El Museo Etnográfico de Muriedas albergará el archivo fotográfico de Manuel de Cos, enlace con la guerrilla de los maquis y defensor del patrimonio cultural o natural, que falleció en octubre de 2017.

Manolo de Cos

Son más de 500 DVDs donde se recogen un notable número de fotografías y otros documentos gráficos que Manolo de Cos fue atesorando durante toda su vida, en la que dedicó mucho esfuerzo a fotografiar su entorno, bien para documentar, bien para reivindicar.

Los temas en los que está dividida esta colección son los deportes, coches antiguos, arquitectura civil y religiosa, naturaleza, folklore, exaltaciones religiosas, actos políticos institucionales, ganadería y ferias, localidades y paisajes, artesanía, costumbres tradiciones, personajes, y un apartado de varios.

Fondos que se suman a los  las más de 12.000 imágenes que custodia el Museo Etnográfico de Cantabria, METCAN, y que se incorporan así al  archivo de imágenes creado por José Antonio Jorrín García, que fue director de este centro.

El consejero de Educación, recepciona el archivo fotográfico de Manolo de Cos para el Museo Etnográfico de Cantabria, junto a representantes de la Consejería, el Museo y una familiar, Mari Sol González

A partir de ahora el trabajo del METCAN con este archivo fotográfico consistirá en revisar su estado de conservación (en algunos casos habrá que proceder a su restauración), identificar los soportes y formatos, analizar, describir, ordenar, clasificar, y almacenar en los soportes que se requieran, y digitalizarlas, con el objetivo final, según remarcaban tanto el consejero de Cultura como la directora general, Francisco Fernández Mañanes y Eva Ranea, de hacerlo accesible al conjunto de la sociedad.

Mari Sol González, familia del fotógrafo, ha agradecido el interés del Gobierno de Cantabria por conservar y proteger esta colección, que tiene parte de sus fondos en la Biblioteca Nacional, la Fundación Botín, y en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander, CDIS.

La directora del METCAN, Amparo López, ha recodado que este museo guarda una excelente colección fotográfica con más de 5.000 imágenes realizadas tanto por fotógrafos de reconocido prestigio, como por personas anónimas que conforman un «excelente» instrumento tanto para los investigadores como para el público en general. «Estos fondos de Manolo de Cos, servirán para enriquecer y ampliar este fondo de imágenes», ha señalado.

TESTIGO DE SU TIEMPO

Gran amante de la naturaleza, parte de la actividad fotográfica de Manuel de Cos se ha centrado en su faceta ecologista, denunciando los procesos de deforestación de los montes de Cantabria y la tala indiscriminada de especies autóctonas y ejemplares únicos. También su vocación por documentar el mundo rural de Cantabria, sus paisajes, costumbres, tradiciones y formas de vida, ha hecho posible que en la actualidad podamos disfrutar de miles de imágenes que son reflejo de un rico, interesante y desgraciadamente perdido y olvidado, patrimonio cultural material e inmaterial de carácter etnográfico.

También se reconoce a De Cos como el descubridor de las cuevas del Chufín, declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por sus pinturas prehistóricas de 16.000 a. c.. Fue él quien informó de su existencia al director del Museo Arqueológico Nacional en 1972, después de entrar y apreciar la presencia de arte parietal en sus paredes.

SU COMPROMISO POLÍTICO EN LOS AÑOS OSCUROS

Viñeta del Paisá tras la muerte de Manolo, con su hermano Jesús.

Nacido en 1920 en Rábago, era hermano del guerrillero Jesús de Cos y fue enlace de la guerrila, al igual que su hermana Magdalena. Su padre, Donato, murió en el campo de concentración de Mauthausen.

De joven fue enlace con la guerrilla que desde los montes combatía la dictadura franquista –los emboscados o maquis—y sufrió la represión del franquismo. Su compromiso le hizo llegar con los años a la documentación del patrimonio natural o cultual, siendo descubridor de la cueva de Chufín y una de las voces que reivindicó la puesta en valor de El Soplao.

Quienes le trataron destacan su generosidad, al arriesgarse ayudando en muchas ocasiones a personas que no conocía, o documentando desde su labor como fotógrafo causas que beneficiaban al conjunto de la sociedad.

De pequeño fue pastor y cuando cumplió 18 años fue llamado al servicio militar, pero fue encarcelado por supuestamente haber profanado iglesias en una acusación que fue desmontado al aparecer, escondidas en un pajar, las imágenes que dijeron que había destruido.

Sus problemas no acabaron ahí, pues el salvoconducto que se le había concedido le fue robado por un grupo de falangistas, que lo llevaron detenido al campo de concentración que hubo en la campa de La Magdalena. Tuvo que marcharse de Cantabria, constantemente acosado por el régimen.

Empezó a actuar de enlace con la guerrilla (con la Brigada Machosa), ayudándoles en distintas tareas, entre ellas pasando guerrilleros a Francia, entre otros a su propio hermano, Jesús de Cos, hasta que es delatado por un confidente y posteriormente detenido y torturado.