Enero también finaliza sin visita de Bahri al Puerto de Santander
Si el mes de diciembre finalizó sin que llegara al Puerto de Santander ningún barco de Bahri, la naviera estatal saudí que transporta armas que acaban siendo usadas en la guerra de Yemen, el mes de enero ha finalizado con la misma tónica, frente a la tendencia que estaba siguiendo de una visita prácticamente mensual después de que las quejas ciudadanas los expulsaran, el pasado mes de marzo, del Puerto de Bilbao.
Así, si en torno al 20 de diciembre uno de los habituales, el Bahri Hofuf parecía enfilar Santander con el sistema de identificación automático (AIS) apagado (una irregularidad repetida varias veces sin que las autoridades les hayan sancionado), aunque acabó variando su ruta, por motivos desconocidos y siguió su camino.
Pero tampoco llegó al siguiente destino que tenía marcado, el Puerto de Motril, en Granada, donde debía haber llegado el 23 de diciembre. De modo que en esa última singladura no hizo escalas en España.
Ahora, en enero el Bahri Tabuk (barco de la compañía que todavía no había atracado en Santander) ha partido desde Estados Unidos y ha pasado por Alemania y el puerto francés de Le Havre, yendo rumbo a Alejandría, en Egipto, donde llegará en torno al 10 de febrero, y todo sin que conste escala en Santander ni en Granada.
De hecho, ayer mismo, tras un amago en el Golfo de Vizcaya, acabó pasando de largo de nuestro puerto.
En un reportaje en EL DIARIO MONTAÑÉS, responsables de la naviera aseguraban que en 2019 seguirían con sus escalas en Santander pese a las quejas ciudadanas, canalizadas por colectivos como Pasaje Seguro, y también el rechazo institucional expresado tanto por el Parlamento como por el Gobierno de Cantabria.
En el Puerto de Bilbao, la negativa del bombero Iñaki, ‘Ina’, Robles a cooperar en la carga de un barco, reveló a la población esos tráficos, activando un rechazo social con acciones como la de Greenpeace que hizo que la Bahri acabara prescindiendo de ese puerto y recalara en el nuestro.
LA AUTORIDAD PORTUARIA DERIVA LAS QUEJAS A CAPITANÍA MARÍTIMA
La Autoridad Portuaria ha admitido que el comercio de armas que hace la compañía saudí Bahri en el Puerto de Santander –y que acaban siendo usadas en la guerra de Yemen—puede estar suponiendo una infracción muy grave de la legislación sobre tráficos marítimos, al haberse producido visitas en las que buques de la naviera habían desconectado sus sistemas de seguridad.
Y ha trasladado esta situación al Director General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento.
El Puerto también le ha trasladado estas infracciones a la Capitanía Marítima de Santander, según información de la Autoridad Portuaria a la que ha tenido acceso EL FARADIO (recientemente un diputado vasco de Unidos Podemos en el Congreso hacía lo propio).
Los propios activistas de Pasaje Seguro ya planteaban que Capitanía Marítima se implicase en la gestión de estos polémicos tráficos, al remitirle expresamente la carta que a finales del año pasado enviaron a todos los miembros del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria (del que forman parte representantes de la sociedad cántabra).
De hecho, ya le han solicitado al responsable de la Capitanía Marítima de Santander que esté presente en una próxima reunión que esperan con el presidente de la Autoridad Portuaria y con el delegado de Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga.
En la citada reunión Pasaje Seguro intentó que se encargase un informe a la Abogacía del Estado, el cuerpo jurídico del Gobierno central, sobre la legalidad de estos tráficos, toda vez que distintas normas nacionales e internacionales prohíben que se comercie con armas a países en guerra o con conflictos que sufra la población civil (como es el caso de Yemen, donde acaban las armas que se vienen embarcando en Santander, y como recuerdan las organizaciones que participan en la campaña Armas bajo control).
La elaboración de ese informe hubiera permitido suspender de forma cautelar el tráfico de armas en Santander hasta que se finalizara su elaboración.
Sin embargo, el Puerto mantiene el criterio de que la competencia en estas operaciones le corresponde al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno central, previo informe de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, que depende de ese informe aunque cuenta con miembros de los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, entre otros.
En consecuencia, consideran que el informe a la Abogacía del Estado lo debe encargar ese organismo y no el Puerto, que, asegura, le ha trasladado esta petición a Puertos del Estado para que a su vez se lo traslade a esta entidad.
Además, el Puerto también entiende que el control de estos tráficos cuando lleguen a Santander le corresponde a la Agencia Tributaria y no a ellos (si bien es potestad de la Autoridad Portuaria conceder los permisos).
La ofensiva contra el comercio de armas en el Puerto de Santander se intensificará este trimestre, ya que Pasaje Seguro ha anunciado incluso acciones legales más allá de la propia reivindicación, y de forma coordinada con otros movimientos que se oponen a estos tráficos.
YA SE HA ESTRENADO EL DOCUMENTAL LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ
Todo el proceso que se activó a través del gesto de Ina Robles no acabó con la marcha de Bahri de Bilbao, sino que allí se creó la comisión La Guerra Empieza Aquí, ligada a Ongi Etorri Errefuxiatuak, que puso el foco en las empresas vascas que fabrican armas.
Una red de empresas y relaciones que han plasmado en un documental, financiado a través de crowdfunding, que ya se ha estrenado y que se encuentra en ronda de presentaciones.
Al testimonio de Ina y de un refugiado yemení se suman los de diversos historiadores, expertos, ex-trabajadores de empresas de armas y miembros de diversos colectivos que nos acercan a la exportación de armas y a sus efectos en países en conflicto.
El documental aborda los inicios de la industria armamentista en Euskadi, en la cuenca del río Deba,
en las localidades de Eibar y Plasencia de las Armas y, posteriormente en Gernika y Markina, además de describir la historia de la producción de armamento en Euskadi, con especial
mención a Expal, implicada en la producción de minas anti-persona y bombas de racimo, para llegar al momento actual, en que Expal se ha convertido en uno de los mayores suministradores de bombas y proyectiles a Arabia Saudí.
En la actualidad empresas vascas de alta tecnología (ITP, Sener, Sapa…) participan en la fabricación de aviones, misiles y tanques… Se las enumerará, así como el entramado financiero que las apoya o el de las instituciones.
Mientras se va desgranando la problemática de las armas y sus repercusiones en la Guerra de Yemen y otros conflictos, varias personalidades destacadas del antimilitarismo y la cultura, como son Arcadi Oliveres, o Manuel Rivas aportan sus impresiones sobre la guerra, el compromiso personal o la desobediencia civil.