¿Qué historia se esconde detrás de las personas sin hogar?
¿Implicamos a las personas, a los servicios sociales y a las asociaciones para contribuir a un proyecto social con garantías y proyección de futuro en Torrelavega y su comarca ?
Oli vive en una tienda de campaña en las afueras de Torrelavega, maltratada por su ex compañero y por la vida va lidiando con su autoestima, recuperándose de las heridas y batallando sola como sabe y puede.
Daniel lee la biblia en la pista de baloncesto donde duerme en un banco sirviendo lo de abajo para guardar su ajuar, no habla con nadie a no ser de Dios.
Javi vive en una caravana, pasea andando o en bici horas interminables por todos los caminos colindantes a Torrelavega, te lo encuentras donde menos te imaginas y le cuesta realizar sus gestiones burocráticas con el sistema y pese a tener derecho todavía no cobra su pensión. En su familia varios miembros fueron víctimas de accidentes de tráfico.
Sara duerme en un cajero, a veces acompañada porque no se siente segura, pese a que su pensión le es más que suficiente para alquilar una habitación, su vida es la calle, bebe para olvidar y se ha acostumbrado, negándose a cualquier ayuda ofrecida por los vecinos o por los servicios sociales.
Samuel se quedó viudo, su mujer era lo que más quería en el mundo, sus hijos le dejaron sin herencia y poco a poco se fue aislando de todo, hasta de sí mismo, perdió la vista y se acostumbró a vivir en el albergue con las monjas tanto que cuando ha tenido un piso ha preferido volver a su antiguo hogar.
Todos ellos son los verdaderos protagonistas de su vida, donde a veces elegirían dormir y comer caliente, compartir con otros y a veces la calle es su hogar y su soledad elegida, siendo esto lo que toca respetar.
El sinhogarismo no solo es dormir en la calle, también son todos aquellos que malviven en infraviviendas, viviendas inadecuadas o insalubres, o en situación de hacinamiento, en el Barrio Covadonga viven familias de 7 hijos en casas de 45 metros cuadrados. ¿Cómo lo hacen?
Traperos de Emaús es una mítica organización cuyos miembros no sólo acompañaban sino que también incluso dormían en la calle junto a las personas sin techo ni hogar, brindando una oportunidad de trabajo en la recogida de residuos por las casas y en la venta en su rastro de la calle Pablo Garnica creando espacios de ayuda mutua, para alcanzar la independencia económica a través del trabajo»codo con codo».
El 24 de agosto de 1985 abrió sus puertas el albergue de transeúntes de Torrelavega y un artículo del Diario Montañés de la época dice textualmente: «el Ayuntamiento y la Parroquia de la Asunción van a cumplir con el derecho humano de los transeúntes». El alcalde Portilla señaló «que si al marginado no se le ofrece un lugar digno nunca se conseguirá su reinserción social y aseguró que el Ayuntamiento hará todo cuanto esté en sus manos no sólo para mantener las «muy dignas instalaciones» sino para incluso mejorarlas.
Buceando entre las noticias publicadas hasta la fecha sobre el albergue de transeúntes de Torrelavega, encontramos datos inciertos como por ejemplo que las monjas franciscanas que lo llevan gestionando desde hace 34 años se jubilan… En realidad no se jubilan, se jubilaron hace muchos años, una hermana tiene ya 75 años y otras dos de edad avanzada tienen alzheimer lo que las impide continuar su labor social.
Estas mujeres se van por desesperación, porque se sienten abandonadas ya que llevan mucho tiempo alegando que las condiciones de habitabilidad de los módulos que sostienen el proyecto de hogar se caen a pedazos, les corroe el óxido, los armarios no se abren de la humedad de unas inundaciones, las paredes se abomban, el timbre no funciona y algunos residentes saltan el muro y otros aporrean alguna puerta para hacerse oír…Su cansancio es ya extremo y se ven poco apoyadas como para seguir con su labor.
El presupuesto que se dedica a este proyecto social es ínfimo y a partir de el próximo 31 de octubre no dedicarán ni un día más a lo que durante tantos años ha sido su hogar y su fuente de satisfacción personal.
Lo que desmiente otros datos publicados sobre que la fecha de irse es en 2020: se van ya, de hecho están manteniendo los servicios mínimos, atendiendo a personas que van de paso y han suspendido la actividad del taller ocupacional en colaboración con Paruvi que daba trabajo a los alojados para sacarse 50 € semanales para sus gastos personales.
Estas incansables y luchadoras mujeres llevan su vida dedicándose en cuerpo y alma a este proyecto que en un principio se encontró con la oposición del vecindario y que se ha hecho hueco en la capital del Besaya ganándose la simpatía y cariño de los ciudadanos.
Muchísimas son las personas que encontraron techo, comida y amor entre sus módulos, algunas de ellas como Francisco pese a tener la posibilidad de residir en un piso municipal, tras mucho apoyo constante vuelve sobre sus pasos a lo que para él es su verdadero hogar, porque en el piso no había sábanas ni calor humano, algo vital, por eso cada día vuelve al albergue y ayuda a las monjas a podar, limpiar y cuidar el jardín del que se encargaba Amparo y ahora un poco abandonado…
Los traumas son el denominador común de la mayoría de las personas que por allí pasan, viven, duermen y conviven…¿Quién no enloquecería un poco cuando a tu mujer le pilla un camión y tu hija se queda con la herencia sin preocuparse del padre?
