Fue un 8 de Marzo, el del año pasado, en plena manifestación del Día Internacional de la Mujer, cuando todos descubrimos que al Puerto de Santander había llegado un barco de la naviera saudí Bahri para cargar armas con destino a la guerra de Yemen.

Imagen de archivo del barco Panthera J

El día en que se hacía guerra contra el machismo, nos enteramos de que había otra guerra que empezaba aquí, después de que ese tráfico fuera rechazado en el Puerto de Bilbao a raíz del acto de desobediencia civil, negándose a escoltar la carga, del bombero Ina Robles.

Un año después, y tras tres meses sin visitas al Puerto de Santander de ningún barco de la saudí –desde diciembre–, ha sido otro barco con mercancías peligrosas el que ha irrumpido en el 8 de Marzo.

Es, según ha podido constatar EL FARADIO de fuentes portuarias, el Panthera J, que además es un viejo conocido del Puerto de Santander, donde ya atracó otra vez.

El Panthera J. es una embarcación con bandera de Liberia que tiene Monrovia como puerto base y no pertenece a la naviera saudí Bahri, como los otros barcos que han llegado en el último año al Puerto de Santander.

Aplicaciones de rastreo de tráficos confirman la presencia del Panthera fondeado en la Bahía de Santander

Sin embargo, su anterior visita, en la que cargó 40 contenedores con armamento, supuso parte de una singladura que le hizo recalar, dos semanas después, en Arabia Saudí-

Los colectivos que fiscalizan estos tráficos ya advirtieron entonces de cómo las grandes navieras recurren en ocasiones a barcos intermedios, una suerte de subcontratas, como forma de hacer más opacas las rutas.

En este caso, su estancia arrancó este jueves y se prolonga hasta hoy, con la idea de cargar más de 60 contenedores de material catalogado como peligroso.

Al haber cargado explosivos, ha permanecido fondeado en la Bahía de Santander y no dentro del propio Puerto, adonde sí ha entrado para realizar las cargas, desde el muelle 3 de Raos, que opera la consignataría Pérez y Cía.

La previsión es que se marche a las 21.30 horas, según refleja la Web del Puerto de Santander.

Ha llegado desde Rotterdam, y una vez en España, fue hacia San Sebastián, sin llegar a tocar puerto allí y virando hacia Santander.

Su llegada, además, ha tenido un efecto colateral: los servicios mínimos del Puerto de Santander para la huelga laboral del 8 de Marzo no eran suficientes para atender la carga de trabajo que suponen estas cargas y descargas, por lo que ha tenido que hacerse un dispositivo de servicios mínimos superior al que se había previsto inicialmente.

LA ESTRATEGIA LEGAL

Colectivos como Pasaje Seguro o Amnistía Internacional venían movilizándose contra la llegada de Bahri a Cantabria, hasta el punto de que la naviera ha ido esquivando el puerto en sus últimas visitas.

Ese rechazo social ha ido acompañado del institucional, con pronunciamientos expresos del Parlamento de Cantabria o el Gobierno autonómico, no así del Puerto, que incluso ha eludido encargar, como se le había pedido, un informe a la Abogacía del Estado que hubiera tenido como consecuencia la paralización cautelar hasta que hubiera una resolución. El Puerto ha derivado esa responsabilidad en Delegación de Gobierno, que a su vez sostiene que corresponde al Gobierno central.

Por su parte, Pasaje Seguro había extendido su estrategia a una acción jurídica coordinada, (no en vano estos tráficos vulneran normas nacionales e internacionales que impiden vender armas a países en guerra) y trataba de involucrar en la lucha a Capitanía Marítima, así como a los vecinos de los barrios más cercanos, como, en el caso de Santander, Castilla-Hermida.