Suena Nuevos planes, idénticas estrategias, de Nacho Vegas:

Ya nos tiene acostumbrados. No nos sorprende. Cada cita electoral nos deleita con alguna predicción que sólo responde a sus delirios. La última, de este fin de semana, es que ha tenido un sueño en el que si el PRC obtiene dos diputados y tres senadores en las generales, estará cerca de la mayoría absoluta en las autonómicas.

Entiendo que Revilla busca que hablemos del resultado del PRC (lo estoy haciendo), y también que es su manera de tensionar y movilizar al partido, pero está feo que el presidente del Gobierno de Cantabria retuerza la verdad para lograr sus fines.

Tampoco parece la mejor estrategia, señalar un objetivo electoral que es inalcanzable. Que el PRC consiga un diputado en el Congreso y gane las elecciones autonómicas es un éxito sin precedentes en la historia del partido regionalista, y lo tienen al alcance.

Si Revilla pone el listón en dos diputados y tres senadores, y en rondar la mayoría absoluta en Cantabria, ese mismo resultado se convierte en un pequeño fracaso, que además debilita su posición negociadora de cara a formar gobierno. Obviamente, Revilla puede hacer y decir lo que quiera, pero nuestra obligación es ofrecer información y datos no adulterados.

El PRC lleva tres elecciones autónomicas seguidas obteniendo los mismos votos, 99.000, 98.000 y 96.000. Cantidad suficiente para ganar de calle el 26 de mayo, como venimos diciendo desde la primera edición del IndiePolitik, pero no sólo lejísimos de la mayoría absoluta de la que habla Revilla, sino muy cerca de perder alguno de los 12 escaños actuales, por la erosión de cuatro años de gobierno sin logros que presentar, el probable aumento en la participación y la aparición de otro actor en el panorama político.

Seguras la primera y segunda posición para PRC y PSOE (con muchas opciones de lograr ocho diputados), las dos grandes incógnitas son si finalmente Podemos se queda fuera del Parlamento y cuántos asientos tendrá la ultraderecha de VOX en el viejo Hospital de San Rafael.

Quedan más de dos meses con unas elecciones generales por medio. Puede pasar de todo o casi todo, pero nada de lo que va a pasar está en los sueños de Revilla.