La subida del nivel del mar, los temporales o la contaminación por incendios: los retos ambientales de Cantabria

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Este viernes, 15 de marzo, tendrá lugar en Cantabria la primera concentración de la corriente cántabra del movimiento internacional #FridaysforFuture, coordinados por la plataforma Juventud por el Clima, en protesta contra el aceleramiento del cambio climático y el deterioro del planeta.

En Cantabria, el movimiento tendrá que establecer sus propias prioridades y preocupaciones al margen de sus exigencias contra el cambio climático a nivel global. Y es que la particularidad de nuestro territorio nos hace más vulnerables a algunos problemas ambientales que a otros.

Tareas de extinción de fuego. FOTO: 112 Cantabria.

Es, por ejemplo, el caso de la subida de los niveles del mar, cuya preocupación la vemos en rabiosa actualidad con la gestión de las playas ante la preocupación de que el mar comience a recuperar lo que le fue robado.

Y es que en nuestras costas venimos de unos años en los que la especulación urbanística ha tratado de centrarse en la costa, pese a los intentos de algunos agentes de proteger el litoral. El paisaje costero cántabro fue, durante mucho tiempo, un atractivo lienzo en blanco para las edificaciones a pie de playa que, en muchos casos, han sido declaradas ilegales por los tribunales y, en otros, arrastran inundaciones con casi cada temporal.

Sin embargo, no solo la especulación urbanística ha afectado a nuestras costas, sino que la gestión de los gobiernos ha dado un pellizco doloroso con la construcción de puertos deportivos que han afectado gravemente las corrientes y fauna marítimas, como es el de Laredo, o como puede ser el de San Vicente de la Barquera, según alertan los grupos ecologistas.

Las construcciones que buscan controlar el mar también siguen siendo un recurso habitual entre las instituciones públicas, como estamos viendo en Santander con la construcción de las escolleras en las playas Magdalenas y Peligros, para evitar que éste se lleve la arena de forma natural.

Inundaciones en Cantabria. FOTO: 112 Cantabria.

Sin embargo, la costa es solo uno de los lugares donde se dirige la mirada preocupada de los ecologistas. En los montes está también ahora el drama, con otra oleada de incendios que ha vivido Cantabria entre los meses de febrero y marzo que han afectado especialmente, como alerta Ecologistas en Acción, la contaminación del suelo. Además, han alterado gravemente la vida de la flora y fauna de buena parte del territorio rural de Cantabria y ha cambiado el paisaje verde por el que tan bien es conocida nuestra tierra y que se trata de recuperar con iniciativas como las de Naturaleza y Hombre en la que voluntarios han replantado varias zonas arrasadas.

Y no solo el fuego es destructor sino que el agua, el garante de toda vida, puede ser un perjuicio muy grave si llega en exceso, como vimos el pasado mes de enero con las inundaciones que afectaron a decenas de municipios y cuyas consecuencias aún viven de forma dramática muchos cántabros.

Precisamente, para ayudar a evitar que se reproduzcan estos episodios de forma tan alarmante han surgido iniciativas ciudadanas como la de Centinelas, que convocó a la población para limpiar y retirar los residuos de los ríos. Sin embargo, es necesaria una política pública que gestione estos cauces para evitar que la acumulación propicie más inundaciones.

Y todo ello, por no hablar de las iniciativas que pueden resultar peligrosas y que vienen de la mano del ser humano como el dormido y olvidado (pero no ilegalizado) fracking, o el proyecto de la mina de zinc, que ahora enfrenta a ecologistas con hosteleros, o el famoso pinchazo del Plan Eólico, así como la ubicación (aún no firme) de la depuradora de Vuelta Ostrera.

Escolleras en la Magdalena.

Proyectos empresariales que prometen dejar una lluvia de millones en Cantabria y a los que los ecologistas siempre han puesto la voz de alerta. Al igual que lo han hecho ante la deforestación de montes para construir viviendas, como en el caso del Cuco, que acabó anulado por los tribunales por su propia iniciativa.

LOS JÓVENES PIDEN MEDIDAS REALES DE CAMBIO ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE

Estos son solo algunos de los retos a los que se enfrenta este grupo de jóvenes, que reúne a chicos y chicas de entre 16 y 30  años y que comienza su andadura en Cantabria para pedir, como está ocurriendo a lo largo de toda Europa, medidas eficaces contra el cambio climático.

