Los servicios municipales de Santander llevan una década sin casos de bebés abandonados
Los servicios municipales de Santander llevan, como mínimo, una década, sin que les lleguen avisos o emergencias de bebés abandonados, ni en contenedores.
Es una situación que empleados públicos de la capital a los que les tendría que haber llegado algún caso en esta línea llevan años sin afrontar, según comentan varios de ellos a EL FARADIO.
Así, en Servicios Sociales no constan casos de bebés abandonados en los últimos doce años, como mínimo, y en la Policía Local se remontan hasta hace casi dos décadas.
A nivel autonómico, fuentes del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), cifran en 15 años el período en el que no consta ningún caso de bebés abandonados, y recuerdan que las adopciones se tramitan igual indistintamente de si las madres son españolas o extranjeras, documentadas o no.
Sí que consta un caso en 2013 de un recién nacido que apareció, fallecido, en el vertedero de Meruelo. Fue el tercer caso desde 2002, y, evidentemente, fue noticia en los principales medios de comunicación autonómicos y nacionales.
En cualquier caso, profesionales del sector cuestionan que sea posible conocer si las madres que puedan haber abandonado a recién nacidos están o no en situación irregular.
Y también recuerdan que, sea nacional o extranjera, ya existen mecanismos que permiten ayudar a las familias que no puedan hacerse cargo de sus hijos, bien entregándolos ellos directamente a los departamentos de servicios sociales.
O bien, de forma forzosa, ya que existe lo que se conoce como figura de desamparo: cuando se considera que una familia no atiende bien a su hijo y las instituciones tienen constancia de ello, se formula la declaración de desamparo, con lo cual ese menor pasa a ser tutelado por la administración. Es lo que pasó con el caso del menor camerunés W.
En cualquier caso, la propia legislación de Extranjería ya impide la expulsión de mujeres embarazadas.
Jorge Cieza
No nos merecemos algo así como alcaldesa. Arrogancia sin correspondencia con méritos. Cada vez que habla me provoca un sentimiento… Malo
Valvanuz
En referencia a este párrafo:
«O bien, de forma forzosa, ya que existe lo que se conoce como figura de desamparo: cuando se considera que una familia no atiende bien a su hijo y las instituciones tienen constancia de ello, se formula la declaración de desamparo, con lo cual ese menor pasa a ser tutelado por la administración. Es lo que pasó con el caso del menor camerunés W.»
Mi comentario es el siguiente:
Sí, fue de forma forzada pero con una «consideración» totalmente sesgada, interesada y subjetiva por parte de los servicios sociales, basada en la falta de profesionalidad de sus técnicos/as y su servicio jurídico, que no tuvieron, y siguen sin tener el valor de dejar a un lado sus manuales y procedimientos herederos del robo de niños, pero ahora institucionalizado; ni la capacidad y la humildad de reconocer cuando se han equivocado.
Una cabezonería más de un equipo en el que la mala praxis acampa por sus despachos en cadenas de malas decisiones forzadas a dar continuidad a situaciones aberrantes. Un disparate en toda regla, del que espero algún día se pueda hacer justicia, aunque me cuesta imaginar qué tipo de justicia podría reparar los daños que se ha hecho a esta familia durante tantos años.