El Hospital Sierrallana ha registrado la pasada noche el fallecimiento de un hombre de 62 años diagnosticado de listeriosis, que ingresó por un cuadro febril y presentaba múltiples patologías graves. Todo ello ha condicionado una evolución desfavorable del paciente.

Según ha informado en una nota de prensa el Gobierno, la Dirección General de Salud Pública ha constatado que este caso no guarda ninguna relación con el brote de listeriosis originado en Andalucía por el consumo de carne mechada.

Salud Pública ha explicado que la listeriosis es una enfermedad infecciosa cuya principal vía de transmisión es alimentaria, por contaminación de alimentos elaborados en los que se hubiera producido alguna alteración en la producción: inadecuado tratamiento térmico, fallo en la cadena de frío, defectos de envasado y/o transporte.

En la mayoría de los casos se trata de una infección leve y con frecuencia pasa desapercibida para la población sana. Las formas más graves (sepsis y meningitis), afectan a pacientes pluripatológicos e inmunodeprimidos lo que condiciona que en algunas ocasiones, en los últimos años, se haya registrado algún fallecimiento en pacientes con esta enfermedad.

IZQUIERDA UNIDA PIDE MÁS INFORMACIÓN

Izquierda Unida de Cantabria ha reclamado al Gobierno de Cantabria que aporte más información sobre el fallecimiento la pasada noche de un hombre afectado por listeriosis en el Hospital Sierrallana.

En un comunicado, la formación de izquierdas cree que la Consejería de Sanidad debería aportar más información sobre el caso, del que se ha descartado que guarde relación con el brote originado en Andalucía de esta enfermedad infecciosa de transmisión alimentaria.

Asimismo, apuntan a que el Ejecutivo regional debería hacer un esfuerzo especial a la hora de informar a la población sobre esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos y también explicar si se ha adoptado algún tipo de protocolo específico en nuestra comunidad ante la situación en Andalucía.

Así, desde IU inciden en la necesidad de extremar la comunicación y la transferencia por parte de los máximos responsables de Sanidad y del Gobierno de Cantabria en momentos como el actual, ocupando un espacio mediático, político y administrativo que ha pasado del ámbito autonómico andaluz al estatal.

De igual forma, confían en el buen hacer de los profesionales sanitarios de Cantabria que, día a día, garantizan una excelente atención, incluso cuando los medios o el personal es insuficiente o la gestión de la Consejería de Sanidad está en entredicho o investigada judicialmente por diversos asuntos.