Tanto las monjas franciscanas como Traperos de Emaús recibieron reconocimiento público en Torrelavega a su labor social en la defensa de los derechos humanos de las personas sin techo y la ciudadanía quiere y respeta a estas personas que sin remilgos se entregan a los excluidos del sistema capitalista.
PROPUESTAS DE FUTURO
Visto el pasado y el presente de la atención social a estas personas y sus escalofriantes historias de vida, hablemos de futuro…
¿Qué proyecto social existe o se quiere crear además de construir un edificio?
¿Qué agentes sociales pueden aportar a este proyecto y deberían sentarse a trabajar conjuntamente?. Urge atender esta necesidad hoy mismo ya que hay personas que se encuentran desprotegidas sin una alternativa a su problema de vivienda. Y esta grave situación no puede demorarse.
Justamente hoy sale publicado que cuatro empresas presentan sus proyectos para una contratación y un presupuesto de licitación de 72.600 € y un plazo de ejecución de 45 días.
El nuevo proyecto arquitectónico se ha diseñado como centro de acogida, centro cívico y alojamiento en régimen de alquiler temporal para situaciones de emergencia, repartido en 3 plantas: un semisotano con lavandería, aula de actividades ocupacionales, una planta baja con centro de acogida, recepción, despacho, centro cívico, mochilero y 3 dormitorios. En total entre todas las plantas suman 69 camas repartidas en habitaciones, diversas salas de estar comedores y baños.
Entendemos deberá acompañarse al edificio y dar prioridad a un proyecto social que implique la participación ciudadana y una transparencia, que establezca una filosofía de trabajo, una metodología, una normativa, unas actividades así como una adecuada coordinación con los servicios sociales, sanitarios, educativos y laborales para un adecuado apoyo a las personas que sean acogidas.
¿Qué aspectos debe contemplar el proyecto social?
- Un trabajo de calle, la puerta de entrada al sistema de apoyo social desde las instituciones públicas.
- La creación de redes de todos los agentes sociales implicados para optimizar los recursos y facilitar la inclusión y participación social a todos los ciudadanos empadronados o no en el municipio, pues hay quienes tienen carácter nómada o transeúnte y es una opción respetable.
- Un programas de reducción de daños, y el desarrollo de programas de baja exigencia, que ofrezcan asistencia médica y social de base, que permitan el acceso a unas condiciones de higiene, y que permitan trabajar con personas con dificultades para adaptarse a otros programas de mayor exigencia.
- Una política de vivienda que permita el acceso a la vivienda en alquiler a los colectivos con menor renta, generando un parque de viviendas de alquiler social, de promoción pública y mediante un mejor aprovechamiento de la oferta privada.
- Una flexibilidad en los tiempos de estancia adecuándose a la situación de cada persona, a partir de una valoración profesional y de un itinerario de inserción personalizado.
- La implicación de las personas afectadas en el diseño de las políticas, garantizando su participación, aprovechando la experiencia, el conocimiento y la disponibilidad de las personas que han estado o están en situación de sinhogarismo.
Nada para la gente sin contar con la gente.
El modelo Housing First (Primero el Hogar), que tiene su origen en Estados Unidos y Canadá, se ha ido extendido desde hace unos años a distintos países de la Unión Europea y en otras ciudades españolas, aún se encuentra en fases piloto. Su metodología se basa en una intervención temprana, propone que la persona que está en la calle pueda acceder directamente a una vivienda digna, lo que permitirá descubrir, caso por caso, si una persona es capaz de adaptarse a un hogar, y vivir independientemente. De manera que Housing First utiliza la vivienda como punto de partida más que como objetivo final.
Las obras de este nuevo proyecto y todo el proceso hasta su apertura puede durar mínimo un par de años y mientras , a dónde va la gente ahora que viene el invierno?
Más información:
Marce
Este proble.ma que parece que ahora ve la luz se debería haber atajado hace muchos años ya que estos módulos llevan años en unas condiciones que nadie querriamos para nosotros o algún familiar y por lo tanto lo que no quieras para ti, no lo desees para nadie.
Esperemos que todo se haga rapidamente porque es cierto que hoy mismo hay gente que necesita de nosotros y niestra capacidad de unión ante las urgencias.
¿Y mientras? Busquemos soluciones alternativas.
Por cierto, me gusta mucho el «housing first» aconsejo ver algun enlace y video de esta iniciativa co tan buenos resultados,
Cristina Alonso
https://youtu.be/odMiLHyx7fA
El housing first es una solución eficaz, lejos del asistencialismo que brinda oportunidadws reales de vivienda a todas las personas lo que repercute notablemente en su mejora personal en todos los niveles y una recuperación de los vínculos sociales y familiares. Una alternativa más económica y mucho más eficaz y sencilla que el asistencialismo que talla la beneficencia y queda techo y comida sin más. Una casa e un hogar, un refugio de seguridad y de realización personal, de creatividad y confort que como dice la constitución todos tenemos ese derecho.