Vista de la fachada del Mercado Delicatessen La Ermita Cantabria || Foto: Claudia Sáez.

El Mercado Delicatessen La Ermita abrió sus puertas el pasado martes, 20 de agosto, en una casa de estilo colonial en frente del Ayuntamiento de Puente San Miguel, en el barrio de la Robleda

El proyecto, que aúna toda la trayectoria de la empresa, no está del todo acabado: la planta intermedia, que será el restaurante, está sin terminar; pero en el mercado, la planta principal, no sólo se vende sus productos sino que también los puedes degustar allí mismo.

Terraza galería de cristal || Foto Claudia Sáez.

También hay una gran barra para tomar el aperitivo y una terraza cerrada con paredes de cristal que conjuga muy bien con la estructura antigua de la fachada, de piedra vista, y que aporta la impresión de que estás tanto dentro como fuera.

A la inauguración acudió una gran cantidad de personas de todas partes de Cantabria y de todas las edades, que fueron recibidas con una gran alfombra roja que recorría toda la fachada principal.

Todo el establecimiento representa a la perfección la imagen de la empresa, una mezcla entre lo conservador y la innovación de lo moderno, igual que hacen con sus productos, comida tradicional sin conservantes o aditivos que envasan para su venta.

Han mantenido ciertos aspectos de la casa original, como el suelo de piedra, la viguería a la vista, la bodega determinada por una mampara de tela de gallinero o la estructura original. Pero añadiendo toques decorativos actuales como un sofá verde bastante sofisticado.

Pared con fotos familiares que representan la trayectoria de la empresa. Foto de Claudia Sáez.

El propio logotipo de la marca es un ejemplo de dicha imagen innovando el diseño de una cruz de una ermita de San Pedro de Rudagüera, el lugar de origen de los propietarios, los hermanos Salmón: Cándido, Ramón y Amparo.

Los tres se criaron en San Pedro de Rudagüera, donde sus padres tenían una tienda de comestibles que posteriormente derivó en una hostería con restaurante a finales de los ochenta.

Una década después, en 1993, adquirieron esta casa de estilo colonial en Puente San Miguel e hicieron un restaurante con cocina más novedosa. Fueron innovadores al agregar catering y llevaban las yeguadas militares.

Ahora, con la restauración de la casa, han vuelto a una comida más tradicional, los mismo que ofrecen en su empresa. A finales de los noventa se les ocurrió la idea empresarial, haciendo cocina tradicional sin colorantes y aditivos, como se había hecho toda la vida pero envasada.

Durante el evento distribuyeron sus productos al público como un jamonero que cortó el jamón a cuchillo para ofrecérselo a todos los invitados.

Además de amigos y empleados, asistieron autoridades como el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, para quien los productos de La Ermita son sinónimo de calidad y el de Alfoz de Lloredo, Enrique Bretones.