El partido de Carrancio se despide y Ganemos pierde
Carrancio y candidatos locales en el arranque de esta campaña electoral
OLA, el partido que montó el exdiputado de Ciudadanos, Juan Ramón Carrancio, no tendrá apenas representación institucional en esta legislatura.
La candidatura autonómica logra 1.095 votos, que suponen un 0,35% del total. Es el tercer partido menos votado, sólo por encima del PCTE y de Nueva Izquierda Popular (partido que montó Marcelo Campos), y con menos votos que Pacma o Cantabristas.
A nivel municipal, obtiene 1.961 votos, pero sólo un concejal en una de las 16 candidaturas que presentó, según se desprende de los datos del escrutinio consultados por EL FARADIO.
Y en la mayoría de las listas (11) es el partido menos votado: en Astillero son 254 votos, en Santoña logra 207, en Medio Cudeyo 124, en Entrambasaguas obtiene 82 votos (en un municipio en el que obtiene un concejal Izquierda Unida); en Castro son 63, en Cabezón son 51, en Suances 38 y en Arnuero 11.
Hay lugares en los que queda debajo de Ciudadanos, el partido del que se escindió, pero ambos quedan fuera de las instituciones: esto sucede en Polanco, con 74 votos, en Los Corrales con 15 votos, y en Reinosa con 27 (por debajo de Ciudadanos y ambos fuera de la Corporación, en la que se mantiene Reinosa en Común.
Algo mejor sucede en Santander, donde registra su mejor comportamiento y obtiene 536 votos (allí partían de algo parecido a tener un concejal, ya que su candidata era Cora Vielva, que fue elegida en listas de Ciudadanos y acabó la legislatura como tránsfuga).
En Camargo son 79 (por debajo, pero a distancia, de Podemos, que tampoco entra, y por encima de la UPCA o de Nueva Izquierda Popular), en Reocín son 277 (aquí consigue superar a Ciudadanos, pero los dos se quedan fuera), y en Torrelavega 123 (aquí está debajo de Podemos e IU, pero no es la última, detrás iría la UPCA –sí, la formación que creó Hormaechea),
Es en Bareyo donde consigue los 214 votos que le permiten tener su única concejala, Begoña de la Fuente, que supera incluso a un PSOE que, de hecho, se queda fuera de la Corporación. En este municipio OLA se sitúa a unos nada despreciables 62 votos de la segunda fuerza, el Partido Popular.
DE UPYD A CIUDADANOS Y A OLA
Carrancio comenzó la legislatura como diputado en la formación naranja, adonde había llegado desde UPYD. Tanto él como Rubén Gómez formaban parte del grupo mixto (para tener grupo, hace falta un mínimo de tres diputados), que en la práctica era el grupo de Ciudadanos.
Negociación de los presupuestos de 2017. Rosa Valdés y Pedro Hernando (PRC), con Juan Ramón Carrancio, el portavoz socialista Víctor Casal y el consejero de Economía Juan José Sota (PSOE).
Pero a mitad de legislatura se marchó entre acusaciones de dedazos a la dirección autonómica y con un grupo de militantes entre los que se encontraba David González, que había sido cabeza de lista en Santander, donde era concejal.
Ambos estaban incursos en una investigación judicial sobre falsificaciones de actas, que no fue juzgada (no se admitió a trámite por defectos formales, lo que impidió que hubiera juicio que determinara la inocencia o culpablidad de los cargos).
En Santander la marcha de González y Vielva les llevó al grupo de no adscritos y a dejar de representar a sus siglas, es decir, a ser tránsfugas, lo cual no impidió que el equipo del Gobierno se apoyará recurrentemente en ellos para votaciones, trámites o presupuestos. Vielva acabaría más distancia del PP y vinculada a OLA, partido que empezó a tener actividad pública mientras ella y Carrancio seguían en las instituciones.
También el Gobierno de Cantabria se apoyó en Carrancio para la aprobación de unos presupuestos, pese a su condición de tránsfuga -acabaría llevando a los tribunales al propio consejero con el que negoció–.
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Además, este logró seguir formando parte del grupo mixto en lugar de pasar al no adscrito (con menos recursos, en el que acabó por ejemplo Verónica Ordóñez, exdiputada de Podemos), compartiendo este espacio con un Rubén Gómez que seguía representando a las siglas por las que le eligieron los cántabros.
GANEMOS PIERDE
Como curiosidad, otra apuesta personalista, NIP, Nueva Izquierda Popular, el partido de Marcelo Campos, que fue concejal en Camargo, tampoco obtiene buenos resultados: siete votos en el municipio en el que llegó a ser edil (primero por las siglas Ganemos, de donde fue expulsado tras conocerse que negoció con el PP, aunque apoyó el anterior equipo de Gobierno, del que sería igualmente expulsado tras estar implicada su formación en un uso irregular de vales de comida para personas con dificultades económicas). Es la última fuerza del municipio.
El partido se montó también a nivel autonómico, allí ha obtenido 122 votos, menos que el PCTE.
Ganemos tampoco ha obtenido representación en Santander –sólo 278 votos, en Santander, obtuvo más votos el partido de Carrancio que el de Yáñez, que no se presentaba pero consiguió embarcar, en igualdad de condiciones, a su candidata en un reportaje con los demás en EL DIARIO MONTAÑÉS–
Allí la legislatura pasada tuvo a Tatiana Yáñez como representante, después de que se forzara la expulsión de ese grupo de Antonio Mantecón.
Este había sido cabeza de lista y que seguía representando a Santander Sí Puede, el partido por el que fue elegido y que usaba la marca Ganemos como recurso formal, en una estrategia que se complicó por las malas prácticas del propietario nacional de la marca.
La justicia dio la razón a Antonio Mantecón respecto a su expulsión del grupo por parte del Ayuntamiento, que mantuvo a Yáñez como grupo municipal.
La edil tuvo un asesor al que no le constaba asistencia a su puesto de trabajo, y se caracterizó por la repetición constante de las mismas mociones.
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montañes
con el censo electoral secreto para el ciudadano el fraude electoral esta garantizado. pero los partidos politicos estan de acuerdo.