Exhumación de Eloy Campillo: “se cierra una herida muy profunda”
Ha sido un fin de semana muy emocionante para Antonio Brevers, el psicólogo que documentó durante años la historia (las historias) de los maquis, los guerrilleros antifranquistas que se refugiaron en los montes.
No sólo porque ha podido asistir en primera línea a la recuperación del cuerpo de Eloy Campillo, que fue alcalde y guarda de Sotres (en Liébana), asesinado por los maquis, y que ha confirmado sus propios relatos.
Sino también porque ha podido ser testigo de un intercambio de reflexiones entre los familiares de Campillo y los descendientes de los maquis.
Porque al final, como remarcaba entrevistado en EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM (103.2), “detrás de cada historia personal, el drama de la familia es similar”.
Con el rescate del cuerpo, en una sima en el monte, “se cierra una herida muy profunda”, en palabras de hijos y nietos de Eloy Campillo.
En la entrevista, Brevers ha relatado como familiares de los maquis implicados en el caso le pidieron a él que transmitiera a la hija de Eloy su pesar por todo lo sucedido.
Y como, al hacerlo, ella le transmitió a su vez que “para nada”, que ella “muchas veces había sentido pena por la historia de esas personas”, pero insistía en que no guarda “ningún rencor” por aquello, que ella “sólo quería los restos de su padre”.
Un diálogo interpuesto que para Brevers refleja varias cosas y desmiente varios tópicos: que todo lo relacionado con la memoria histórica esconda un revanchismo que abra heridas, o que la Ley de Memoria Histórica sea partidista, ya que este caso es de una persona católica y de derechas.
“La Ley no distingue de izquierdas o derechas”, señala, incidiendo en que la Ley ha dado cobertura legal a la exhumación, y también ha remarcado que otro “mito” es que con estas acciones alguno se estén “llenando los bolsillos”, mientras que aquí se ha recurrido a voluntarios, los familiares han pagado trámites de su bolsillo y ha habido apoyo institucional para determinados gastos.
EL OPERATIVO
Durante la jornada del sábado 26 tuvo lugar el operativo de rescate de los restos de Eloy Campillo, guarda de los Picos de Europa y alcalde Pedáneo de Sotres desaparecido en 1945, asesinado tras ser acusado de delatar a los maquis en una celebración.
El sábado se produjo el operativo de rescate de sus restos, e incluso apareció el casquillo de la bala.
El buen tiempo permitió llevar a cabo un operativo planificado al milímetro por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ejecutado con la colaboración de cinco voluntarios de la Asociación Espeleológica Ramaliega.
El operativo ha contado con la intervención de un grupo de espeleólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la Agrupación de Espeleología Ramaliega, ya que los restos están a una profundidad de 180 metros en un pozo vertical de difícil acceso. Además, han colaborado en el dispositivo integrantes del GREIM.
La intervención estuvo centrada tanto en el estudio forense de la cavidad y la zona superficial de entrada a la sima, como en la búsqueda y rescate de restos humanos, objetos asociados y evidencias de interés forense.
El pasado 19 de octubre, con el fin de facilitar las tareas del operativo, y tras una reunión de coordinación entre los principales responsables, el equipo de espeleólogos dejó montada la instalación para el descenso en la sima; así mismo se llevó a cabo en ese momento una primera exploración de la cavidad, realizando tareas de registro pero sin retirar objeto alguno de la torca.
El sábado los espeleólogos accedieron a la sima en torno a las 9:45 horas. El proceso de recuperación se llevó a cabo de acuerdo con todos los protocolos nacionales e internacionales en materia de metodología arqueológica con aplicaciones de las Ciencias Forenses, con registro foto y videográfico de todas las fases, además de con fines forenses, al objeto de poder realizar un documental en un futuro.
Mientras tanto, los doctores forenses Francisco Etxeberría y Fernando Serrulla realizaron una prospección de los alrededores de la torca con ayuda de un detector de metales, lo que les llevó al descubrimiento de un casquillo de bala del nueve largo, hallado a unos tres metros de la torca, que pudiera corresponder con la bala que acabó con la vida de Eloy Campillo.
