Cáritas llama a «poner cara» a las personas sin hogar
La mirada fija de Sara, una mujer sin hogar de 41 años, es la que se asoma, junto al lema “Ponle cara”, a los carteles diseñados para la Jornada de Personas Sin Hogar, que se celebra el 27 de octubre con el objetivo de impulsar en toda la ciudadanía la toma de conciencia sobre la realidad de exclusión social «extrema» que, advierten, «lejos de remitir, se ha agravado en los últimos años, así como denunciar un modelo socioeconómico generador de descarte y expulsiones que tiene su mayor impacto en las personas sin hogar».
Además, según informa Cáritas, al elegir como imagen de la campaña de este año un rostro femenino se quiere destacar cómo el problema del sinhogarismo afecta doblemente a las mujeres, quienes junto a una menor visibilidad en la calle, son mucho más vulnerables a sufrir agresiones y situaciones de violencia.
A nivel autonómico, la Coordinadora de Personas Sin Hogar de Cantabria, ha convocado este jueves 24 a las 12.00 horas, la Quedada por los Derechos de las Personas sin Hogar en la Plaza Porticada.
Durante este acto se procederá a la lectura de un Manifiesto común redactado por las personas sin hogar y tendrá lugar un flashmove, al igual que en más de 40 ciudades españolas.
40.000 PERSONAS SON HOGAR Y CASI 60.000 DESAHUCIOS
La campaña pone de relieve el desarraigo que viven más de 40.000 personas que siguen estando en situación de sin hogar en todo el territorio español.
A estas se añaden las miles de familias afectadas por alguno de los 59.671 desahucios que se realizaron en 2018 en toda España, un 62,5% de ellos como consecuencia de los lanzamientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos y otro 31,7% derivados de ejecuciones hipotecarias.
Esta situación de grave vulnerabilidad a la que está sujeto el derecho a la vivienda en nuestro país viene rubricado también por los datos del VIII Informe FOESSA presentado en junio pasado, donde se apunta a que casi 800.000 hogares y 2,1 millones de personas sufren situaciones de gran precariedad en la vivienda.
Alertan de que las dificultades de acceso a una vivienda digna se han agravado en los últimos años. Como señalan las entidades promotoras del Día de Personas Sin Hogar con datos aportados por FOESSA en su último Informe, 10 años después del comienzo de la crisis económica y 4 después de su punto de inflexión en 2013, las personas en situación de exclusión social se han incrementado un 12% más, mientras un 40% en la población que sufre exclusión social severa.
Al agravamiento de esta situación contribuye el hecho de que la vivienda de alquiler social suponga un instrumento residual en la política de vivienda española. Aunque no se dispone de datos exactos sobre su número, la mayoría de los estudios estiman que el parque social existente a fecha de hoy solo representa entre el 1% y el 2,5% del total de
viviendas principales.
UNA REALIDAD «SANGRANTE»
Con este preocupante diagnóstico social de fondo, las organizaciones promotoras de la jornada —Cáritas, Faciam (Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados), XaPSLL (Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona) y besteBI N(Plataforma por la Exclusión Residencial y a favor de las Personas Sin Hogar de Bilbao)— urgen a toda la sociedad a “poner cara al sinhogarismo” para tomar conciencia del «verdadero alcance de esta sangrante realidad social».
Además, las organizaciones que convocan esta Jornada ponen el foco en la importancia de la prevención como parte de la solución de este problema, tanto a través de propuestas que permitan anticiparse a la pérdida del hogar, como de medidas políticas que garanticen el derecho a la vivienda.
De forma concreta, se reclama la articulación de medidas como:
- Prevención de las situaciones de pérdida de vivienda (p.e. mayor protección de los hogares vulnerables en situaciones de desalojo, con una garantía de alojamiento alternativo, etc.).
- Protocolos de actuación a la salida de los recursos sociales para estas personas, destinados a prevenir situaciones de mayor exclusión residencial (salidas de centros penitenciarios, altas hospitalarias, etc.).
- Sistema de garantía de ingresos mínimos y suficientes, de ámbito estatal, para que toda persona en situación de pobreza tenga derecho a un ingreso mínimo que le facilite afrontar esta situación de precariedad y avanzar en procesos de inclusión.
Como afirma Enrique Domínguez, responsable de Personas Sin Hogar de Cáritas, “partimos de la base de que las situaciones de desigualdad y exclusión no son inevitables, y se pueden combatir desde dentro de la sociedad, poniendo a las personas en el centro”.
Para ello, subraya, “es imprescindible entender que hablamos de situaciones que viven personas concretas, con rostro, nombre y apellidos. Debemos mirar al sinhogarismo de frente, visibilizarlo, ponerle cara. Debemos seguir diciendo ¡basta!”.
“Urge reclamar, desde la indignación que nos produce que haya miles de personas y familias sin hogar con sus derechos vulnerados, que exista una apuesta rotunda de la sociedad y las políticas públicas y Administraciones por modificar dichas situaciones”, añade Domínguez.