La manifestación principal del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género ha lanzado, este lunes, un mensaje de unidad del feminismo, de defensa de la igualdad y de lucha contra los asesinatos de mujeres y los discursos negacionistas.

Desde la Comisión 8 de Marzo, Ana Bolado, de la Asamblea de Mujeres, advertía de que las mujeres «nos enfrentaremos a quienes tienen discursos tan duros y antidemocráticos».

«Las mujeres hemos conseguido muchas cosas en 40 años de democracia, pero para acabar con la violencia necesitamos más feminismo, más igualdad y más hombres acompañando al movimiento feminista», advertía en declaraciones a EL FARADIO durante la retransmisión en directo a través de Facebook de la manifestación, que partía a las 19.30 horas desde la Plaza de Numancia.

Una marcha a la que han asistido representantes políticos de prácticamente toda la vida pública cántabra, desde el presidente Miguel Ángel Revilla y miembros del PRC hasta representantes del PSOE encabezados por el vicepresidente Pablo Zuloaga; la alcaldesa Gema Igual; cargos del PP como la parlamentaria Isabel Urrutia o miembros de Podemos o Izquierda Unida y Equo, entre otras.

Además de representantes de la sociedad civil como Amnistía Internacional, las Asambleas Abiertas Feministas, la asociación Consuelo Bergés, Ijanas, Cantabria por lo Público, la Fundación Naturaleza y Hombre… entonando cantos como «La lucha será feminista o no será» o «Fuera machistas de las instituciones» que llegó a convertirse, ya en la Plaza del Ayuntamiento de un «Fuera Vox de la institución». Las manifestantes han apelado a la lucha contra el patriarcado y a la defensa de su libertad individual frente a las agresiones sexuales.

El vicepresidente Pablo Zuloaga, de cuya consejería dependen las competencias en materia de igualdad y lucha contra la violencia de género, animaba a «todos los demócratas a alzar la voz» y «reaccionar contra el populismo y la extrema derecha cada vez que tengamos ocasión», tanto en las calles como en las instituciones (como hicieron por la tarde los diputados del grupo socialista, ausentándose del Pleno durante la intervención del portavoz del Grupo Mixto).

El presidente Revilla definía como «triste» el hecho de que no se hubiera podido alcanzar la unanimidad en la declaración institucional del Parlamento (sin unanimidad no se puede aprobar) y llamaba a la reflexión sobre los motivos de un voto a formaciones «preocupantes» con ideas «muy radicales». Aunque, a la vez, se felicitaba de la masiva asistencia a la manifestación.

Desde Izquierda Unida, su coordinadora Leticia Martínez, mostraba su «alegría» porque «la calle responde»: «nos quieren a la defensiva, pero nos tienen reactivas». «Es el momento de seguir adelante y no dar ni un paso atrás», asevera la también concejala en el Ayuntamiento de Astillero.

EL MANIFIESTO

«Nos van a tener enfrente a todas las feministas» y a «los varones que nos acompañan en la lucha por los derechos humanos», advertían las organizadoras cuando la manifestación llegó a la Plaza del Ayuntamiento de Santander.

Lectura del manifiesto del 25N en la Plaza del Ayuntamiento

Desde las Asambleas Abiertas Feministas de Cantabria enumeran distintas situaciones de discriminación que sufren las mujeres, desde el plano sexual hasta el laboral o institucional, apelando a la autodefensa y alertando de que «si tocan a una, nos tocan a todas».

Un negacionismo al que asisten con «rabia y estupor», recordando carencias en la atención a las víctimas, como las denuncias no escuchadas, las órdenes de alejamiento o las visitas o custodias de padres maltratadores a sus hijos. «¿Cuántas víctimas más escondidas en sus casas tendremos que contabilizar?», inquirían.

Miembros de la asociación de ayuda a víctimas Consuelo Berges fueron repasando casos concretos, con nombres y apellidos, de mujeres asesinadas durante un 2019 que comenzó precisamente con una asesinada en Laredo, en un año en el que ha habido otro caso, en Escalante. Recordaban que este año se ha superado el millar de asesinadas.

En medio de la lectura de los manifiestos irrumpió un hombre con un paraguas que hizo el saludo fascista, ante la indignación de las asistentes., que le rodearon hasta que abandonó el lugar por su propio pie, sin que hubiera intervención policial hasta el final, cuando los agentes le acompañaron. «Si se atreven aquí que somos miles, que no harán cuando estamos solos», resumió Ana Bolado la escena.