DeLuz homenajea a Jesús Garzón con su caldereta del pastor de trashumancia
La ‘España vaciada’ de la que últimamente se habla en relación al despoblamiento de las zonas rurales de todo el país no es un tema nuevo. Pastores como el cántabro Jesús Garzón saben lo que es ir de un lado para otro con su ganado y los hábitos y costumbres que siempre han contribuido al desarrollo de los pueblos. Y en cada traslado, poner la olla al fuego para almorzar.
El grupo hostelero DeLuz no es ajeno a esta realidad y ha querido homenajear la figura de este cántabro aventurero que se formó con Féliz Rodríguez de la Fuente e impulsó la creación del Parque de Monfragüe y el de Oyambre.
Lo hace con una caldereta del pastor de trashumancia que se puede probar tanto en sus establecimientos en Santander (La Caseta de Bombas) o en Madrid (La Carmencita, Celso y Manolo o La Vaquería Montañesa), coincidiendo, además, con la llegada a pie desde los Picos de Europa (en su extensión leonesa) de 2.000 ovejas merinas y 100 cabras a Madrid en la fiesta de la trashumancia.
Una cita que el grupo hostelero no ha querido dejar pasar para recordar la importancia del mundo rural y el contacto que sus responsables tienen con los pastores, con el fin de promover el conocimiento de esta realidad para que el campo y las cañadas “estén más vivas”.
JESÚS GARZÓN UNA VIDA DEDICADA A CUIDAD «LO COMÚN»
La vida de Garzón ha transcurrido, literalmente, entre el espacio geográfico que separa los dos parques naturales que promovió para su creación, en el norte cantábrico y el sur extremeño. De hecho, junto al también cántabro Nacho Zubelzu desarrolla la mayor trashumancia que se hace en España, los 600 kilómetros que separan a Burgos de Badajoz.
Varias décadas en defensa del medio rural, su protección y los efectos positivos que la alimentación y la conservación generan en la sociedad, se han traducido en la fundación del Fondo Patrimonio Natural Europeo y Arca, la organización del I Encuentro Mundial de pastores Nómadas y Trashumantes en el año 2007, o la fundación de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, la cual preside.
Pero también ha supuesto el reconocimiento en forma de galardones, como el Premio Europa Nostra por la creación la creación del Parque Monfragüe (1984) y otro por el del Parque de Oyambre (1989), así como el Fondena entregado por el Fondo por la Defensa de la Naturaleza en 2009 o el de la Fundación F.V.S. de Hamburgo para Investigadores extranjeros, además de ser caballero de la Real Orden del Arca de Oro del Gobierno de Holanda.