En todo momento el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) estuvo pendiente del operativo.
En torno a las cuatro de la tarde comenzaron a salir al exterior los espeleólogos, portando los restos óseos. Sobre el terreno el equipo forense hizo una primera clasificación, comprobando para satisfacción de todos que se había podido recuperar en torno a un 90 % de los restos de Eloy Campillo; pendiente de confirmar en una segunda fase de laboratorio.
No hubo tanta suerte con los restos de la niña, de la que se recuperó en torno a un 30 %, aunque aparecieron piezas importantes, como una mandíbula con algunos dientes.
Muestras de dichos restos serán enviadas a Estados Unidos para un exhaustivo estudio mediante la técnica del Carbono 14, con el fin datar con mayor exactitud su fallecimiento, dado que para el equipo de trabajo es igualmente prioritario la posible resolución de ese caso.
Los restos óseos y el casquillo de bala serán trasladados al Laboratorio de Antropología Forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde se realizará el análisis antropológico forense y toma de muestras biológicas para identificación genética.
LA TESIS DE BREVERS
Hallazgo con el que se vio reforzada la tesis del investigador Antonio Brevers, asesor histórico y coordinador del operativo, también presente en el hallazgo.
En sus libros sobre Juanín y Bedoya y sobre la Brigada Machado, queda recogida la abundante documentación recopilada durante años así como los testimonios directos recabados por él entre antiguos miembros de la Brigada Machado; y por lo que sitúa el fallecimiento de Eloy Campillo frente a una torca de la zona de Ándara, por un disparo de pistola en la cabeza efectuado a corta distancia antes de ser arrojado a la sima.
Mercedes Campillo, hija de Eloy, hoy con 74 años de edad. aguardó la llegada de noticias en el domicilio familiar de Sotres, el mismo del que fue obligado a abandonar su padre Eloy Campillo en la noche del 22 de abril de 1945.
Allí recibió la visita de Fernando Serrulla y Antonio Brevers y, emocionada, fue informada de los pormenores con ayuda de una pizarra y del teléfono móvil, donde tiene instalada una aplicación que le ayuda a superar su sordera.
A continuación todos los asistentes acudieron a la última reunión de trabajo, en un salón del hotel, donde se proyectaron las imágenes y vídeos obtenidos durante la jornada, tanto en el interior y como en el exterior de la cavidad, apoyadas por las explicaciones técnicas de las personas que llevaron a cabo la extracción y recuperación de los restos.
APOYO INSTITUCIONAL
En la Torca de La Topinoria también se recibió la visita del vicepresidente del Gobierno de Cantabria y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, acompañado de la directora general de Patrimonio y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa.
Las autoridades saludaron a los nietos de Eloy Campillo: José Manuel Fernández Campillo y José Rodríguez; y dieron ánimos al equipo de trabajo.
Francisco Etxeberría aprovechó para agradecer la visita y exponer precisamente la importancia que algo así tenía para los familiares presentes en una exhumación, añadiendo que por desgracia había muchos sitios de España donde no es tan frecuente.
La Consejería de Universidades, Cultura y Deporte del Gobierno ha colaborado activamente en la agilización de los permisos necesarios y ha proporcionado ayuda económica para sufragar los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención del equipo, junto con las pruebas de ADN y Carbono 14 que se precisen. El conjunto de profesionales que han intervenido, tanto de la Sociedad de Ciencias Aranzadi como de la Asociación de Espeleología Ramaliega lo hacen de forma totalmente altruista.
Desde este departamento se trabaja en medidas diseñadas para avanzar en la actualización de los mapas de fosas y en la localización de víctimas y dignificación de los lugares de memoria en la Comunidad Autónoma.
El vicepresidente confía en que antes de que concluya el año Cantabria también pueda contar con un proyecto de Ley de Memoria Histórica autonómica para que sea debatido en el Parlamento el próximo año.