El vicepresidente del Movimiento Europeo mira a América Latina como “gran asignatura pendiente” de la UE
El exmiembro del Parlamento Europeo y vicepresidente del Movimiento Europeo y de la Fundación Euroamérica, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, ha afirmado este martes que “la gran asignatura pendiente de Europa en estos momentos es el acuerdo con Mercosur”.
Así lo ha expresado en el encuentro ‘El relanzamiento europeo en la era post-brexit’ que se celebra del 2 al 4 de septiembre en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que cuenta con la dirección del presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, Francisco Aldecoa.
“Con independencia del acuerdo al que se llegó, ahora viene el largo proceso de ratificación de los procesos”, ha advertido Salafranca, quien ha recordado el periplo del pacto de libre comercio CETA. “El acuerdo comercial con Canadá duró 7 años, y un proceso de esta naturaleza suele durar mínimo 2 años”, ha explicado durante su ponencia Consolidando la posición de la UE como potencia comercial: el nuevo acuerdo con Mercosur.
Para Villafranca, “no existe una afinidad mayor como la que existe entre la Unión Europea y América Latina”. En esta línea ha apostado por los pactos con los países de América del Sur ya que “la UE necesita socios estables, predecibles y que trabajen en favor de la paz de la seguridad”.
“Son acuerdos que aportan, que dan mayores oportunidades a nuestras empresas, mejores opciones a nuestros ciudadanos y crean puestos de trabajo”, ha insistido. Precisamente, Salafranca ha expuesto que “esta política comercial de la UE ha sido ciertamente exitosa”, aunque ha reconocido que Europa se encuentra en un contexto “muy difícil”.
En concreto, el especialista se ha referido a aquellos análisis financieros que se establecen hasta el año 2050: “Las previsiones contemplan el hecho de que no habrá ningún estado miembro de la UE que sea miembro del G8”. “Hoy la Unión Europea y Estados Unidos tienen que hacer hueco a otras potencias”, ha defendido Salafranca.
“Europa es el único continente que pierde población en términos netos y esto tiene importantes consecuencias”, ha expuesto. Asimismo, el ponente ha señalado que, tras la crisis económica, social y política, surgió, a partir del 2015, la cuestión migratoria. “No es un problema de capacidad, sino de entendimiento”, ha matizado.