Los Van den Eynde y los matices entre las trincheras del conflicto de Cataluña
El día después del inicio del juicio del Procés (el proceso del proceso) nos deja una historia que conecta Cantabria con el conflicto más grande de nuestros días en el conjunto del Estado: Cataluña.
Las crónicas de la prensa nacional dan este miércoles un importante protagonismo al alegato ‘político’ del abogado defensor de los líderes independentistas Oriol Junqueras y Raül Romeva, un abogado penalista ‘de apellido flamenco impronunciable’, en las piezas periodísticas.
Resulta que es el mismo apellido que el del portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Cantabria. Y sí, efectivamente, Andreu Van den Eynde es familia de Eduardo van den Eynde. Su sobrino concretamente. Andreu es el hijo de Arturo, hermano de Eduardo, y Arturo se tuvo que exiliar unos años en París, perseguido por la dictadura de Franco.
Arturo, el padre de Andreu, era troskista, uno de los fundadores del PORE (Partido Obrero Revolucionario Español) y escribía con el pseudónimo de Anibal Ramos en la revista La Aurora.
Arturo y Eduardo son nietos de un tratante de ganado belga que emigró a Cantabria a principios del siglo XX, de los que exportaron la actual raza frisona. Y después marchó a México, para convertirse en un indiano charnego – que es como llaman en Cataluña a los nacidos allí pero de origen emigrante-. Es decir, es la misma etiqueta con la que habrá tenido que lidiar el bisnieto del primer Van den Eynde, Andreu, en la actual Cataluña.
Andreu, el abogado de Junqueras y Romeva, es el hijo de un troskista y sobrino de un portavoz parlamentario del PP. Pero un portavoz de un partido de derechas tan atípico que en los años de la dictadura corrió “y bastante” delante de los grises –la policía de Franco-, como confiesa en la entrevista que ha concedido al FARADIO DE LA MAÑANA (Arco FM 103.2)
En los años de la dura transición de Valladolid, con una extrema derecha muy violenta, como recuerda, fue compañero de facultad de Lola Gorostiaga (PSOE). Entonces no había nacido el compromiso político en la actual presidenta del Parlamento cántabro, pero sí en Eduardo Van den Eynde, que llegó a ser delegado de facultad. Y hasta militó en el Partido Socialista.
Años después emergió en el PP de Astillero el liderazgo de Ignacio Diego, en un proyecto duradero (llegó a ser presidente de Cantabria con mayoría absoluta). Y a ese proyecto es al que se afilió Eduardo Van den Eynde, tal y como explica en la entrevista. Al tiempo que, en la práctica, con la derrota del dieguismo en el último Congreso, Eduardo está de salida del PP.
No es la primera vez que Van den Eynde se distancia de los postulados mayoritarios de las siglas que ha defendido. Anteriormente estuvo a favor de la eutanasia y fue muy relevante su posicionamiento a favor del cannabis terapeútico, porque además su voz es la de alguien que lleva años luchando contra un cáncer, lo que le llevó a ser uno de los invitados en unas jornadas sobre el tema organizadas en La Moraduca, la sede de Podemos en Santander.
Con todos estos matices entre las trincheras que marcan la actual política española, la familia Van den Eynde nunca ha sorteado el debate político. La madre de Arturo y de Eduardo recaudaba fondos para la revista del PORE en la que escribía uno de sus hijos de Barcelona (tenía otra hija en la Ciudad Condal). Uno se exilió a París; otro se hizo liberal y se puso en la primera línea del PP cántabro y uno de sus nietos terminaría defendiendo a los secesionistas en el Tribunal Supremo.
Pero nunca hubo líneas rojas a los debates de sobremesa; conversaciones que se llevaban, simplemente, al lugar que correspondía: ni lo promovían ni lo vetaban. Con discrepancias, pero siempre una familia bien avenida.
Eduardo también tiene un hijo que es abogado y ayer mismo ha estado chateando con su primo Andreu sobre la defensa de jurídica de Junqueras y Romeva.
El apellido Van den Eynde no es tan impronunciable para los que seguimos la actualidad cántabra ni, mucho menos, para los seguidores del rock local, escena de la que forman parte los Vanden, el grupo de Eduardo y de su hijo, Juan.
Con todos los matices, el todavía portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria no tiene inconveniente en dar su opinión sobre el reciente conflicto catalán. Lejos del argumentario de su partido, afirma que en octubre de 2017 no hubo un Golpe de Estado. Y también cree que es excesiva la prisión preventiva.
Carlos
«charnego…Es decir, es la misma etiqueta con la que habrá tenido que lidiar el bisnieto del primer Van den Eynde, Andreu, en la actual Cataluña.»
Si esta visión la da un supuesto periodismo crítico en Cantabria mal vamos.
Fernando Díaz
Interesante entrevista. El propio Eduardo v.den Eynde lo es ya de entrada.
Sólo una pequeña observación:
está muy bien que alguien con la cabeza amueblada lo recuerde —> cuando se habla ahora de ultraderecha refiriéndose a Vox, y no se les ha visto (yo al menos) siquiera una bandera o símbolo franquista/nazi/fascista o parafernalia en general de esas ideologías.
Cuando, como digo, a los biempensantes se les llena la boca de descalificaciones y de acusaciones de antisistema fascistas, etc. etc. son precisamente quienes ni vivieron ni tienen idea de lo que fue
realmente la ultraderecha real, la de aquellos años: Fuerza Nueva, Blas Piñar, armas, palizas, broncas, etc.
Es más, lo que estoy viendo hoy es justamente lo contrario: las agresiones que ha habido últimamente han
tenido a Vox como protagonistas, pero como víctimas … Es realmente curioso, ¿el mundo al revés?), pero al ir a favor de corriente (la hegemónica, la ´progre´, la pseudo-izquierdista), nadie le presta atención. Además, requiere un poco de esfuerzo intelectual e «ideológico» al tener que ejercer el sentido crítico y la independencia de criterio, y eso tal vez sea ser muy exigente hoy día.
Por esta razón, un recordatorio por parte de alguien fiable e inteligente como E. v. den Eynden, de lo que era la ultraderecha real en España no viene nada mal para poner los puntos sobre las íes.