Un autónomo enfermo y su familia, las próximas víctimas de un desahucio del Banco Santander
El 11 de septiembre se retomará en Santillana del Mar el intento de desahucio de una familia especialmente vulnerable.
El Banco Santander es el ejecutor y los afectados, un autónomo de 60 años, enfermo, junto a sus tres hijos. Los cuatro viven en el hotel que es su medio de vida y que, según ha denunciado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Santander, las “leoninas” condiciones impuestas por la entidad bancaria “hacen imposible la continuidad del negocio si no se produce una renegociación de la deuda y así pudiera la familia retornar a los pagos de la misma, cosa que con voluntad de la entidad es posible”.
Ya en diciembre, la PAH consiguió que se paralizara el desahucio, que ha vuelto a activar el Banco Santander sin ofrecer alternativa a la familia.
El peso del caso ha recaído en el hijo más joven, de 21 años, que ha tenido que dejar sus estudios de Hostelería para convertirse en el único sustento económico que entra en su casa. “Evidentemente, mi familia es lo primero”, señala a EL FARADIO, resaltando la gran vulnerabilidad que están viviendo en temas de salud.
“A mi padre le dio un ictus en 2015 y, a raíz de esta situación, le han dado dos más. Tras eso, ha perdido un montón de capacidades, tanto física como mentalmente, y le está afectando a la memoria”, cuenta. “También está con una gran depresión y apenas puede salir de la cama”.
“Yo intento sobrellevarlo lo mejor que puedo”, añade, y revela que, anteriormente, uno de sus hermanos fue el que tiró de la familia hasta que la situación le sobrepasó. “Ahora, está con ataques de pánico y de ansiedad. Es todo muy duro, yo trato de ser fuerte”.
“NO HAY VOLUNTAD POR PARTE DEL BANCO SANTANDER”
El joven agradece al abogado que les está ayudando “casi altruistamente”, ya que es el padre de una amiga de la familia. “Salga o no salga una solución, no podemos estar más agradecidos”.
Sin embargo, no ha encontrado ninguna comprensión por parte del Banco Santander, quienes, tras salir su caso en prensa, aseguraron querer negociar. “Tuvimos una reunión en la que dijeron que mandarían a alguien para dar una alternativa pero no han vuelto a dar señales. No hay voluntad”, lamenta.
Con quienes sí están en contacto es con Gesvican, la empresa pública del Gobierno de Cantabria, que está buscándoles una alternativa habitacional.
“SIN LA LEY DE VIVIENDA NOS VAMOS AL GARETE”
Desde la PAH, apuntan a que otro de los problemas reside en que Gesvican no tiene viviendas que ofrecer. “Nos lo dicen en cada reunión, que no tienen activos. Y las de los bancos y los fondos buitre están vacías e inmovilizadas”, cuenta Gema, portavoz y afectada de la PAH.
“Ahora mismo, tenemos una Ley de Consumo que, con ella, pueden expropiar las casas de los bancos y fondos buitre. Han vendido muy bien eso de que se quiere expropiar a quien tiene dos viviendas pero es falso, es lo que les interesa hacer creer”, insiste.
Por este motivo, desde el colectivo señalan la importancia de que se saque adelante en Cantabria la Ley de Vivienda que impulsaron al Parlamento la pasada legislatura y que se encuentra paralizada hasta que algún partido la lleve a pleno.
“Sin esa ley, nos vamos al garete”, ha resumido Gema. “Es muy importante porque solo en nuestro colectivo se espera un otoño lleno de desahucios”, lamenta. Y es que precisamente este martes la PAH ha tenido la primera asamblea tras el paso de agosto y han alertado de “la gran cantidad de gente” que llega con desahucios previstos para los próximos meses. “Va a ser mucho peor a partir de ahora”.
El colectivo ha denunciado reiteradamente la indiferencia de los partidos políticos a este problema. “No se quieren enterar, no hay voluntad política en absoluto. PSOE y PRC en la anterior legislatura apoyaron la entrada de la ley en el Parlamento pero ahora nos están dando largas y los otros tres partidos no quieren ni oír hablar de la ley”, critica Gema.
También denuncia la actitud de los bancos que están aprovechando para hacer en España “lo que las leyes de otros países no les permiten”. “La connivencia política con los bancos nos está llevando al desastre en este país”.