«Ha habido una crisis y algunos se lo han llevado puesto»
Es el de mañana un Primero de Mayo post-electoral, en el que los sindicatos van a recordar que los ciudadanos le dieron «la espalda» a las opciones de derecha que corrían el riesgo de estar «condicionadas» por la extrema derecha.
Un nuevo escenario que en el plano sindical se ve como oportunidad para que la política salde las «muchas deudas» que tiene con el mundo del trabajo, sea autónomo, asalario o dependiente, porque lo que ha sucedido en los últimos años es que «la crisis ha sido muy larga y hay un crecimiento económico que no se ha repartido».
«Se han hecho demasiados ajustes que han tocado demasiadas pieles y es el momento de recuperar», aseguraba Carlos Sánchez, secretario general de Comisiones Obreras en Cantabria, entrevistado en EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM (103.2).
Tal y como ha repasado Carlos Sánchez, antes de la crisis había un status quo entre el mundo del trabajo y el del capital, que tras la crisis económico se ha inclinado de forma «desproporcionada» a favor del capital y que además se ha ido «consolidando».
Es decir, mientras había problemas económicos, algunos «han crecido más y se han enriquecido» en un contexto en el que «los pobres son más pobres» y esto ha dejado un mercado laboral «débil y poco competitivo».
Dicho de otro modo, «ha habido una crisis y algunos se lo han llevado puesto», aseveraba el secretario general de Comisiones Obreras en Cantabria.
Así, ha advertido de que ahora que la economía empieza a retroceder, una de las consecuencias será que, partiendo de la situación que se parte, «habrá un reparto desigual». «Si se crece, vamos a crecer todos», apostillaba.
«LA PRECARIEDAD EMPUJA A LA BAJA»
Carlos Sánchez ha advertido de que en su día se impusieron las figuras de la contratación temporal asegurando que «los empleos temporales de hoy serían los empleos fijos de mañana», lo que con el tiempo se reveló como una «gran mentira».
Además, ha añadido que hay una serie de derivadas de la precariedad en el mundo del trabajo, como el incremento de la siniestralidad laboral: «la prueba más evidente de la crisis es que se han reducido costes y ha habido una falta de inversión en prevención y en la salud de los trabajadores», remarcaban desde Comisiones Obreras.
«Hablamos de mucha gente que ha perdido la vida en el trabajo», aseveraba, llamando además la atención sobre las consecuencias de esto en la competitividad de las empresas y apelando a un trabajo «decente y seguro». «No podemos cambiar salud por empleo de aquella manera, igual que no se puede cambiar salario por derechos», apuntaba.
Asimismo, en un mundo en que la precariedad «empuja a la baja»,llamaba la atención sobre otras derivadas de la precariedad, desde el miedo a cogerse la baja para no perder el trabajo o los problemas de salud que van más allá de los propios accidentes, como el auge de enfermedades mentales, ansiedad o depresión.
5.476 personas sufrieron accidentes laborales en Cantabria en 2018
TRAS LAS ELECCIONES, PIDEN UN ACUERDO DE LEGISLATURA
Los sindicatos valoran que los votantes «no se han tragado la píldora de que se quería vender España» y a la hora de decir «ha primado la situación que se vive».
Y mientras voces como la CEOE estatal o el Banco Santander apuestan por un gobierno PSOE-Ciudadanos, los sindicatos creen que esas opciones no «interesan» a los trabajadores y apuestan por gobiernos progresistas, conformes a los resultados electorales, con «estabilidad» y con un acuerdo de legislatura.
En este sentido, enumeran las reformas «necesarias», como la derogación de las reformas laborales o la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores (compromisos ambos del PSOE), así como medidas en materia de pensiones o igualdad.
CONTRA LA ECONOMÍA ESPECULATIVA DE BENEFICIOS «INMEDIATOS» QUE NO PERDURAN
Preguntado por situaciones como la de Sonrionansa (la antigua Tinamenor, en Val de San Vicente, que esta semana tendrá dos nuevas jornadas de huelga ante los impagos de nóminas por parte de la dirección de una empresa que ha recibido ayudas públicas), el secretario general de Comisiones Obreras mostraba su preocupación por la «poca seriedad» de algunos proyectos empresariales o industriales que se ponen sobre la mesa.
«Los empresarios tienen que poner lo suyo, no sólo recoger beneficios. Parece que algunos piensan que sólo se puede funcionar con dinero público», criticaba, reiterando que la importancia de la empresa es que «perdure en el tiempo», no que se busque «maximizar beneficios» de forma «inmediata» para luego abandonar el proyecto, en lo que no deja de ser «especulación» empresarial.
Y estos proyectos acaban al final acudiendo a «papá estado o mamá comunidad autónoma» para que les «rescaten» con «dinero de todos» argumentando la importancia de la «cohesión» que aporta el empleo, cuando «si hay riqueza, se la llevan, y si pueden, deslocalizan».
En la misma línea, Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) contraponía la apuesta por enfoques de cooperación entre trabajadores “exitoso” como el de Vitrinor, una cooperativa que fábrica desde Guriezo sartenes y ollas, formada por los propios trabajadores frente a la “rutina” de los “liberales cazasubvenciones” a la que “con tanto ímpetu vienen favoreciendo PP, PSOE y PRC en el Gobierno de Cantabria durante las últimas décadas”.
Frente al “necesario” modelo de Vitrinor, el cabeza de lista de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) contraponía “lo habitual desde los gobiernos autonómicos en esta tierra, que es dar dinero al primero que venga de fuera, sin controlar que cumplan sus compromisos ni el correcto uso de lo que no deja de ser el fruto del esfuerzo de todos los cántabros”.
Y citaba expresamente a Sonrionansa, la antigua Tinamemor, en Val de San Vicente, “que ha recibido sustanciosas ayudas públicas sin que esté cumpliendo con el mínimo compromiso de pagar las nóminas”, y “sin que el Gobierno de Cantabria se haya dignado a lanzar un mensaje de apoyo a las 60 familias en huelga o a exigir a la empresa que sea seria y responsable con el uso del dinero que le hemos dado entre todos”.
Al respecto, avanzaba que desde las instituciones se tomarán medidas para que instrumentos públicos como el Instituto Cántabro de Finanzas o SODERCAN “dejen de ser una barra libre a cambio de nada para empresas sin escrúpulos”, así como una batería normativa que “penalice las prácticas poco éticas en la dirección de empresas”.
El candidato recordaba que la lista de la confluencia de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) “apuesta por los trabajadores” con la presencia de miembros de los sindicatos CC.OO, USO y UGT, y, entre ellas, “destacadas luchadoras contra la precariedad” como Cristina Puente, sindicalista de UGT en la conservera Sistemas Britor, muy activa en las movilizaciones contra los abusos de esta empresa; o Virginia del Moral, una de las 9 de AON de CCOO, que fueron despedidas por presentarse en una lista sindical en esta empresa del sector del telemarketing del grupo PITMA, los dueños del Racing, y que acabaron siendo readmitidas.