Un camión con artículos de primera necesidad destino a los campos improvisados en Serbia y Bosnia
Pasaje Seguro Cantabria ha colaborado con la asociación No Name Kitchen en la recogida de ropa, tiendas de campaña, sacos de dormir y otros enseres para colaborar con las personas que se enfrentan a un duro invierno en los campos improvisados en las fronteras de Bosnia y Serbia con Croacia.
El abundante material recogido en Santander y Cabezón de la Sal ha salido en un camión hacia el centro de distribución de Navarra desde donde partirá a mediados de noviembre hacia Bosnia y Serbia.
Pasaje Seguro ha querido agradecer “a todas las personas que han colaborado con esta causa, a los centros que han ofrecido su espacio para guardar el material recogido, y a la ciudadanía cántabria por su solidaridad y generosa contribución’, tal y como ha transmitido en nota de prensa.
Así mismo, la plataforma “denuncia las condiciones de precariedad y ausencia de derechos en las que están viviendo miles de personas que llevan meses atrapadas en campos en las fronteras de Bosnia y de Serbia con Croacia mientras intentan cruzar a territorio europeo a ejercer su derecho de asilo”.
En el mismo comunicado, Pasaje Seguro, hace especial hincapié en los fundamental del “compromiso y apoyo de la ciudadanía para demandar a las autoridades europeas la responsbilidad en garantizar seguridad y los derechos humanos de las personas que se han quedado atrapadas por el cierre de fronteras y por procesos interminables de solicitud de asilo”.
Las personas en busca de refugio que se aventuran hacia Croacia desde Velika Kladusa en Bosnia y desde Sid en Serbia son maltratadas, robadas y expulsadas continuamente a modo de “devoluciones en caliente” por las autoridades croatas, como denuncia la No Name Kitchen, organización que da apoyo en estas localidades en forma de alimentos, ropa y abrigo, agua e higiene, atención médica, comunicaciones y ayuda legal.
NO NAME KITCHEN
La No Name Kitchen (NNK) es una asociación sin ánimo de lucro integrada por personas voluntarias de distintos países que desarrolla sus actividades en en el pueblo de Šid (Serbia), a cinco quilómetros de la frontera con Croacia, en Velika Kladuša (Bosnia), a dos quilómetros de la frontera croata.
La NNK nació el día 3 de febrero de 2017 en Belgrado, momento en el que las personas impulsoras del proyecto empezaron a proveer de alimento y recursos de cocina con tal de hacer una cobertura, como mínimo de manera parcial, de las necesidades básicas de todas las personas refugiadas que vivían en las antiguas barracas de la estación de ferrocarril. Así pues, en colaboración con ellas, se llegaron a distribuir más de quinientas raciones de comida caliente al día en una época del año en la que las temperaturas mínimas llegaban a los veinte grados bajo cero.
El 10 de mayo de 2017, el gobierno serbio desalojó y demolió las barracas, lo que supuso que más de un millar de personas fueran disgregadas y forzadas a entrar en el sistema de campos de refugiados o, en el caso que fuera posible, en el sistema de asilo.
Esta medida comportó un estancamiento en las personas forzadas a instalarse en los campos situados al sur del país, a 500km de distancia de la frontera croata. A la vez, las instituciones no proponen ningún modo de desarrollo de una vida digna en un país donde conseguir asilo es prácticamente imposible (sólo 4 personas consiguieron este estatus en 2017 de los más de 20.000 que recibieron asesoramiento, según los datos de ACNUR).
Diecinueve días más tarde, la NNK trasladó su actividad en uno de los puntos donde se sigue desarrollando actualmente: en Šid, una de las zonas calientes por lo que respeta a los flujos migratorios con destino a la UE. Desde entonces se ha ido ampliando el nivel y las áreas de actuación.
Paralelamente a la cobertura de necesidades básicas, el proyecto considera como objetivo principal fomentar la solidaridad entre iguales desde la integración, el respeto, la no discriminación y el apoyo mutuo; a la vez que plantea el empoderamiento de las personas refugiadas, dentro de los límites establecidos por su condición material actual, que se refleja en su participación en las tareas diarias y en su influencia en las decisiones adoptadas.