Desde las administraciones más cercanas, las alcaldesas coinciden: las víctimas son mujeres «con nombres y apellidos»
Tres alcaldesas, de tres municipios de distinto tamaño, Santander (172.000 habitantes), Piélagos (25.000) y Polanco (6.000), han visibilizado este viernes el discurso de «unidad de acción» contra la violencia de género, porque «no hay otra postura más que ir de la mano» y «no puede haber colores ni partidos» para que la unidad se perciba entre la ciudadanía, porque desde la administración saben que las víctimas son mujeres «con nombre y apellidos».
De esta manera han coincidido Gema Igual (PP), Verónica Samperio (PSOE) y Rosa Díaz (PRC), en un programa especial organizado por EL FARADIO en ARCO FM (103.2) previo al Día internacional para la erradicación de la violencia de género.
«No hay ninguna razón ideológica para que todo el mundo no esté en contra de este trato que están teniendo las mujeres, desde el mínimo, una falta de respeto, o no acatar la voluntad de una mujer, hasta el máximo, las muertes por violencia de género», incidía Gema Igual.
«La única manera de acabar con ello es desde la unidad», apelaba Verónica Samperio, que enviaba un mensaje a las mujeres, para que sepan «que no están solas y que no tengan miedo» porque detrás están las instituciones, pero «también todo el pueblo», al tiempo que reivindicaba «la unión entre las mujeres» para que el discurso negacionista «no se cuele» entre ellas, además de «incluir a los hombres porque esto es una cosa de todos, del conjunto de la sociedad» y animaba a trabajar «todo el año».
«Todas las víctimas tienen un padre, un hermano, un hijo. Que piensen los hombres que cualquier día puede ser su madre o su hermana», añadía Rosa Díaz, que también subrayaba la intención del Ayuntamiento de Polanco de hacer campañas durante todo el año y animaba a participar en todos los actos, en todos los municipios, y sobre todo el lunes en la manifestación de Santander.
La alcaldesa de la capital reforzaba, pide «que se vea mucha gente» en las calles para que las mujeres que «están en esa situación durante uno o dos años, uno o dos meses, con este respaldo popular vea que no lo tiene que aguantar más y que lo denuncie».
Un mensaje que sea también de «solidaridad» para quien haya sufrido un asesinato en su entorno más cercano, para «decirle que no ha sido en vano». También a las próximas generaciones, para «que sepan detectarlo» y que sepan que «las mujeres somos iguales a los hombres, estamos empoderadas, podemos llegar donde queramos».
«Y que faltas de respeto ni una, porque la primera puede derivar en otra cosa», incidía.
«Si estamos unidos y se ve muchísima masa social, estaremos en el lugar indicado», sentenciaba.
Previa a la manifestación del lunes en Santander, a las 19.30 desde Numancia, este sábado hay una marcha en Piélagos (Oruña) y el domingo en Santander (Alfonso XIII). Echa un vistazo aquí a las principales acciones convocadas.
«NEGAR LA EVIDENCIA NO SIRVE DE NADA»
Las tres alcaldesas se han unido también frente al auge de un discurso negacionista de las violencias que sufren las mujeres, desde las administraciones más cercanas, donde como mujeres, vecinas y gestoras están viendo el problema de primera mano.
Igual ha puesto sobre la mesa las estadísticas del Punto de Atención Integral a la Violencia de Género del Ayuntamiento de Santander, para señalar que «negar la evidencia no sirve de nada y ponerse a trabajar cuanto antes es lo correcto».
En el último año, el servicio ha registrado 827 usuarias, de las cuales 54 personas están en situación de riesgo, acogidas al Programa de Teleasistencia por el que pueden activar los protocolos de prevención tocando una medalla; La Policía Local ha superado el millar de actuaciones, que «a veces es acompañamiento, depende del grado», pero con un balance de 60 denuncias presentadas en la Policía Local.
Son «datos reales, cada expediente con el nombre de una mujer, con nombres y apellidos», enfatizaba Igual, que insistía: «estamos, desgraciadamente, trabajando por lo que vemos que pasa todos los días», mientras recordaba programas de servicios sociales, como el asesoramiento legal o las ayudas económicas de 200 euros que ayuden a mujeres que por dependencia económica no pueden separarse.
