La víctima de violencia de género y su madre logran un alquiler social
La mujer víctima de violencia de género y su madre, vecinas de Santander a las que se había fijado la fecha del viernes para su desahucio han logrado un piso de alquiler social (una figura en la que los costes son proporcionales a los ingresos) gracias a la intervención de la Oficina de Emergencia Habitacional del Gobierno de Cantabria.
El desahucio en principio sigue en pie, pero la familia, entregará las llaves voluntariamente en el Juzgado al haber logrado la vivienda de emergencia.
Esta misma mañana firmaban el contrato de la vivienda que está en la zona oriental de Cantabria, según informa STOP DESAHUCIOS, el colectivo que había denunciado el caso y que había advertido de la enorme tensión que sufren las familias que no consiguen la alternativa habitacional hasta que el desahucio no es inminente.
Según advierte Ruth Deguas, coportavoz de la plataforma Stop-Desahucios, “la familia, lógicamente, quería seguir residiendo en Santander, pero actualmente no hay inmuebles de titularidad o gestión pública ubicados en la capital de Cantabria, lo cual es un problema grave que habrá que solucionar ya que después del verano se va a producir una nueva avalancha de desahucios para los que deben existir recursos habitacionales”.
Mayra ha sufrido violencia de género recientemente y, como consecuencia, sufre diversos problemas psicológicos, como ansiedad y trastorno por estrés postraumático.
En el mismo día de hoy además, firmaban también un contrato de alquiler social, otra familia de la plataforma Stop-Desahucios. Juan Carlos y Encarnación estuvieron a punto de ser desahuciados en la calle Laredo el pasado 27 de junio, pero el lanzamiento se paró in situ por el acuerdo al que llegaron la familia, la plataforma y los propietarios de la vivienda. En breve también abandonarán su actual residencia.