La Organización Mundial de la Salud lo advierte, los vecinos lo advierten y los estudiantes lo advierten, pero nadie interviene. La imparable apertura de locales de juego y apuestas pone a los vecinos de las ciudades en el riesgo de caer en una enfermedad como la ludopatía.

Apostar cada vez es más fácil ya que, por ejemplo, las apuestas online han aumentado notablemente en los últimos años. También lo han hecho los establecimientos fijos, localizados en ocasiones en zonas polémicas como colegios, institutos o espacios residenciales vulnerables.

La telaraña del juego

En Santander hay formada toda una telaraña del juego. Foto: Carlos Atienza

Santander posee más de quince locales de apuestas deportivas, o salones de juego; la gran mayoría de ellos pueden encontrarse fácilmente mediante aplicaciones de mapeo, pues estos lugares aparecen marcados; algunos otros están un poco más escondidos para el buscador medio de Internet. Pero sus consumidores, que son quienes se interesan, nunca olvidan donde están sus salones de juego favoritos.

En Santander, en menos de 4,8 km. se encuentra el 90% de los locales de juego, creando así una especie de “Gran Vía de la adicción”, como recogen desde ‘Frente Verde Cantabria’. De los diecinueve locales donde se puede apostar, todos se encuentran en el centro, excepto dos en el Sardinero.

«El 25,8% de los santanderinos vive a menos de 5 minutos a pie de un local de apuestas»

Los locales de juego se distribuyen sobre todo por barrios construidos antes de 1960 en los que, además, se concentra población de perfil muy envejecido, según el Instituto Cántabro de Estadística.

Diferentes factores hacen que en población con este perfil el juego pueda convertirse en algo adictivo: la jubilación, el paro, la pérdida de la pareja, la escasa relación con los hijos o también el acceso cada vez mayor a las apuestas online (más adictivas potencialmente).

Casa de apuestas en Santander. Foto: Carlos Atienza

Según cálculos a partir de las secciones censales, su población, y la localización de los locales de juego, se puede realizar una estimación de cuántos habitantes viven en el área de acción de estos, es decir, a menos 300 metros (5 minutos a pie). 48.175 santanderinos, esto es, el 25,8% del total, viven a menos de 5 minutos a pie de un local de apuestas.

Como conclusión, cabe cuestionar que, si 9 de cada 10 locales de juego se concentran en apenas 5km, donde viven 3 de cada 10 habitantes de la ciudad, habría que repensar su distribución en los barrios. Además, sobre manera, la idoneidad de la apertura de nuevos locales, habiendo conocido los efectos que, en ocasiones, estos tienen sobre los jóvenes o las personas mayores.

EL DEFENSOR DEL PUEBLO PIDE REGULAR LA PROLIFERACIÓN DE ESTOS ESPACIOS

El Defensor del Pueblo se ha referido a las casas de apuestas en su Informe Anual, publicado este martes, donde ha pedido que se regule la proliferación de estos espacios, a los que ha equiparado con el «consumo del tabaco o de drogas» por los riesgos que entraña la ludopatía entre los jóvenes.

«Creemos que el fenómeno de la difusión sin control del juego, y muy en especial si los jugadores son menores de edad, tiene unas características similares a las del consumo del tabaco o de drogas», consta en su informe anual.

Ya en el mes de mayo, la institución dirigida en funciones por Francisco Fernández Marugán pidió instar al Gobierno a que estudie, junto con las comunidades autónomas, la prohibición total de la publicidad relacionada con el juego y las apuestas en los medios de comunicación, radio, televisión e Internet.

El pasado 31 de mayo, hubo una acción de sensibilización en Santander, donde se llevó a cabo un paseo reivindicativos por las principales casas de apuestas de la ciudad para denunciar estos negocios.