La asociación Octubre saca a la superficie las fosas olvidadas y las vidas robadas
Los vecinos de Torrelavega se han encontrado este sábado por la calle con una serie de instalaciones que les han recordado la existencia de fosas, cuerpos desaparecidos y muertos cuyas familias no han podido honrar al carecer siquiera de un sitio donde tenerles localizados.
‘Removiendo’ es el nombre de la instalación artística con la que sorprende este año la asociación cultural Octubre de Torrelavega, con una dilatada trayectoria ya que incluye, además de este aldabonazo anual, una programación cultural estable y que trata de hacer comunidad y agitar conciencias.
El itinerario incluye las etapas ‘Recuperando’, en el boulevard Demeterio Herrera, donde también estará ‘Desconocido’. También estarán ‘Vidas robadas’ y ‘Al alba’ en la calle Serafín Escalante. ‘Impunes’, ‘Escenario’, ‘La procesión del ultraje’, ‘Recuerda’ y ‘sin voz’ son las otras fases de la perfomance.
Las vidas robadas que no llegaron a estar con sus familias, los secretos que se esconden bajo el subsuelo, las trabas a la recuperación de esta memoria o la impunidad sobre estos crímenes son algunos de los temas sobre los que quiere hacer reflexionar la exposición, que recorre los lugares más emblemáticos de Torrelavega creando un denso ambiente de contraste entre el presente y el pasado.
La perfomance se ha organizado como reconocimiento a las asociaciones que trabajan en el ámbito de la memoria histórica, y sucede a otras citas como la que convirtió a Torrelavega en los escenarios del éxodo de los refugiados, desde la guerra a los check points pasando por el Mediterráneo, o en el peso del machismo, visibilizado en la carga que soportan las mujeres o los mensajes amenazantes y los asesinatos.
La cita se complementa además con un recital de poesía y un concierto acústico por parte de Silvia Delgado y Lucía Sócam a las 19:30 horas en la Plaza del Sol..
150 FOSAS COMUNES EN CANTABRIA
En la Cantabria en la que más aguantaron los legendarios maquis en el monte (recientemente contaba su historia el periodista Javier Lezaola), según el inventario del arqueólogo, investigador y profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Cantabria Ángel Armendáriz Gutiérrez, en Cantabria existen 150 fosas comunes, de las que sólo se conocían 7, de personas desaparecidas violentamente durante la Guerra Civil y la represión política posterior de la dictadura.
El pasado año, afloró la historia de la fosa de Limpias: José Antonio Larrinoa, uno de los descendientes de aquellos milicianos que, huyendo para tomar un barco en Santoña, sufrieron un bombardeo en Ampuero, en el que muchos fallecieron y fueron enterrados en este cementerio, recabó información en el Ayuntamiento y la iglesia de Limpias, y logró acreditar el nombre de más de 70 personas que estaban en dicha fosa. A raíz de aquel descubrimiento, publicado en EL DIARIO MONTAÑÉS, se realizó un homenaje.
En los últimos años se han realizado algunos avances, como la placa en la antigua Tabacalera (que fue un campo de concentración) o la supresión de nombres que ensalzan la dictadura (los nombres de las calles se hacen siempre como reconocimiento) en localidades como San Vicente de la Barquera, donde el cambio se hizo por votación, con normalidad y recuperando nombres históricos o populares de la villa. En Santander, no obstante, donde son más de tres decenas, los avances han sido mínimos.
Colectivos como Desvelados o AGE (Archivo Guerra y Exilio) trabajan en la recuperación de las historias olvidadas bajo la superficie.
La Ley de Memoria Histórica se quedó en el cajón del Gobierno esta legislatura, junto a otras como la de Vivienda, la Ley LGTBI o el PROT, y vuelve a ser uno de los objetivos políticos de legislatura de PRC y PSOE en su nuevo acuerdo.