CC.OO denuncia la falta de recursos en los centros que atienden a MENAs
La Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria ha denunciado la falta de recursos materiales y personales con que se cuenta en los centros que atienden a los MENAs (menores extranjeros no acompañados, aquellos migrantes menores de edad que llegan sin familia y que pasan al sistema público de acogida ante su situación de desprotección).
En un comunicado, explican que hay un problema de falta de recursos: la demanda supera a la oferta en los siete centros con que se cuenta en Cantabria, lo que afecta tanto a los trabajadores y en algún momento a su integridad como a las condiciones de alojamiento de los menores, así como una falta de adaptación a sus circunstancias.
Jerónimo Cagigas, delegado de CCOO en la Fundación Diagrama, empresa encargada de gestionar estos centros, enumera problemas como la falta de profesionalización del sector o las “pésimas” condiciones laborales, que achaca a la “falta de interés” hacia un sector “olvidado”.
“Es necesario ampliar los recursos existentes para dar cobertura a la demanda actual de los usuarios, y garantizar así las medidas necesarias de atención al usuario, salud, higiene, etc.”, ha indicado.
Para combatir estas situaciones, CCOO apuesta por aumentar los recursos, reducir el número de plazas por centro y hacerlos más pequeños. Además, insta a los responsables a formalizar un protocolo de actuación.
La falta de experiencia o formación adecuada al puesto es otro de los graves problemas al que se enfrentan los y las trabajadoras de este sector: la precariedad de las condiciones tiene como consecuencia mucha rotación del personal que suele aguantar dos años, y, por tanto, resulta muy difícil que logren especializarse.
Desde CCOO se reivindica una mejora de las condiciones laborales del personal, al ser evidente que no son las más óptimas para conseguir regularizar unos centros marcados por el continuo trasiego de sus trabajadores y trabajadoras.
“Estos recursos, estos centros, se convierten en una auténtica máquina de picar carne por la que han pasado legiones de trabajadores que constantemente entran y salen huyendo de unas condiciones laborales malas y de un trabajo poco gratificante y mal pagado, repercutiendo esta situación en la atención al usuario que, a su vez, repercute de nuevo en el trabajador en lo que se convierte en un círculo vicioso”, ha concluido el delegado de CCOO en la Fundación Diagrama.
LOS MENAS COMO FUENTE DE INGRESOS PÚBLICOS
El pasado mes de mayo, la vicepresidenta del Gobierno dio datos sobre cuántos menores tutelados hay en Cantabria, aunque solo admitió tener estadísticas hasta el año 2016, revelando que han descendido enormemente desde la llegada de la crisis económica.
Posteriormente, se ha sabido que este 2018 Cantabria sólo ha tramitado la autorización de residencia de un MENA, tal y como reveló el Gobierno central el pasado mes de noviembre ante una pregunta en el Senado. Sólo se había realizado una autorización inicial, pero ninguna renovación y ninguna autorización de residencia de larga duración.
Sin embargo, el pasado mes de octubre la Comunidad Autónoma reconoció que hay tutelados 85 menores, extranjeros no acompañados, subiendo incluso la cifra que había otorgado semanas antes, ya que en julio –con la llegada del PSOE al Gobierno central- puso ese número en 47.
Este incremento coincidió con el reparto de fondos estatales a las comunidades autónomas que acojan MENAs, . Según este reparto, Cantabria recibirá 534.448 euros, en reconocimiento al incremento en 58 de los MENAs que tiene, con el compromiso de acoger a 10.
De modo que durante estos meses, el Gobierno pasó de negar que existieran estadísticas más detalladas de los MENA’s a difundirlas y constatar que el número iba creciendo.
EL CASO SAMUEL
El caso más conocido fue el de Samuel, un joven camerunés al que el Gobierno encaminó hacia la expulsión al pedir que se le practicara una prueba de edad, que son métodos desaconsejados por las normas internacionales y las ONGs, al ser poco fiables y poder suponer que, por una variación de meses, se considere al joven mayor de edad y pase de depender de los servicios sociales a depender de sí mismo sin cobertura o ser expulsado.
Además, en este caso tenía pasaporte propio acreditativo de su edad, que, nuevamente según las normas internacionales, ‘gana’ a la prueba de edad y la hace innecesaria.
Pese a las descalificaciones a quienes hicieron público este asunto en medios e instituciones, los tribunales corroboraron todo esto que se había dicho previamente y Samuel consiguió que le dieran la razón.
LA SITUACIÓN DE LOS MENAS
Organizaciones como Save The Children advierten de que los MENAs (siglas de Menores Extranjeros No Acompañados) son los más débiles de entre los migrantes al carecer del sostén familiar y depender de los servicios sociales para evitar estar en la calle.
En muchos casos, han perdido a sus familias en sus países de origen, incluso durante el viaje hasta España.
A veces son víctimas de redes tráfico de personas: el pasado mes de mayo fue detenida una persona en Torrelavega acusada de participar en una red nacional de tráfico de menores.
Los problemas siguen después: recientemente, la Fundación Amigó advertía de que en cuanto se emancipan tienen altas dificultades para construir sus proyectos de vida a los 18 años, en cuanto el sistema público deja de protegerles, al carecer de la red de apoyo que el resto de jóvenes tienen con sus familias. No pueden, por ejemplo, continuar con sus estudios y tienen que adentrarse en un mercado laboral, en muchas ocasiones de forma precaria, con graves problemas de acceso a la vivienda.
En Cantabria, en 2017 un total de 41 jóvenes tutelados que cumplieron 18 años tuvieron que dejar la red de protección. En 2016 fueron 32.
La entidad ha habilitado el portal web fundacionamigo.org/extutelados, a través del cual se puede ampliar la información, encontrar testimonios de jóvenes extutelados y analizar el número de jóvenes tutelados que cumplieron la mayoría de edad en cada Comunidad Autónoma.
Precisamente este fin de semana el Gobierno de Cantabria y la Universidad de Cantabria firmaban un convenio de colaboración para implantar un programa de cooperación educativa destinado a prestar apoyo a jóvenes procedentes del sistema de protección a la infancia y la adolescencia de Cantabria, entre los que se encontrarían los MENAs.
El programa se dirigiría a los jóvenes en desprotección que lleguen a la mayoría de edad, para ayudarles a iniciar estudios universitarios cuando carezcan de apoyos económicos familiares que pudieran sufragar el gasto que ocasiona la realización de los estudios universitarios y vengan de tener buenas notas académicas.