“Más allá de lo popular que puede llegar a ser el señor Revilla, a la hora de defender los intereses de la mayoría social es evidente que le falta un hervor”. Así defiende el responsable económico de Izquierda Unida (IU), Carlos Sánchez Mato, el voto de izquierdas en Cantabria a la coalición Unidas Podemos (UP).

La formación que lidera Pablo Iglesias celebra este viernes un acto público en el que Sánchez Mato (IU) estará acompañado por la magistrada y candidata por Las Palmas, Victoria Rosell – acaba de salir la sentencia que envía a prisión a otro juez, Salvador Alba, por conspirar contra ella- y la secretaria de feminismos de Podemos, cabeza de cartel en Asturias, Sofía Castañón.

Junto a ellos, en un ‘Encuentro con la gente’ que se celebrará a partir de las 19.30 horas en ‘La Nave que late’, intervendrán los cabezas de lista de UP al Congreso y al Senado, Luis del Piñal (Podemos) – que según el acuerdo alcanzado se repartiría la legislatura con la coordinadora de IU y número dos de la lista a la Cámara Baja, Leticia Martínez—y al Senado, Rodrigo Romero, también de Izquierda Unida.

En una entrevista en EL FARADIO, el referente en políticas económicas de IU contrapone su modelo con el PSOE, el PRC de Revilla y Más País (Íñigo Errejón). En especial por la Operación Chamartín que desencadenó fuertes discrepancias con Manuela Carmena, que terminó por cesar a Sánchez Mato, concejal de Hacienda que defiende una gestión económica que si fue tan atacada es porque “funciona”

Sánchez Mato ha defendido su etapa como concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, en el ‘Gobierno del Cambio’ liderado por Manuela Carmena, que terminaría por cesarle, en uno de los episodios que ahondó en la crisis de los partidos y movimientos que conformaron la plataforma electoral Ahora Madrid, con consecuencias hasta la irrupción de Más Madrid, ahora Más País, liderado por Íñigo Errejón, en estas próximas elecciones generales.

A su oposición a la Operación Chamartín es pública se unió que el Ministerio de Hacienda exigió un ajuste de 500 millones de euros al Ayuntamiento de Madrid, cuando, según defiende Sánchez Mato, llevaba tres años reduciendo deuda y aumentando gasto social.

Responsable directo de la buena gestión económica del principal gobierno municipalista, critica que Carmena cediera a las exigencias del ministro de Hacienda del PP,  Cristobal Montoro. Según su relato, en plena demostración de que las políticas económicas de la izquierda estaban funcionando, con una remunicipalización de algunos servicios que mejoró la gestión anterior, Montoro impuso un Plan de Ajuste y además pidió la cabeza del concejal. Y por eso crítica a Carmena, por aceptar.

Sobre la Operación Chamartín que abrió grandes discrepancias en el seno de Ahora Madrid, Sánchez Mato considera que en suelo público las administraciones públicas tienen que promover vivienda social.

En definitiva, que vivir en la zona norte de Madrid no puede estar reservado a las clases altas. Por una cuestión de combatir la segregación social, pero además, en una situación de emergencia climática, por una cuestión de movilidad: porque contribuye a perpetuar los traslados de clases trabajadoras a los centros de negocios del norte. Una operación urbanística que tuvo el visto bueno de Carmena – “Más País, de Íñigo Errejón”, aprovecha para criticar dentro de la batalla que libran ambas formaciones por voto de la izquierda—.

Críticas que hace extensivas al PSOE, que por un lado defiende la acción pública para garantizar el derecho a la vivienda pero por el otro, en las operaciones urbanísticas en las que interviene el Estado “lo que hace es regalar el suelo público para que sean operadores privados, como el BBVA en Chamartín, a costa de la gente que quiere acceder a un derecho básico: el derecho a techo”.

En relación a las políticas de vivienda, defiende que está en la Constitución la posibilidad de intervenir el mercado del alquiler, y que hay instrumentos para hacerlo. Defiende que tiene que haber más acción pública para actuar y critica al PSOE por sus planes de colaboración público-privada para la construcción de vivienda social. “Menos intermediarios y más acción pública”, reclama.

Además, pide que Unidas Podemos no pague el pato de la repetición electoral. En un contexto de aparición de Más País, como opción de desbloqueo, defiende que “no somos una coalición electoral que plantee soluciones fáciles o atajos; planteamos soluciones definitivas”.

En su opinión quedó claro que Pedro Sánchez no quería pactar a su izquierda. “Si estuviese UP en un Gobierno de progreso hay cosas que no ocurrirían jamás”, lo que explica, a su juicio, que Sánchez dijera en una entrevista que “no podría dormir tranquilo”. “Ni Sánchez, ni Ana Patricia Botín, ni Florentino Pérez”, remata,  lo que contrapone a las políticas “para la mayoría social” que pone encima de la mesa UP, porque ya pagaron la anterior crisis y no deben pagar la próxima.

En Cantabria, UP se ve con más opciones que el 28 de abril. Sobre todo desde la perspectiva de IU, que no participó en la anterior campaña porque no hubo un acuerdo inclusivo, en un contexto de división también en las siguientes elecciones autonómicas de mayo.

En su competencia por el voto el próximo 10 de noviembre, insisten en que el voto útil es aquel que refuerce a las clases populares.

Peleará el voto al PSOE, pero también tienen en cuenta la irrupción del PRC de Revilla, de quien Sánchez Mato opina que “más allá de lo popular que pueda llegar a ser”, a la hora de defender los intereses de la mayoría social es evidente que “le falta un hervor”.