Ante el éxito de la huelga celebrada en la cadena de perfumerías Douglas los pasados jueves y viernes, 12 y 13 de septiembre, y que en Cantabria se saldó con el cierre de todas las tiendas de la región y un seguimiento del 100%, la Federación de Servicios de Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) ha valorado como un paso importante el preacuerdo alcanzado con la empresa el pasado viernes que supone una “mejora sustancial” frente a la «inaceptable» modificación de condiciones de trabajo que quería imponer la empresa a su plantilla.

La última reunión del período de consultas, celebrada en la última de las jornadas de huelga, ha derivado en la firma de un preacuerdo entre los sindicados presentes en la negociación (CCOO, UGT y USO) y la empresa. Un documento que, sin embargo, aún está pendiente de ratificar a expensas de que se cierren diferentes aspectos que aún están pendientes.

Entre las medidas que recoge el preacuerdo destacan que toda la plantilla disfrutará al menos 11 fines de semana libres al año (sábado y domingo), que se limitará el trabajo en domingos y festivos a un porcentaje en función de las aperturas de las tiendas, que los turnos de trabajo y los horarios serán fijos salvo excepciones y que los horarios se tienen que entregar con un mes de antelación.

Además, se ha acordado un sistema de incentivos para toda la plantilla, que no se va a modificar los contratos de quienes no tienen la obligación de trabajar los domingos y que en ningún caso se bajarán los salarios.

Marta Careaga, secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO en Cantabria, ha insistido en que “sobre estos puntos quedan algunos aspectos que debemos cerrar para poder ratificar el preacuerdo, lo que todavía impide que haya un acuerdo definitivo”.

La plantilla está formada por más de cien trabajadoras y trabajadores repartidos en diez centros de trabajo de la comunidad: cinco en Santander y uno en Torrelavega, Camargo, Santoña, Castro Urdiales y Reinosa.

El conflicto, que desembocó en estas jornadas de huelga convocadas por CCOO, UGT y USO, nace por la imposición de la empresa de una modificación forma sustancial de las condiciones de trabajo y un cambio del sistema de horarios, incentivos y salarios.

Entre esas condiciones, se trató de incluir nuevas aperturas dominicales, la reducción del salario con unas nuevas bandas salariales dependiendo del tipo de tienda y sus ventas o que se les modifique el sistema de incentivos.

A todo esto se sumaban otras medidas que dificultarían seriamente la conciliación de la vida familiar y laboral, como el cambio en la rotación de turnos y la modificación de los descansos semanales, suprimiendo de forma agresiva los descansos en fin de semana.