Por su parte, Rosa Díaz, abogada y conocedora de las actuaciones de la Fiscalía, denunciaba que «en general hay un discurso de cierto sector que nos quiere devolver a años atrás», y ponía énfasis en «una violencia oculta, que no saben identificar las mujeres».
Así, explicaba que en la oficina de la calle Lealtad hacen un test para identificar frases que algunas mujeres normalizan y que revelan «situaciones típicas de violencia psicológica», como parejas que al llegar a casa afean «que no tienen la casa en condiciones» o reproches porque «el niño les ha despertado».
«Todo empieza por la violencia psicológica y por la dependencia emocional», matizaba, para, desde su experiencia, aseverar que el problema «no es sólo de las mujeres que no tienen independencia económica o cierto nivel de estudios».
A Verónica Samperio, que apuntaba que el 30% de las mujeres que han asistido al servicio de asesoramiento jurídico de Piélagos (25.000 habitantes) tenía rasgos de sufrir violencia de género.»Me preocupan como alcaldesa, como mujer y como ciudadana», expresaba.
Y, al tiempo, mostraba su contrariedad por que el discurso negacionista cale entre las mujeres, algo que atribuye a «un grupo de personas en la sociedad que está intentando quitar importancia a los asesinatos de las mujeres». «El otro día me llamó la atención que había un grupo de mujeres que decían que el hombre está desprotegido; si una mujer ejerce violencia contra un hombre tendrá sus consecuencias penales, pero no estamos en igualdad de condiciones», recalcaba.
SERVICIOS DESDE LA ADMINISTRACIÓN MÁS CERCANA
Durante el programa especial, las alcaldesas han desgranado todo tipo de iniciativas frente a las violencias que pueden sufrir las mujeres.
En Santander, el servicio municipal de autobuses (TUS) permite, en los recorridos nocturnos, que las mujeres puedan decidir dónde se bajan, aunque no sea una parada fija del recorrido. «Siempre que haya una mujer que se suba a un autobús y diga que ha tenido un problema con un chico, o si cree que la están siguiendo, puede decirle al chófer: déjame entre parada y parada, en este sitio que es donde yo vivo», explicaba Igual.
En materia de sensibilización, en próximas semanas comenzarán talleres con los taxistas o con los administradores de fincas. A veces «los ciudadanos no se mojan», advertía Igual, con algunos ejemplos, como una pareja discute en un taxi, que se vuelve antes a casa por cómo la ha mirado a ella un chico. «Vamos a enseñar a identificar estas situaciones» para que puedan ser «partícipes» de una llamada a la policía local para que puedan estar pendientes.
O en una comunidad de propietarios, donde un vecino puede ver en el administrador una persona imparcial a la que poder contar que escucha gritos en otra casa. «Se trata de ampliar esa mancha de aceite de gente sensibilizada para que entre todos podamos prevenir».
En Piélagos se imparten durante todo el año talleres de defensa personal, acompañado de distintas charlas de asesoramiento «no sólo en el momento en que se produce la violencia, también sobre la familia, la igualdad y las ayudas que tienen», explicaba Verónica Samperio, para quien la mejor manera de prevenir es «con educación, desde infantil hasta el instituto».
«Yo he salido en ocasiones preocupada, de actitudes o conversaciones de chicos y chicas. Algunas piensan que dar las contraseñas de las redes sociales es un gesto de amor y, ellos, algunos piensan que su chica es suya o que tiene derecho a controlar sus redes o la forma de vestir».
En materia de defensa personal para mujeres, Polanco tiene cita este domingo, de 9.30 a 13.30, en un curso intensivo impartido por una asociación de policías nacionales, que además son psicólogos y están en contacto con la prevención de la violencia de género. «Es fundamental saber identificar las situaciones de riesgo», advertía sobre posibles agresiones sexuales la alcaldesa, Rosa Díaz.
En un momento en que el Ayuntamiento ya trabaja en un Plan de Igualdad. «Lo primero que hemos hecho ha sido contactar con profesionales», en concreto con Montserrat Peña, de la consultora CODICE. Tras una primera toma de contacto con todos los colectivos, asociaciones de mujeres, guardia civil o educación, Díaz espera tener el «diagnóstico» antes de verano de 2020.