Manifestantes de Sidenor (Reinosa) en el Paseo Pereda de Santander || Foto: Eva Mora

La plantilla de Sidenor (Reinosa) ha desconvocado los paros del próximo jueves, 23 de mayo, al haber planteado la dirección de la fábrica una reunión para ese día, dentro del nuevo calendario de reuniones que han concretado en la reunión de este jueves.

Así lo han anunciado en la manifestación que celebran este viernes por las calles de Santander, dentro de las movilizaciones entre el 13 y el 24 de este mes – coincidiendo con la campaña electoral- en protesta por la incertidumbre sobre el futuro de los puestos de trabajo.

En un recorrido que se ha iniciado en Puertochico y que termina en el Ayuntamiento de Santander, se han manifestado centenares de personas, trabajadores de la antigua Naval de Reinosa y familiares, ataviados con sus buzos de trabajo naranjas.

Los trabajadores exigen un «compromiso firme» del Gobierno de Cantabria para garantizar el empleo, porque no se fían de la actual dirección, en la que está la empresa pública SODERCAN con un 25% del capital, después de aportar 15 millones de euros de dinero público esta legislatura.

Pero el acuerdo se firmó en 2017 y comprometía a los actuales dueños a mantener los puestos de trabajo durante tres años, y recientemente han aparecido empresas interesadas en la compra, como un grupo americano que se presenta como «la única opción de compra y la única que está sobre la mesa», según el Comité de Empresa.

Su portavoz ha explicado a los medios de comunicación que los trabajadores necesitan que se les garanticen las condiciones laborales ahora, así como los planes de empresa de los compradores, porque «luego no se van a poder fletar autobuses a EE.UU.»

Salvador Blanco, consejero de Sidenor Forgings & Castings delegado por SODERCAN e impulsor de la entrada pública en la fábrica, se ha manifestado junto a los trabajadores || Foto: Eva Mora

En la manifestación se ha dejado ver el exconsejero delegado de SODERCAN, representante de la empresa pública en el Consejo de Administración de SIDENOR FORGINGS & CASTINGS.

La sociedad que se desligó de la matriz recibió la aportación pública de 15 millones de euros desde SODERCAN, que entró en el capital de la sociedad con un 25%.

La operación se firmó en el Gobierno de Cantabria, con la presencia, junto a Blanco, del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, la vicepresidenta, exsecretaria general del PSOE, Eva Díaz Tezanos y el presidente del Grupo SIDENOR, José Antonio Jainaga.

Fue durante el mandato del polémico Blanco, en una operación que estuvo financiada desde el ICAF, que al hacer la aportación a otra empresa pública no pidió los mismos requisitos que se le exige a la empresa privada.

Los trabajadores también han recibido el apoyo del diputado del PRC en el Congreso, José María Mazón, del candidato de IU-Equo Marea Cántabra al Parlamento regional, Israel Ruiz Salmón o del candidato del PSOE, Pablo Zuloaga.

LOS TRABAJADORES PIDEN GARANTÍAS Y QUE SODERCAN HAGA VALER SU INVERSIÓN

En el comunicado leído al final de la manifestación, el Comité de Empresa ha agradecido el apoyo demostrado y han denunciado que “no tenemos al día de hoy garantías concretas de futuro industrial ni de compromisos socio laborales” en este proceso de venta “inminente” que está liderado Sidenor.

Los trabajadores defienden que la fábrica Campurriana “es el motor industrial de la Comarca  y tiene un impacto económico y social muy importante en Cantabria”, por lo que no se fían de dejar la gestión de la empresa “en manos de personas o entidades que no garanticen un futuro a medio-largo plazo”.

“Lo que conocemos al día de hoy la plantilla de la fábrica y sus representantes son sendas presentaciones industriales en PowerPoint de los dos posibles compradores sin más”, denuncian e, insisten, en una primera valoración, los datos presentados “van encaminados a proyectos industriales distintos, uno de ellos potenciando el área de las grandes piezas y el otro el área del forjado comercial”.

Sobre la inversión de SODERCAN, reclaman que esta inversión pública tenía una finalidad de “dar apoyo y musculo financiero a la empresa en una situación coyuntural delicada” y viene con las contrapartida de no deslocalizar la planta y mantener el empleo.

Por ello, piden al Gobierno regional que, ante el fin del pacto en junio de 2020, gestione y trabaje en buscar la mejor opción o solución de compra para la fábrica y al conjunto de partidos políticos que velen para que eso sea así.