Todo comenzó el pasado 20 de agosto en Suecia, cuando la joven militante climática Greta Thunberg se manifestó frente a su parlamento. Desde entonces, el movimiento ha ido arraigando cada vez más entre los estudiantes de Europa para exigir a representantes políticos de todos los niveles que adquieran el compromiso real de cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París de 2015.

A lo largo de los últimos meses, miles de estudiantes de más de 270 ciudades en todo el
mundo, han abandonado las aulas cada viernes para protestar contra la inacción de los políticos, al ser ellos los principales damnificados por este desafortunado legado.

Los miembros de Juventud por el Clima comienzan a prepararse para su primer FridayxFuture. FOTO: Twitter.

En España, la plataforma Juventud por el Clima busca aglutinar los intereses de los diferentes
colectivos emergentes en diferentes puntos de la península, y tejer así una red que facilite la
organización por parte de los estudiantes de esta huelga internacional en las aulas.

A estas movilizaciones se han ido sumando cada vez más colectivos, asociaciones y partidos. Por ejemplo, las 400 organizaciones que conforman Alianza por el Clima, la Organización Juvenil de UGT en Cantabria o partidos como Equo, Izquierda Unida o Cantabristas.

“El agravamiento de la crisis ecológica global requiere de una respuesta inmediata a gran escala, tanto social como política, con acciones concretas y reales desde lo individual a lo colectivo, de lo local a lo global” apunta Alejandro Ahumada, coportavoz de EQUO Cantabria.

Su otra co-portavoz, Dolores Póliz, cree que ha llegado el momento de “luchar sin descanso contra el cambio climático, proponiendo las medidas legislativas que garanticen la reducción progresiva y continua de las emisiones de gases de efecto invernadero, trabajar para una transición energética cuyo objetivo sea un modelo basado al 100% en las energías renovables, al tiempo que se garantiza una transición justa, que no deje a nadie atrás, proponer iniciativas para avanzar en la descarbonización de la economía y la desnuclearización, defender la conservación de la biodiversidad como el elemento clave para la sostenibilidad del Planeta…”.

“Contamos con los recursos y el tiempo suficiente para evitar que el calentamiento global supere 1,5ºC, pero se necesita un esfuerzo sin precedentes. Si no recortamos tajantemente las emisiones industriales y de transporte, la temperatura global ascenderá a 1,5ºC en algún momento entre 2030 y 2050. Se necesitarían cambios de gran alcance y sin precedentes en cuestión de energía, industria, transporte, agricultura, ciudades y edificios. Llegar a reducir alrededor de un 45% las emisiones globales de CO2 de origen humano en 2030, respecto a los niveles de 2010, y lograr el cero neto en 2050”, defiende Sara Gómez.

Según comenta Mónica de la Parte, de Equo Santander, “en muchas ocasiones se cuestiona la actitud de la juventud, sin embargo, en esta ocasión están ejerciendo de revulsivo y catalizador de un cambio necesario en la sociedad y en el actual sistema económico, depredador y consumista para poder garantizar su futuro, por eso para EQUO tiene especial valor el  gesto y los actos del movimiento Fridays4future, que coinciden con nuestro ADN”.

“El cambio climático está afectando ya a millones de personas en todo el mundo, la contaminación urbana causa un aumento de mortalidad y las patologías en las grandes ciudades, la disponibilidad de agua potable se reduce, los residuos se acumulan sin control, la desaparición de 200
especies de animales al día, subida de la temperatura del planeta, aumento del nivel del mar, océano de plástico,…” manifiesta Gabriel Moreno,

Desde Cantabristas, el partido soberanista propone “un cambio de modelo de desarrollo, priorizando la transición hacia planteamientos respetuosos con el medio ambiente que puedan paliar los efectos del cambio climático”.

También Izquierda Unida en Cantabria ha aplaudido la iniciativa y ha manifestado su “satisfacción” al observar que “son las personas más jóvenes las que están detrás de la iniciativa”, al igual que el pasado 8 de Marzo, recordaba.

“La juventud también está interesada en los asuntos públicos, en participar y contribuir para construir una sociedad mejor para el presente y para el futuro; somos una parte de la sociedad que sí mostramos nuestro compromiso y nos movilizamos”, ha afirmado el candidato a la presidente Israel Ruiz Salmón.

“La solución pasa por escuchar y apostar por un modelo que apueste por las energías renovables o la investigación, la economía circular y la producción y consumo locales”, ha enfatizado Israel Ruiz Salmón, profesional ligado, además, al sector medioambiental, y cuya tesis doctoral versó sobre la captura del dióxido de carbono atmosférico y su valorización para obtener un producto reutilizable en la industria.

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