadando. Un abrazo y salud, Ramón.