Casi 2500 personas se unieron el pasado 27S en Santander a favor de la marcha por el estado de emergencia climático que ya vienen denunciando tanto expertos, como el presidente de la ONU o una de las jóvenes inspiraciones de la marea, Greta Thunberg.

Dos millares y medios de personas que recorrieron la espina dorsal de la capital cántabra al canto de ‘Ni un grado más, ni una especie menos’ o ‘Es una urgencia lo dice la ciencia’.  Fue un recorrido desde Cuatro Caminos hasta el Ayuntamiento con una sonora sentada a la altura de La Alameda. Una convocatoria que encabeza la lista como la más numerosa en la región hasta las ahora celebradas contra el cambio climático.

La manifestación fue también un punto de reunión para diferentes asociaciones como ‘Fridays for Future’, ‘Cantabria no se vende’ o ‘Madres por el Clima’ entre otras muchas. Algunos de los reclamos fue la desaparición y situación de peligro de varias especies, las inversiones de fondos públicos en combustibles fósiles o la necesidad de “saber la verdad” por parte de medios de comunicación, políticos y grandes empresas, eje esencial para poder actuar con efectividad y orientar las estrategias de movilidad según Alison Pel de Madres por el Clima. También hubo tiempo para recordar la necesidad de implementar el carril bici en muchas zonas que carecen de él en la ciudad.

Encabezando la manifestación, rostros y voces jóvenes recordando al planeta que “están en la lucha” mientras andaban a paso firme antes un futuro que, de seguir con la actitud pasiva ante el cambio climático, es bastante incierto. Sin duda han sido la voz cantante, están preocupado por el porvenir más cercano y se sienten responsables de actuar. En cualquier caso, Oihane Gordo (Fridays for Future) recordó durante la rueda de prensa de la semana pasada que, a pesar de ser un movimiento joven es una cuestión que nos afecta a cada uno de nosotros.

Cantabria se ha sumado al clamor ciudadano, pero no ha sido la única. Durante la semana pasada se han organizado movilizaciones y manifestaciones en más de un centenar de municipios del país. Como en otras comunidades Cantabria ha querido, a través de mil fórmulas, hacer llegar el mensaje y provocar una reacción. Numerosas performances, marchas en bici, mesas informativas, etc.

El objetivo de la manifestación se ha oído alto y claro: exigir acciones efectivas ante la emergencia climática. Exigencias que han llegado a ser compartidas por los sectores laboral y educativos con huelgas de consumo, concentraciones y asambleas de trabajadores, cierres de organizaciones y empresas, incluso la huelga general laboral convocada por sindicados de Aragón, Euskadi y Navarra, o la estudiantil en todo el estado.

El reclamo es general dirigido responsables de grandes empresas y a altos cargos del gobierno ya que el compromiso, hasta el momento, por parte de la ciudadanía parece no ponerse en duda después de la acogida recibida a nivel mundial. En concreto una de las reivindicaciones es que se hagan reales las medidas para garantizar cero emisiones. Una brecha que condena al planeta a un calentamiento global superior a 3,5 ºC trayendo catastróficas consecuencias, especialmente en las regiones mediterráneas. Cuestión que queda recogida dentro del “Acuerdo de París” y que al menos en España está muy lejos de ser cumplidas.

CONTINÚAN LAS ACCIONES

Las asociaciones insisten en la importancia de no dejar de mantener la colaboración ciudadana de forma constante, trascendiendo la reivindicación del momento y ejerciendo influencia en las decisiones de altos cargos que por ahora son lo actores con más eficiencia también por ser en gran medida los causantes de la problemática medioambiental.

Por eso se proponen otras acciones como la recogida de firmas para promover una Iniciativa Ciudadana Europea. Una serie de “Acciones de emergencia climática” donde el punto común está en impulsar que los países miembros de la Unión Europea compartan objetivos en relación a la crisis climática.